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En el panel
dedicado a la Praxis Médica, los
representantes de las compañías
aseguradoras más destacadas
reflexionaron sobre los puntos de
contacto y los distanciamientos que,
en el camino de la salud, unen y
separan a las aseguradoras y los
prestadores.
El Dr. Fabián Vítolo, Gerente de
RRII y Servicios Médicos de Noble
Compañía de Seguros, el Dr. Fernando
Mariona, Director de TPC Compañía de
Seguros, el Dr. Tito Tomassini, Jefe
del área Médico Legal de Prudencia
Cía. Argentina de Seguros Generales,
el Dr. Horacio Canto, Gerente de
Administración de Riesgo de SMG
Seguros, y el Dr. Alfredo Rossi,
Asesor Letrado de Seguros Médicos,
formaron parte del panel de Praxis
Médica de Quo Vadis Salud 2012, que
llevó por título una sugerente
pregunta: “Prestadores y
aseguradoras, ¿van en el mismo
sentido?” Para responderla, los
disertantes contaron con la
coordinación del Dr. Rafael Acevedo,
Gerente General de La Mutual
Argentina Salud y Responsabilidad
Profesional. “Las aseguradoras
muchas veces plantean que no reciben
respuesta de los asegurados; es en
este dilema que se ha propuesto el
título del panel”, anticipó Acevedo
en su rol de coordinador.

HACIA
LA UNIFICACION DE LOS CAMINOS
En su sexta participación en Quo
Vadis Salud, el Dr. Fabián Vítolo
abrió su disertación realizando un
paneo de la actualidad en materia de
demandas de praxis médica. “En junio
de este año, detalló, las demandas
en Noble alcanzaban ya los 850 mil
pesos, lo que supuso un aumento
significativo con respecto al año
pasado”. Ante un monto semejante,
Vítolo aclaró que “nuestros peritos
coinciden que en más del 63% de los
casos no hay mala praxis”.
En su opinión, como resultado de la
creciente litigiosidad, las empresas
aseguradoras han “pasado de un
abordaje tradicional a un enfoque
que incorpora el manejo de
siniestros y el trabajo en
prevención de juicos”, a la vez que,
ante la visibilidad de pacientes que
sufren los resultados de errores
evitables, como operaciones en
sitios equivocados o caídas, también
se ha comenzado a “trabajar sobre
factores humanos y en fomentar el
trabajo en equipo”. “En este sentido
avanzamos las empresas de seguros:
ponemos el foco en el paciente y no
en el juicio”, destacó Vítolo.
En relación a la pregunta del
título, Vítolo señaló que “a las
compañías de seguros los prestadores
nos ven como una fuente de
financiamiento”. Además, agregó que
“a los médicos no les preocupa quién
va a pagar; les preocupa perder la
matrícula o tener que pagar la
defensa: es necesario compartir
riesgos”.
Más tarde, Vítolo subrayó que,
aunque todas las compañías de
seguros invierten en sistemas que
ayudan a las instituciones a mejorar
sus programas de control, “todavía
no terminamos de ser vistos como una
herramienta útil; noto que hay una
subutilización de los servicios de
las aseguradoras”. El segundo
problema, añadió, es la escasa
participación de los médicos en los
planes de calidad institucional.
Es por eso que, sintetizó, son este
tipo de conflictos lo que “conspiran
contra el punto en común: la
seguridad del paciente, que es el
elemento de unión a partir del cual
se puede empezar a trabajar”. En
este sentido, dijo Vítolo, “los
progresos son muy limitados y faltan
interlocutores”. Hacia el final,
destacó también que crear una
cultura de seguridad es difícil y
plantea un desafío: “Para ir en el
mismo sentido, tenemos que
desarrollar una visión clara,
compartida por todos; el éxito no
depende de planes brillantes, sino
del buen sentido común”.
EVITAR
LA CONTRAMANO
El Dr. Fernando Mariona comenzó su
presentación yendo directamente al
núcleo de la pregunta planteada en
el panel: “Ir en un mismo sentido
significa que vayamos todos hacia el
mismo lugar; ocurre que estamos
yendo en el mismo sentido pero todos
por carriles distintos”, especificó.
Mariona pasó luego a recordar las
acciones que, desde TPC, la compañía
que representa, se realizaron para
fortalecer ese posible camino en
común con los prestadores. “Siempre
nos preocupamos por preguntarle a
los médicos cuáles eran sus
necesidades, somos de las pocas
aseguradoras que más se preocupó de
pulir sus productos”, señaló. Entre
los servicios que ofrece desde hace
tiempo TCP, Mariona señaló, entre
muchos otros, la contrademanda
gratis, los honorarios y gastos por
fuera de la suma asegurada, las
franquicias para juicios y
mediaciones, el asesoramiento legal,
la confección de manuales y
consentimientos, la elaboración de
proyectos de ley y los planes de
educación presencial y a distancia.
La respuesta que obtuvieron desde la
vereda de enfrente, sugirió Mariona,
no fue de reconocimiento. Además,
señaló, se genera un enfrentamiento
entre la defensa del médico y la de
las clínicas, los asegurados están
renuentes a la dirección de los
procesos y “no quieren pagar la
franquicia ni que hagamos acuerdos”.
“Es decir que no estamos yendo en un
mismo sentido”, enfatizó Mariona.
“En algún momento nos tendríamos que
reunir para que nos digan qué más
esperan de nosotros”.
Para cerrar su presentación, Mariona
reflexionó sobre la pregunta del
panel: “Ir en el mismo sentido
significaría que todos fuéramos por
el mismo camino y en la misma
dirección, que empujáramos todos en
el mismo sentido”. Pero lo más
importante, afirmó, “es que no
vayamos a contramano”.
COMPAÑIAS QUE ACOMPAÑAN
En su presentación, el Dr. Tito
Tomassini expuso distintos modos en
que las empresas aseguradoras pueden
acompañar al profesional médico en
caso de un litigio. “El trabajo
médico es muy estresante”, adelantó
Tomassini. Los médicos, expuso,
“pueden sentirse abrumados y fuera
de control ante una acusación de
mala praxis”. En esas
circunstancias, se genera en el
profesional una confusión emocional
que no se elimina hasta que se haya
llegado a una solución legal. “Más
del 95% de los médicos reacciona con
estrés emocional, indignación,
conmoción y tensión interna”.
“Los abogados y las compañías de
seguros puede ayudar a enfrentar
estas situaciones”, enfatizó
Tomassini. Así, resulta normal que
las compañías aconsejen a los
médicos que no se tomen la acusación
en forma personal. “Los médicos son
muy vulnerables a las demandas y
este es un factor a ser tenido en
cuenta por las compañías”,
especificó. “Son muy sensibles a las
críticas y es su honor el que está
en juego, por eso la acusación de
fracaso representa para ellos un
asalto personal”, añadió Tomassini.
Para hacer frente a esta situación,
señaló, es útil que “observen sus
reacciones físicas, psicológicas y
personales”; asimismo, “deben tener
un médico personal y no deberían
automedicarse”. En este sentido,
Tomassini aportó algunas estrategias
útiles para abordar la problemática
que surge ante un litigio. El apoyo
social, enfatizó, es de suma
importancia: “Los médicos deben
compartir sus sentimientos y
reacciones”.
Cambiar el significado del evento
también ayuda, señaló Tomassini: “Es
necesario que cambien la percepción
de que son malos médicos y que, en
cambio, desarrollen buenos
sentimientos sobre ellos mismos”.
Todas estas estrategias ayudan, en
definitiva, a “disminuir los efectos
del estrés y a recuperar la
sensación de equilibrio personal y
profesional”.
Para concluir, Tomassini relevó el
rol que las aseguradoras pueden
tener para apoyar a los
profesionales: “Las aseguradoras
podemos estar junto al profesional.”
“Es justamente en estos aspectos que
toma relevancia la calidad de la
compañía aseguradora que el médico
ha contratado”, destacó.
PREVENIR ES MEJOR QUE… LITIGAR
El Dr. Horacio Canto, por su parte,
decidió hacer foco en la importancia
de la prevención. “La
responsabilidad profesional médica,
postuló, no es un simple riesgo más:
es un riesgo de tiempo ilimitado,
que se extiende en el tiempo y que
alcanza cifras millonarias”.
Más tarde, Canto ahondó en la
diferencia entre una póliza de
seguro estándar y una póliza de
seguros especializada que, además,
le brinda al médico un servicio de
posventa. Este tipo de pólizas
especializadas, señaló, “brindan una
herramienta de resguardo
patrimonial, estimulan a los
asegurados a identificar factores de
riesgo y a elaborar estrategias de
prevención”. Las estrategias que las
aseguradoras deben poner en marcha
para prevenir litigios, destacó
Canto, incluyen favorecer el reporte
de los incidentes, lograr el
compromiso de los líderes de la
institución y estimular la detección
y análisis de los incidentes.
Además, “hay que estimular el
aprendizaje a partir de los errores:
debemos aprender de lo ocurrido”,
planteó Canto.
“¿Vamos en el mismo sentido?”, se
preguntó Canto. “Muchas veces no”,
señaló. Es que “los directivos o
líderes de empresas de salud no
comprenden la importancia de
instrumentar estas estrategias”,
explicó. Para cerrar su disertación,
Canto destacó una asimetría en los
conceptos que manejan aseguradoras y
prestadores: “Los programas de
administración de riesgos deben ser
considerados como inversión, no como
gasto”. Para superar esa asimetría,
concluyó, se debe apostar a la
capacitación, a la normatización, a
la optimización de la documentación
y a la detección precoz de los
riesgos.
PIEDRAS EN EL CAMINO
Fue el Dr. Alfredo Rossi quien cerró
el panel, y lo hizo repasando los
obstáculos que se encuentran en el
que debería ser el sendero común de
aseguradoras y prestadores. “Lo
cierto es que podríamos
concentrarnos en la litigiosidad
debida pero, lamentablemente,
todavía nos encontramos con que la
mayoría de los litigios son
indebidos: es por eso que no
compartimos el mismo camino”, señaló
Rossi.
Según el doctor, hay una tendencia
mundial a considerar que cada vez
que hay un daño tiene que haber un
resarcimiento: “Esto complica el
panorama del camino a compartir”. El
problema central, destacó, radica en
el abuso de las acciones de amparo:
“Parecería que en eso se agota la
acción judicial; esto afecta el
funcionamiento de los presupuestos,
afecta a los prestadores, a los
médicos y también a las
aseguradoras”, agregó.
Para limitar la litigiosidad
indebida, generada por la real
masificación de los servicios
médicos y por el deterioro de la
relación entre médico y paciente,
planteó Rossi, “se necesita de un
consejo médico y de uno de abogados
que trabajen sobre la realidad, para
mitigar la primera reacción de los
pacientes”.
En relación a los montos millonarios
de las demandas por mala praxis
médica, Rossi subrayó que “incluso
en los casos de litigiosidad debida
subyace un problema que atenta
contra todo el sistema de salud: la
inflación”. Aunque hay “paliativos
creados por las distintas cortes”,
como el reconocimiento de tasas
activas y pasivas, Rossi dejó en
claro que “se trata de sucedáneos de
lo que sería un verdadero
reconocimiento de la inflación”.
“Esto nos lleva a concentrar
nuestros esfuerzos en las
condiciones y el medio ambiente del
trabajo, entendido en sentido
amplio”, postuló Rossi. Es que son
ésos, señaló, los entornos donde en
realidad se encuentran médicos y
pacientes. “Hay que trabajar allí
para evitar el deterioro de la
relación médico paciente” y para,
además, comenzar a modular políticas
para el sector. “En definitiva, lo
que más nos va a afectar es que los
costos de este sistema nos van a
poner en situaciones complejas: va a
ser imposible mantener la protección
con inversiones que están lejos de
los valores inflacionarios”, analizó
Rossi.
Para cerrar su presentación, Rossi
concluyó que “aseguradoras y
prestadores estamos llamados a
transitar por un sendero común
porque estamos enfrentando un
problema común: si no lo resolvemos
entre todos no lo resuelve nadie”.
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