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Desde hace ya varios años, las células madre se han
posicionado como la intervención terapéutica más
prometedora, pero su promesa en el terreno de la
medicina se presenta actualmente como mucho más amplia
que el mero empleo terapéutico en sí mismo. Hoy se sabe
que las células madre pueden ser empleadas como modelos
celulares de estados patológicos, lo que significa un
avance de enorme importancia en el desarrollo de nuevos
fármacos. (1)
En un artículo reciente (2) se reseña el empleo de
células madre pluripotenciales humanas no sólo en lo
referente a su potencial tecnológico, sino que también
se ahonda en las barreras organizacionales, legales y
financieras que actualmente están demorando su adopción.
Resumimos aquí los puntos clave de esta profunda
revisión.
El desarrollo de nuevos fármacos es un costoso proceso y
el mayor de los temores en este camino es la pérdida de
tiempo y dinero y de la oportunidad al encarar la
investigación de una droga equivocada. Suele hallarse en
la prensa la referencia a una caída en las acciones de
una empresa en respuesta al fracaso de una nueva droga
en los ensayos clínicos. Al llegar a esta instancia se
encuentra que el fármaco había pasado airoso las pruebas
en los modelos pre-clínicos, pero ¿qué ha sucedido para
que esos resultados in vitro fracasen al momento de
encarar las experiencias clínicas? Según los mencionados
autores (2) puede tratarse de una falla en la elección
del modelo preclínico, ya que algunos modelos celulares
han sido diseñados para expresar una diana particular a
nivel no fisiológico con el propósito de probar la
interacción del candidato con tal diana. Sin embargo,
esto puede resultar como no representativo a la hora de
demostrar esta interacción in vivo. Los procesos
biológicos son llevados a cabo por sistemas, no por
moléculas independientes, y al alterar las variables de
un sistema a menudo aparecen efectos colaterales.
Tratar una enfermedad in vivo se asemeja a dirigir una
batalla a gran escala en un bosque, en la que
intervienen muchos participantes, favoreciendo o
confundiendo los esfuerzos de los otros. Concentrarse
sólo en un objetivo ignorando el contexto del medio
donde se encuentra la célula es equivalente a disparar
sobre un blanco de cartón puertas adentro, con buena
iluminación, y declarar la batalla ganada.
El screening fenotípico, que alguna vez fue el
camino clásico del desarrollo de nuevos fármacos, ha
cedido el paso a los ensayos basados en el blanco, y
ahora nuevamente se han ubicado en el primer plano, en
este caso informados por –pero no dependientes de– los
métodos basados en el blanco. La otra condición clave
para asegurar que los escenarios sean lo más próximos
posible a los hallados in vivo podría ser el empleo de
Células Madre Pluripotenciales humanas (IVD hPSC).
Existen muchas ventajas para utilizar estas células,
tales como:
-
Representan fielmente las respuestas de una
población celular particular, especialmente en
poblaciones tales como cardiomiocitos, neuronas y
hepatocitos.
-
A
diferencia de las células primarias, estos hPSCs
proliferan y de esta forma no requieren una
recolección invasiva, que en algunos casos no es
posible, como con las neuronas.
-
El
cultivo es expandible y puede ser automatizado.
-
Se
puede modelar la diferenciación celular.
Sin
embargo, a pesar de las promesas de esta tecnología,
existen obstáculos para su introducción. Uno de éstos
impedimentos que Engle y Puppala (2) mencionan, está
representado por las simples dificultades que siempre se
encuentran en una tecnología nueva para su introducción
en una organización. Las nuevas tecnologías requieren
ser “compradas” primero por los funcionarios más
importantes, pero éstos suelen estar alertas frente a
resultados demasiado prometedores que pueden ser
alcanzados con una nueva tecnología ya que esto puede
provocar una exagerada impaciencia si estas promesas no
son alcanzadas. También se ha mencionado el hecho de que
cualquier nueva tecnología científica requiere de la
creación y evaluación de nuevos protocolos. Las nuevas
líneas de células madre también deberán ser
identificadas para asegurar que se trata de modelos
adecuados.
Otro aspecto es el legal. Las leyes que rigen el empleo
de células madre en la investigación presentan una gran
variabilidad entre diferentes países, un hecho que puede
complicar las colaboraciones internacionales. Las
células pluripotenciales (IVD hPSC) están menos
reguladas que las células madre embrionarias, pero aún
así en general están reguladas.
A pesar de los reparos, Engle y Puppala siguen creyendo
que los beneficios de esta tecnología a la larga los
superarán. Señalan que a medida que esta tecnología sea
gradualmente adoptada por la industria, el advenimiento
de nuevas técnicas, nuevos estándares y nuevos
protocolos hará descender los costos y los precios a la
vez que disminuirán la variabilidad de los resultados.
Actualmente las IVD hPSCs están siendo empleadas por
algunos equipos en ensayos de etapas tempranas, pero tal
como señalan en su artículo, ciertamente hay oportunidad
para que sean empleadas en otras etapas de la
investigación clínica.
En tanto que los medios internacionales aún discuten en
forma candente acerca de los aspectos éticos del uso de
células madre embrionarias y de su potencial empleo como
panacea, puede que en los ámbitos más serenos pero no
menos frenéticos del desarrollo farmacológico sea donde
esta tecnología realmente tenga impacto.
Referencias:
1. Clark, G.: Stem Cells; the Future of Drug Development?
http://www.pharma-iq.com/pre-clinical-discovery-and-development/articles/stem-cells-the-future-of-drug-development&mac=PharmaIQ_OI_Featured_2011&utm_source
=pharmaiq.com&utm_medium=email&utm_campaign=
PharmaIQOptIn&utm_content=91213?elq=170a0f16adbb4
bbeb7ef7 f2d2a5f 22f8&elq CampaignId=2650.
2. Engle SJ and Puppala D: Integrating Human Pluripotent
Stem Cells into Drug Development. Cell Stem Cell 12(6)
pp. 669 – 677, 2013
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