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Hemos
sostenido reiteradamente que en
nuestro país el modelo de la
seguridad social -y el sistema
médico en particular- es único. Por
eso, hemos hecho una comparación
práctica respecto de algunas
características de la cobertura
médica que recibe un Ejecutivo en
los EE.UU. y la que recibe en
nuestro país.
Para conocer estos detalles
entrevistamos a Luis Pereira,
Director Financiero para
Latinoamérica de Towers Watson. Luis
es soltero, vive en Miami y nos dio
los detalles de su propio Plan.
Luis nos cuenta quienes están
cubiertos por las empresas en el
sistema americano:
-
El grupo familiar primario
-incluye el cónyuge y los
hijos-. También están incluidos,
como aquí- los cónyuges del
mismo sexo. ¿Los hijos hasta que
edad? Hasta los 26 años -igual
que nosotros- aunque sin
considerar si están cursando
estudios o no.
-
Los padres o familiares que
estén a cargo del titular. Para
la definición de “a cargo” se
establece que el titular les
aporta, como mínimo, el 50% de
su subsistencia, situación que
debe estar reflejada en la
Declaración Jurada anual ante el
Internal Revenue Service (IRS)
(la AFIP del país del norte).
Por
ley, las empresas de seguro deben
cubrir las preexistencias.
Primera similitud:
Los sujetos comprendidos y la
accesibilidad, con diferencias
menores.
Ahora bien, ¿Cómo es la financiación
por parte del empleado? En la
Argentina el empleado aporta el 3%
(tres por ciento) de su remuneración
-con un tope mensual de $ 21.248,38.
El aporte del empleado naturalmente
es independiente de la composición
de su grupo familiar, es decir que
aporta lo mismo un titular soltero,
que uno casado con tres hijos.
En EE.UU. “el seguro” se paga por
cada integrante; a más integrantes
del grupo familiar, más costo para
el empleado.
Primera diferencia:
la forma de pago de la cobertura en
un sistema que es menos solidario,
ya que cuanto más grande es un grupo
familiar, más debe abonar..!
Volviendo al costo que debe afrontar
nuestro entrevistado, Luis debe
pagar -por separado- la cobertura
médica, la cobertura odontológica,
la cobertura oftalmológica (sí, tal
cual, “Vision Coverage”) y por
último la cobertura legal.
Interesante este último rubro, sobre
todo, como nos explicó, muy
necesario en un país en donde “el
litigio se encuentra a flor de
piel”. Igualmente, debemos aclarar
que la cobertura en la materia, en
general, alcanza fundamentalmente a
consultas básicas y no a la
representación en juicios.
Aquí encontramos una “figura”
interesante que le brinda la
empresa: el Health Saving Plan, que
es un instrumento creado por Towers
Watson, donde la compañía le
deposita en una cuenta de ahorros
u$s 500 al año, que él puede usar
como más le convenga. Así, entre
otros destinos, puede utilizarlo
para disminuir su “Deducible” o bien
para abonar copagos.
Analizando la situación particular
de Luis vemos que debe afrontar los
siguientes costos:
Cobertura médica: u$s 768
Cobertura Odontológica: u$s 132
Cobertura Oftalmológica u$s 104,16
Cobertura legal: u$s 156
Total: u$s 1.160,16 anuales
Esta cifra se la descuentan de su
sueldo en cuotas bimestrales de u$s
193,36, lo que da un costo mensual
de algo menos de u$s 100 mensuales.
Parece económico, pero no lo es… el
Plan tiene un “Deducible” alto: Los
primeros u$s 2.500 que Luis gaste
“los tiene que poner de su
bolsillo”. Esto naturalmente no es
un costo menor y obviamente, cuando
uno contrata un Seguro, a mayor
“Deducible”, menor cuota y
viceversa. En la Argentina esta
figura no es de aplicación en salud,
pero sí lo es en los Seguros para
autos a través de la “Franquicia”. Y
como todos sabemos, a mayor
“franquicia”, menor cuota mensual.
Claro que este no es el costo total
de la cobertura. Las empresas
tuvieron en el año 2011 un costo
promedio de u$s 11.176 anuales por
empleado activo, de tal forma que
podemos hacernos una idea del costo
total.
Segunda diferencia: La existencia de
un “Deducible”, que el empleado debe
afrontar.
Además del Deducible, los Planes
cuentan también con “copagos”, los
que no sólo alcanzan a área médica
sino también a la odontológica
Tercera diferencia: La presencia de
copagos.
Esto no llama mucho la atención
porque, de hecho, los copagos fueron
un clásico hasta no hace muchos
años, pero lo que sí resulta
llamativo son algunas limitaciones a
la cobertura: Coronas, dentaduras
postizas, puentes, implantes una por
pieza cada siete años calendarios.
En cambio, las prácticas preventivas
son estimuladas ya que no tienen
copago, ni están incluidas en el
“Deducible”, es decir que están
cubiertas 100% por el sistema, esto
tanto en materia médica, como
odontológica.
En la cobertura farmacéutica, el
porcentual a cargo del Plan es del
80%, pero del precio del medicamento
genérico. Si uno quiere una marca en
particular, debe pagar la diferencia
entre el valor del medicamento
genérico y el de marca. Lo usual es
que esa diferencia sea, en promedio,
del 33%. Un detalle práctico: No hay
descuento en “boca de farmacia”. O
sea, usted debe abonar primero y
luego solicitar el reintegro.
Cuarta diferencia: La necesidad de
disponer del monto total a abonar.
Digamos también que el sistema
cuenta, como ocurre en la Argentina,
con medicamentos que son cubiertos
al 100% y - en general - son
proporcionados por el Gobierno
Federal.
Segunda similitud: En Argentina
ocurre lo mismo.
Un detalle no menor: a diferencia de
lo que uno imagina, nuestro
entrevistado nos refiere que todos
los procesos de interactuación con
las empresas de seguro médico son
difíciles, complejos y lentos. En
donde además, las cifras que se
manejan son realmente llamativas.
Por ejemplo, Luis cuenta un caso de
unos meses atrás donde a una persona
de su conocimiento se le realizó una
Resonancia Magnética de rodilla en
un Hospital para lo cual ésta
concurrió con la orden de su médico.
El Hospital facturó u$s 10.000 (si,
leyó bien diez mil dólares) pero
luego la compañía de seguros rechazó
la facturación del estudio y
entonces el Hospital le envió la
factura al paciente: Fue necesario
encargar a su Abogado la gestión
para obligar al seguro médico a
cubrir la práctica. Otro caso que
viene a su memoria es el de la madre
de un colega cuando fue operada del
corazón hace -nada menos que- quince
años y le llegó el detalle de la
factura por u$s 350.000….incluyendo
el costo de u$s 80 por cada aspirina
proporcionada!
Pensándolo bien: En materia de salud
corporativa aquí accedemos a los
mejor niveles sanatoriales, sin
límite y sin cargo, con una
excelente cobertura …!
En fin, permítame que lo deje amigo
lector, tengo la necesidad de ir a
escribirle una carta de
agradecimiento a mi Obra Social y a
mi prepaga.
Ahh…la mejor de las Navidades y un
muy feliz 2013!!!
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