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Gestión
de Servicios de Salud

Los sistemas sanitarios
constituyen una forma compleja de interrelación entre
diversos actores, entre los que podemos listar, en nuestro
país, como principales a los gobiernos Nacionales,
Provinciales y Municipales, los Seguros Sociales y los
Seguros Privados, los prestadores de servicios sanitarios,
los proveedores de insumos y al total de los ciudadanos.
Entre esos actores se producen diferentes niveles de
interacción para conseguir los distintos objetivos que se
prosiguen en cualquiera de los sistemas sanitarios
cualquiera sea la sociedad de que se trate y que son la
equidad, la accesibilidad, la oportunidad, la calidad, la
satisfacción del usuario, la eficiencia y la efectividad.
Entre estos objetivos queremos puntualizar algunos.
a) La satisfacción de los usuarios. Ese parámetro es muy
personal y tiene diferentes abordajes según pensemos en
nuestro propio estado de salud o bien en el grado de
satisfacción o conformidad con los servicios sanitarios que
recibimos.
b) La equidad tiene diferentes formas de expresarse pero en
general puede decirse que es la forma en que los sistemas
sanitarios pueden lograr los mismos cuidados de salud en
cantidad y calidad, con independencia de sexo, la edad, la
condición social o económica, ámbito geográfico, cultura
etc.
c) La eficiencia es la forma de conseguir los objetivos de
calidad del sistema con un costo que la sociedad pueda
financiar y evitando dentro de lo posible los costos de no
calidad.
Según las diferentes formas de interacción y los valores que
predominan en una sociedad respecto a otra, se generan los
diferentes tipos de sistemas sanitarios donde los objetivos
a lograr pueden estar considerados según un diferente orden
de prioridades de uno respecto al otro. Tienen que ver como
interactúan factores como el financiamiento, las formas de
regulación, las formas de gestión y la utilización de los
servicios.
En este escrito vamos a desarrollar el tema de la gestión de
servicios de Salud.
En trabajos anteriores ya hemos expresado que los sistemas
sanitarios impactan muy poco en la mejora de la salud de las
poblaciones y que la disminución de la enfermedad y la
mejora del nivel de salud de las poblaciones se produce
fundamentalmente por acción de factores denominados
determinantes o condicionantes de la salud que son la
biología humana, el medio ambiente, los estilos de vida, el
nivel educativo, el entorno laboral, el nivel y la
distribución de la renta, entre los más importantes.
Sin embargo, en general los gastos en salud están afectados
en un 90% para los sistemas de atención y sólo un 10% para
los otros determinantes.
El gasto aumenta exponencialmente, pero es escaso en
calidad, considerando que hay autores como Berwick que han
calculado que entre el 40% al 50% de lo gastado en Salud se
aplica en costos de no calidad, por la utilización
innecesaria de recursos, menor nivel de eficiencia (más
gasto con iguales resultados) menor efectividad (más
acciones e iguales resultados) y falta de equidad (el mal
uso de recursos implica su falta en otras acciones de
salud).
Definimos como Gestión al conjunto de acciones que se
realizan tendientes a administrar y dirigir los recursos
disponibles con el fin de lograr los objetivos y metas
propuestos en un contexto de máxima eficiencia y
efectividad.
Este concepto es aplicable en su totalidad a la Gestión
Sanitaria o Gestión en el ámbito de la Salud.
En este campo, el de la Salud, diferentes son los niveles
donde puede aplicarse la Gestión:
A) GESTION DE
POLITICA SANITARIA. ORGANIZACIONES SANITARIAS
En este campo y en primer lugar aparece la Regulación como
herramienta de Gestión Sanitaria.
Ya se ha expresado que la función de producción de salud es
de naturaleza compleja y que los servicios de salud forman
parte de los llamados mercados imperfectos (tienen
incertidumbre, fallas y asimetrías de información, con
relación de agencia) y por lo tanto para funcionar
adecuadamente necesitan un marco regulatorio específico, que
asegure la equidad.
Otros ejemplos de Gestión de Políticas Sanitarias es la
aplicación de estrategias destinadas a proteger y mejorar la
salud de las personas actuando sobre los condicionantes de
la Salud. Estas líneas de acción se materializan en medidas
como la educación en estilos de vida saludables y la
protección del medio ambiente con incorporación de
tecnología en el marco del desarrollo sustentable.
Otros ejemplos pueden ser la estrategia de APS, la gestión
de la cobertura financiera de las atenciones de salud del
sector público o del Seguro Social, la definición de
políticas y prioridades para la asignación de recursos y
también en la organización y articulación de los propios
servicios sanitarios.
Otro campo no menos importante es el desarrollo de programas
como herramientas de gestión.
El programa es una herramienta o instrumento destinado a
hacer operativas las políticas sanitarias a través de la
aplicación de acciones de promoción, prevención,
recuperación y rehabilitación de la salud.
Los programas pueden originarse en cualquiera de los
sectores de la Salud, públicos (Municipio, Provincias,
Nación), Seguridad Social (ejemplo PMO), o sector privado.
Los programas pueden aplicar uno o varios tipos de acciones
de salud, pueden ser verticales u horizontales y pueden ser
de apoyo al sector de la Salud sin aplicar acciones
sanitarias.
Otro campo de Gestión es la Evaluación de las tecnologías
sanitarias. (Estudio de las implicancias médicas, éticas,
económicas, etc. del uso y desarrollo de tecnologías
sanitarias, buscando orientar una toma racional de
decisiones).
B) GESTION DE
MODELOS DE ATENCION. GESTION DE REDES
Una Red de atención de la Salud de las Personas es un
conjunto de prestadores de primer, segundo y/o tercer nivel
asistencial, distribuidos geográficamente con criterios y
vínculos jurídicos de complementariedad y de referencia y
contrarreferencia, destinados a brindar cobertura a una
determinada población residente en su área de influencia,
bajo normas, procedimientos y criterios programáticos
comunes, controlados y conducidos, en su objetivo específico
por un órgano de administración único.
Los modelos de atención en Red implican la organización y
gestión del órgano de administración, la elección de los
participantes, definir el modelo de prestaciones a aplicar,
definir los niveles y las formas de articulación de los
prestadores de complejidad diferenciada. Incluye la
negociación de valores y las modalidades de retribución de
servicios, la coordinación entre los diversos centros,
hospitales y otros establecimientos de salud (públicos o
privados), los cuales deben ofrecer una cartera de
prestaciones definida que incorpore acciones preventivas,
curativas y de rehabilitación, definir mecanismos de
referencia y contrarreferencia, estructurar adecuados
mecanismos de comunicación entre los integrantes y de
información, realizar el seguimiento de los productos que se
generen, realizar la evaluación de la gestión y la calidad
de los resultados.
Se han desarrollado a lo largo del tiempo y en diferentes
regiones diferentes modelos de técnicas aplicadas a las
Redes, destinadas a controlar los costos en los sistemas de
Salud, definir las formas de contratación y de retribución y
mejorar la calidad de los productos y de los resultados
obtenidos.
Entre ellas podemos citar los cuidados Administrados o
Managed Care, surgidos en EE.UU. y que dieran lugar a la
aparición de los HMO (Organizaciones de mantenimiento de la
Salud), IPA (Asociación de Práctica Independiente), PPO
(Organización de Proveedores Preferidos), los planes POS
(Punto de Servicio) etc.
Frente a la excesiva fragmentación de los servicios de salud
han surgido las Redes Integradas de Servicios de Salud o de
Gestión Sanitaria (RIGS) en inglés CHIN (Community Health
Information Network), con base en la atención primaria y
participación de los diferentes sectores financiadores y
prestadores del lugar.
Las Redes Integradas de Gestión Sanitaria, han sido
definidas como una de las herramientas posibles para abordar
algunas estrategias de cambio, entendiendo que si la
atención médica es necesariamente un proceso continuo que
involucra a distintos agentes, se los debe integrar en una
red que facilite esta interrelación. Aplicadas en zonas de
Latinoamérica y en España, sin embargo, aunque las nuevas
tecnologías de la informática y de las comunicaciones
posibilitan técnicamente este tipo de proyectos, son muchas
las preguntas en este tipo de modelo que aún no tienen una
respuesta satisfactoria.
C) GESTIÓN DE
ESTABLECIMIENTOS ASISTENCIALES
Sabemos que el mayor gasto en salud ocurre al interior de
las estructuras de los establecimientos asistenciales, donde
se concentra más del 50% del gasto total.
Ya expresamos que, sin embargo, el mayor impacto en la
mejora de indicadores de salud se asocia con las estrategias
de abordaje con acciones preventivas y de promoción de la
salud que se dan en la atención ambulatoria extra
institucional y a la modificación de determinantes apoyados
en cambios sociales ajenos a las estructuras de salud.
La mayoría de las Instituciones de Salud ya sean públicas
como privadas, presentan estructuras muy rígidas y
burocráticas para adecuarse a los rápidos cambios en los
Sistemas de salud.
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En
el cuadro siguiente se ha tratado de resumir los
principios fundamentales de la gestión Clínica y sus
herramientas de aplicación: |
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Principios
Incrementar la calidad y la eficiencia (relación
costo/beneficio) de las intervenciones sanitarias
brindadas por establecimientos y servicios. |
Herramientas
Protocolizar los procesos asistenciales basados en la
evidencia científica y adaptarlos al lugar y momento. |
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Control Continuo de
Gestión |
Auditoría de la calidad
de los cuidados médicos y de enfermería.
Auditoria de los procedimientos diagnósticos y
terapéuticos. Evaluación de la utilidad de los cuidados
y de los procedimientos y tecnología aplicada.
Control y supervisión de los recursos utilizados.
Evaluación y control de los resultados obtenidos. |
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Participación
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De los
equipos de salud en la gestión de recursos humanos y
materiales, en la gestión de los presupuestos y en la
rendición de resultados. |
Muchas todavía no entienden
que una institución sólo admite un proceso que es general
para toda ella y no parcial para cada área o servicio. No se
puede separar lo administrativo de lo prestacional pues ello
conduce a extremos de ineficiencia.
Debido a la multiplicación de los costos en Salud, los
sectores financiadores han trasladado parte de su riesgo a
las Instituciones prestadoras tanto ambulatorias como con
internación, apelando al pago per cápita o bien al pago por
sistema modular.
Los prestadores Institucionales deben garantizar que
producirán resultados sanitarios con los más bajos costos y
a un nivel de calidad que les permita satisfacer a usuarios
cada vez más exigentes.
Ello obliga a los prestadores a controlar sus procesos
productivos y asegurar la obtención de resultados
satisfactorios y competitivos en la atención de salud.
Por supuesto, una cosa es el dicho y otra el hecho.
No es nada fácil controlar un proceso de producción
sumamente complejo conformado por miles de casos diferentes
que son atendidos en los establecimientos.
Y allí es donde se desarrolla la denominada Gestión Clínica:
una herramienta de gestión que se aplica en el interior de
los establecimientos asistenciales ambulatorios y con
internación y dentro de éstos también en los diferentes
servicios. Busca incrementar la calidad y la eficiencia
(relación costo/beneficio) de las intervenciones sanitarias
brindadas por dichos establecimientos.
Estas estrategias de gestión deben ir unidas a un cambio en
la forma de abordaje de la Salud de las poblaciones,
entendiendo la necesidad de la intervención con anterioridad
a la aparición de la enfermedad, y dando gran valor a las
estrategias de prevención y promoción de la Salud, las que
son de menor costo y de gran impacto.
En el Sector de la Salud los profesionales son los
encargados de asignar la mayor parte de los recursos, por
medio de un sinnúmero de decisiones diagnósticas y
terapéuticas tomadas a diario, la mayoría de ellas en
condiciones de incertidumbre.
La Gestión Clínica es la herramienta tendiente a disminuir
la incertidumbre en la toma de decisiones y controlar los
resultados de los servicios tanto en su calidad como en sus
costos.
El primer concepto a adquirir es que la producción de
servicios de salud es una actividad científica, en la cual
es posible establecer rasgos comunes que asemejan a algunos
y diferencian a otros, y que las enfermedades tienen un
conjunto específico de maneras de presentarse.
Un modelo que se desarrolló a partir de este concepto y
dentro de la Gestión Clínica fue el de los GRD o Grupos
Relacionados con el diagnóstico, entendiendo como tales a la
clasificación de grandes cantidades de pacientes en grupos
similares en cuanto a necesidades de diagnóstico,
tratamiento y tipo de cuidados, o sea en una serie de
categorías homologables por la utilización de recursos
empleados en los procesos productivos. Categorías que al
mismo tiempo permitieran el desarrollo de programas de
garantía de calidad en los centros.
Ha sido utilizado además como modelo de pago, aunque en
nuestro país no se ha generalizado y salvo alguna que otra
experiencia, persisten otras modalidades diferentes de
retribución por resultados.
Dentro de la Gestión Clínica aparece un segundo elemento,
esencial.
El incremento de costos en Salud se relaciona, entre otras
causas, con la expansión de tecnología disponible para el
diagnóstico y tratamiento.
Si bien no hay ninguna duda sobre los beneficios que ha
significado el aporte tecnológico, debemos analizar la
procedencia y la cantidad con que se utilizan en el
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y, sobre todo,
en el costo-beneficio que representan respecto de otras
intervenciones de menor costo y riesgo.
En las organizaciones sanitarias, los profesionales de la
salud toman día a día decisiones que afectan la calidad y el
costo de los servicios, basadas en opiniones o sea en sus
conocimientos, sus valores, y los recursos existentes, y no
en el saber conjunto del sector, en un momento determinado.
Existe una gran diferencia entre los médicos sobre el uso y
valorización de determinadas prácticas y en las indicaciones
de los procedimientos (Sobre ellos influyen la industria
tecnológica y farmacéutica de salud, la publicidad, su
aversión al riesgo, años de profesión, nivel de
conocimientos y especialización, tiempo de dedicación al
paciente, relación medico paciente, suficiencia, etc.).
Al ser decisiones individuales, se produce una gran
variabilidad en la práctica, sin aumento de la calidad y sin
resultados satisfactorios.
Y esa variabilidad se traduce en aumento de costos
traducidos en incremento de los días de estada, uso de
procedimientos no justificados, uso de intervenciones que no
sólo no mejoran la salud sino que generan aumento de
morbilidad, etc.
Por ello otro elemento de la Gestión Clínica de los
Establecimientos es la incorporación de sistemas de
normalización de prácticas clínicas que se fundamentan en
los principios de la Medicina Basada en Evidencias (EMB.
Forma de integrar los resultados de la investigación de
calidad con la experiencia clínica y los valores del
paciente).
El objetivo es sistematizar procedimientos sobre la base de
aquellas evidencias derivadas de la investigación, el
llamado factor científico.
La mayor parte de las acciones que generan un incremento de
eficiencia son aquéllas cuya decisión se toma con relación a
la práctica clínica basada en la evidencia científica.
La gestión clínica parte del principio de que las decisiones
diagnóstico-terapéuticas, además de las correspondientes
medidas de promoción, prevención y rehabilitación, deben
apoyarse en evidencias científicas y en evaluaciones
económicas que validen las bondades de los distintos manejos
y también las consecuencias y costos de dichas medidas.
Para ello aparecen y se desarrollan dentro de los
establecimientos las guías de práctica clínica (GPC).
Se trata del uso de un conjunto de recomendaciones
elaboradas en forma sistemática, destinadas a ayudar a los
profesionales y a los pacientes en la toma de decisiones
para lograr atención adecuada.
Surgen de una combinación de conocimientos científicos del
momento actual y criterio y práctica profesional.
Estandarizan la práctica médica, ofrecen la mejor atención
basada en la evidencia científica y las posibilidades del
lugar, mejora la utilización de los recursos y al mismo
tiempo contiene los costos.
Traducen el conocimiento científico en práctica médica y al
mismo tiempo mantienen informados y actualizados a los
profesionales.
Un tercer elemento de la Gestión Clínica es la participación
de los profesionales y en general de todo el equipo de Salud
en la gestión de los centros, como actores protagónicos de
los procesos asistenciales.
Con tal fin se pretende que participen en la gestión del
servicio que prestan. Esto significa, que se hagan
responsables del impacto que causan sus decisiones,
responsables no sólo del paciente sino también de los
recursos que se utilizan para su atención y que su
credibilidad se base en evidencias, no tan solo en su
prestigio.
Si bien el objetivo primario de la organización debe ser la
atención de calidad al paciente, es también importante que
se responda a las necesidades totales de la Institución.
Un elemento central para que la GC pueda funcionar es la
existencia de sistemas de información clínico-administrativa
en los establecimientos, que permitan el seguimiento y la
evaluación oportuna para fundamentar las decisiones. Estos
sistemas, además, deben asegurar la provisión de los
protocolos y guías para que puedan ser utilizadas en el
proceso asistencial.
La Gestión Clínica implica también la Gestión de Calidad de
los establecimientos.
Introducir innovación y creatividad con el objetivo de
mejorar tanto los procesos asistenciales como los
administrativos.
Diseñar programas de calidad implica hacer un diagnóstico de
situación de los problemas de calidad de la organización,
elaborar proyectos de mejora estructurados, realizar
procesos de evaluación y monitoreo de calidad.
Para ello son premisas fundamentales el trabajo en equipo,
el liderazgo de la conducción, el uso de la supervisión y de
la auditoria como herramientas de la gestión de calidad, y
la aplicación de la ética en la gestión de servicios de
salud.
Otra herramienta de gestión de calidad es el uso de la
acreditación como mecanismo de evaluación externa.
Dentro de la gestión de calidad del Establecimiento debe
estar desarrollado un sistema y una metodología para conocer
el grado de satisfacción de los usuarios externos (Libro de
reclamos, sugerencias, felicitaciones, buzón de opiniones,
encuestas) y de los usuarios internos (modelos de gestión
por competencias).
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