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En su
conferencia, Patricio Pasman analizó
en profundidad los factores que, hoy
por hoy, definen el accionar de las
empresas de medicina prepaga, desde
los condicionantes de la ley hasta
los escenarios actuales y futuros
para el sector.
Hoy vamos a hablar de medicina
prepaga: vamos a hablar de lo que le
sucede al 15% de los argentinos que
se atienden en este sector”. Así
delimitó el Lic. Patricio Pasman,
Asesor de Obras Sociales y Entidades
de Medicina Prepaga, el tema de su
conferencia plenaria en Quo Vadis
Salud 2012, que se tituló “Prepagas:
¿al borde del abismo?” En su
disertación, analizó tanto las
razones de la polémica ley 26.682 de
marco regulatorio para la medicina
prepaga como la situación actual y
los posibles horizontes futuros para
el sector.
DOS
ENCUESTAS SOBRE SALUD
Pasman comenzó haciendo referencia a
dos encuestas. La primera, realizada
por la Universidad de Belgrano en la
Ciudad de Buenos Aires, arrojó como
resultado que un 69% cree que el
sistema de salud ha empeorado en los
últimos cinco años. Además, el 86%
destacó que si pudiera elegir,
preferiría ser atendido en un
sanatorio privado. La mayoría
también cree que los aumentos en las
cuotas de las prepagas han sido
excesivos: “Este estudio nos marca
la opinión de la clase media”,
aclaró Pasman.
La
segunda encuesta, llevada a cabo por
Poliarquía Consultores, se realizó
en distintas ciudades en todo el
país. Ante la pregunta de cuál es el
principal problema de la Argentina,
sólo el 0,2% manifestó que se trata
de la salud. “En todo el mundo, los
políticos trabajan con las
necesidades de la gente; si la gente
no está demandando salud, es por eso
esperable que la salud no figure en
nuestra agenda”, reflexionó Pasman.
El estudio también reveló que,
comparada con otras áreas, como la
justicia o la economía, la salud es
la que resulta mejor evaluada entre
la población. Por otra parte, en
referencia a los diferentes
subsistemas, es el de la medicina
prepaga el que obtuvo los mejores
valores, aunque un 74% manifestó no
tener conocimiento alguno sobre la
ley de marco regulatorio.
“Pareciera, destacó Pasman, que la
gente que usa la medicina prepaga
está contenta y que no ve al
hospital público como opción”.
¿POR
QUE LA LEY QUE TENEMOS?
Más tarde, Pasman repensó los
motivos por los que surgió la ley
26.682: “Antes, estábamos primeros
en las quejas del consumidor; ahora
descendimos al puesto 14º en cuanto
a cantidad de quejas”. Según Pasman,
“no es tan seguro que la gente esté
insatisfecha con el sector: en la
Ciudad de Buenos Aires, las prepagas
no figuran en la nómina de los
primeros nueve rubros que más quejas
reciben”.
“¿De que se queja, entonces, este
15% de la población?”, se preguntó
Pasman. Según analizó, este sector
critica la alta carga impositiva, el
aumento de los colegios privados y
también el costo de su prepaga. “Y
tienen razón”, admitió Pasman. “Es
por eso que este 15% demanda a los
políticos que controlen a las
prepagas; estamos a favor de la
regulación, por supuesto, pero la
gente en realidad lo que quiere es
que no le aumenten la cuota”.
Analizando en detalle el uso que dan
los beneficiarios a los servicios de
las prepagas, Pasman especificó que,
mientras el 46% consume entre el 0%
y el 30% del valor de su cuota en
prestaciones, el 18% consume entre
el 30% y el 50% y el 12% consume
entre el 50% y el 75% de lo que
abona. “Eso quiere decir que al 76%
de la gente le saldría más barato
dejar la prepaga y pagarle al médico
cuando fuera necesario”, señaló
Pasman. Por otro lado, sólo el 12%
de los beneficiarios consumen más de
150% de su cuota, y es este mismo
grupo el que requiere el 56% de
todos los recursos. “Cuando veo
estos números y escucho decir que
las prepagas no son solidarias,
pienso que hay una contradicción”,
enfatizó.
LA
ACTUALIDAD DE LA MEDICINA PREPAGA
“El sector viene creciendo”,
adelantó Pasman. Además, detalló, el
acceso a puestos con buenos salarios
ha hecho que una porción importante
de la población haya optado por
pasar de una obra social a una
prepaga: “El sector ha crecido en
cantidad de afiliados y la gente ve
como buena opción tomar el sistema
privado”.
Del 15% de los beneficiarios de
prepagas, sólo el 5% tienen contrato
directo con la empresa; el 10%
restante contrata los servicios a
través de una obra social: “En este
sentido, vemos que los sectores
están bastante unidos”, subrayó
Pasman. El crecimiento de las
prepagas, por otra parte, ha
disminuido su ritmo “porque el
crecimiento del empleo se frenó;
cuando crece el nivel de empleo,
crece el sector”.
Completan el cuadro del escenario
actual del sector la escasez de
camas, la concentración, la
incertidumbre que genera la ley, la
integración vertical y la
integración horizontal que empieza a
surgir entre prepagas y ART. “Lo que
va a deteriorar el sector es el
conflicto entre financiadores y
prestadores por los aranceles”,
advirtió Pasman.
EL
FUTURO YA LLEGO
Frente a este escenario, Pasman
aportó una serie de posibles
horizontes futuros. En cuanto a los
efectos de la ley, Pasman revisó las
declaraciones de la Presidenta y de
Oscar Lescano al respecto. Mientras
que Cristina manifestó por cadena
nacional que “nadie está procurando
que se funda ninguna empresa”,
Lescano, por su parte, le dijo a La
Nación que “el día que nos quieran
tocar las obras sociales,
estatizarlas o privatizarlas, le
vamos a declarar la guerra total,
van a tener que matarnos a todos”.
“Hay que leer estas informaciones”,
destacó Pasman. “Las palabras de
Cristina las creo en un 100%, pero
también las de Lescano.”
¿Qué camino seguirá el sector de las
prepagas?, se preguntó hacia el
final Pasman. Como en política a
nivel país, expuso, “surgen
optimistas y pesimistas y empieza a
no haber matices”. “Los pesimistas
creen que la medicina prepaga se va
a acabar, pero yo no creo que esto
ocurra”, señaló. Los optimistas, por
su parte, están en la vereda de
enfrente. Consideran, parafraseó
Pasman, que “si el gobierno fuera a
matar al sector ya lo hubiera
hecho”.
“Yo no me instalo en ninguna de las
dos posturas”, resaltó Pasman. “Lo
más probable es que suceda un
deterioro gradual del sector”,
postuló. Es cierto, pronosticó, que
“el sector se va a comer muchos
sapos en los próximos años”. Por
ejemplo, la puja distributiva va a
deteriorar la calidad de los
servicios, va a ir en aumento el
conflicto de las prepagas con los
médicos, y va a crecer más la
deshumanización de la atención
médica. “Todo esto va a estar
pasando, pero no hay un colapso del
sector”.
Para finalizar su presentación,
Pasman destacó que “hacia adelante,
veo que va a primar la racionalidad
en las autoridades”. Hay que
recordar, señaló, que la mayor parte
de la ley es correcta y que las
autoridades tienen una situación
difícil de encarar frente a una
opinión pública que repudia los
aumentos de cuotas. “En el corto
plazo, es difícil que se corrija la
ley, pero después de un tiempo de
deterioro, la esperanza es que surja
una ley nacional superadora”,
sintetizó. Con esa señal
esperanzadora cerró Pasman su
presentación, recordando a la vez
las palabras del Dr. Abel Albino:
“El futuro no es lo que va a pasar
sino lo que vamos a hacer”. |