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MODELOS DE
CONTRATACIÓN DE SERVICIOS
ASISTENCIALES
Formas de
Retribución Profesional en Salud
INTRODUCCIÓN
Las formas de retribución
profesional en salud con sus
diferentes modelos de contratación
son las herramientas necesarias para
vincular el desempeño de los
proveedores de servicios de salud y
los financiadores.
Constituyen
una herramienta importante de la
gestión puesto que inciden
directamente en los costos e
indirectamente en la conducta de los
prestadores.
Se transforman en los instrumentos
para viabilizar la compensación
económica al prestador por los
servicios de salud brindados a
individuos o poblaciones.
El espectro que incluye a los
prestadores se compone de una amplia
variedad de protagonistas: desde
proveedores de servicios de salud
unipersonales (médicos, odontólogos,
kinesiólogos, psicólogos, etc.) a
complejas instituciones
empresariales.
Entre estos extremos se encuentran
pequeñas y medianas instituciones
tales como agrupaciones de
profesionales, laboratorios de
análisis clínicos, centros de
diagnóstico o tratamiento, clínicas,
sanatorios y redes de servicios
vinculadas societariamente o por
rubro profesional.
En tanto que entre los pagadores se
encuentran Asociaciones, Centros de
Diagnóstico y/o Tratamiento,
Clínicas, Sanatorios, Obras
Sociales, Entidades de Medicina
Prepaga, Mutuales, Cooperativas,
Compañías de Seguro, Aseguradoras de
Riesgo de Trabajo, entre otros.
En algunas ocasiones prestador o
proveedor de servicios asistenciales
puede cumplir un doble rol al ser
también financiador.
EL
MARCO NORMATIVO PARA REGULAR LA
RELACIÓN PRESTADOR-PROVEEDOR DE
SERVICIOS Y FINANCIADOR EN EL
CONTRATO O CONVENIO
En él se expresa la voluntad de
ambas partes, es decir el fin que se
persigue con el acuerdo vinculante
además de la operatoria que pondrá
en marcha para ponerlo en ejecución.
Los contratos constan de un cuerpo y
anexos, de los cuales merece
destacarse el nominado como Normas
Operativas o similar.
En el cuerpo se establecen aspectos
fundamentales de la relación
prestador-financiador tales como la
identificación de los protagonistas
en la relación contractual
(contratante y contratista); las
características de los servicios que
se incluyen; aspectos globales de la
operatoria tal como el modelo, monto
y tarifas de contratación;
mecanismos, formas y plazos de pago;
información sobre la población
blanco de atención tal como
ubicación geográfica y aspectos
demográficos o epidemiológicos;
métodos de control en el
cumplimiento del contrato; modelos
de auditoría para contralor de los
servicios; previsión de cancelación
del contrato y mecanismos de
solución de conflictos.
Las normas operativas constituyen el
manual de procedimientos para llevar
adelante el acuerdo vertido en el
cuerpo principal del contrato o
convenio.
FORMAS
DE CONTRATACIÓN COMO UN INSTRUMENTO
DE GESTIÓN
Dentro de la gestión, los modelos de
contratación actúan condicionando la
oferta, la demanda y la gestión de
servicios de salud.
IMPACTO SOBRE LA OFERTA
Su impacto sobre la oferta, radica
en que las distintas formas
incentivan en algunas ocasiones la
derivación o la retención del
paciente.
Para comprender lo anterior basta
mencionar que un modelo de
contratación en el que la
retribución al prestador es la misma
independientemente de la carga de
servicios (por ejemplo pago por
consultas realizadas en el mes por
cada individuo incluido en el
beneficio de la prestación, es decir
misma retribución por una, dos o más
consultas) tiende a generar una
oferta de servicios con mayor
tendencia a la derivación y a una
subprestación.
En sentido inverso un modelo de
contratación en el que la
retribución al prestador es por
unidad de servicios (por ejemplo
consultas mensuales a beneficiarios
incluidos, es decir que si por una
consulta el pago es Z, por dos
consultas será Zx2, tres consultas
Zx3) tiende a general una oferta de
servicios con mayor tendencia a la
retención del paciente y a la
sobreprestación de servicios
asistenciales. Otro aspecto a
considerar como condicionante de la
oferta es que algunos modelos se
ajustan en mayor medida a la
promoción de la salud (retribución
por individuo), en tanto que otros
encuentran mayor aplicación en
curación o recuperación ante la
enfermedad (retribución por
práctica). Ante ello, el modelo de
retribución incentivaría uno u otros
aspectos de la prestación.
Finalmente, aquellos modelos de
retribución también inciden sobre la
ubicación geográfica de los
servicios prestadores, el grado de
especialización y el desarrollo de
la tecnología sanitaria aplicada.
IMPACTO SOBRE LA DEMANDA
Su rol como condicionante de la
demanda radica en su impacto sobre
la relación médico paciente y la
accesibilidad a los servicios.
A modo de ejemplo, los servicios que
optan por las formas de retribución
profesional por individuo – en
general– no permiten la libre
elección de prestadores por parte de
sus beneficiarios. Por ello, estos
servicios suelen tener como
requisito el acceso mediante la
asistencia inicial de un médico
generalista. Igual condición se
establece para la realización de
interconsultas o acceso a prácticas
especializadas.
De lo anterior se desprende que este
modelo promueve una demanda con un
mayor incentivo para una mejor
relación médico-paciente entre el
beneficiario y su médico de
cabecera. En el otro extremo, pueden
aparecer incentivos negativos en la
relación médico-paciente con los
especialistas.
Además en este modelo, la
accesibilidad se ve dificultada ante
la necesidad de centrar la atención
integral en el médico de cabecera.
IMPACTO SOBRE LA GESTIÓN PROPIAMENTE
DICHA
Tal como se describirá a
continuación, la forma de
condicionar la gestión por parte de
los distintos modelos de
contratación para la retribución de
servicios profesionales en salud,
radica en la cantidad y calidad de
los servicios, los costos, la
planificación, la administración y
los mecanismos de información y
control.
En definitiva, los modelos de
prestación inciden en la producción
o rendimiento y en la calidad de los
servicios, así como en las conductas
de usuarios y prestadores.
MODELOS DE CONTRATACIÓN
No existe dentro de los modelos de
contratación uno que sea
inequívocamente superior en el
objetivo de obtener un equilibrio
óptimo entre el incentivo económico
y la utilización eficiente de los
servicios, manteniendo una calidad
óptima de los servicios.
En cada uno de ellos puede
analizarse los riesgos económicos,
que surgen de la oferta y demanda de
servicios, los costos derivados de
la dimensión administrativa de
implementación de mecanismos de
control pago, previsibilidad del
gasto, calidad de la atención.
CÁPITA
La contratación de servicios
mediante el modelo de cápita
consiste en el pago de servicios
asistenciales a su proveedor
(independientemente de su
complejidad: consulta,
determinaciones de laboratorio,
internaciones, prestaciones
especializadas u otras) por unidad
de beneficiarios incluido en el
padrón.
Es decir, que –independientemente de
la cantidad de unidades de servicio
recibidas en el tiempo acordado– y
que generalmente es un mes
(consultas, determinaciones de
laboratorio, sesiones de
kinesiología, internaciones, TAC,
RMN, etc.), el pago será la
resultante de multiplicar el monto
acordado “per cápita” por el número
de beneficiarios incluidos (padrón
prestacional).
De ello deriva la necesidad de
contar con el registro actualizado
de los beneficiarios, que en este
tipo de contratación se incluye como
requisito a los efectos de reconocer
la validez de la prestación y por
ende la obligación de su
financiamiento.
En general este modelo de
retribución se realiza con pago
anticipado.
EJEMPLO DE APLICACIÓN DEL MODELO DE
CONTRATACIÓN POR CÁPITA
Este tipo de contratación requiere
del conocimiento de la tasa de
utilización de servicios (cantidad
de servicios prestados o recibidos
en la unidad de tiempo seleccionada)
en una población conocida, para
determinar técnicamente costos que
permitan llegar a un acuerdo que
satisfaga a prestador y financiador.
Requiere, además, una minuciosa
descripción del tipo servicio de
salud a brindar para evitar
distorsiones que atenten con la
calidad o permitan realizar los
ajustes que sean necesarios.
De este modo, aplicando los valores
unitarios de la prestación y su
promedio de utilización, se pueden
establecer los costos/gastos del
tipo de prestación capitada, de modo
de poder realizar una evaluación
técnica del acuerdo contractual.
CONSIDERACIONES GENERALES FINALES
DEL MODELO DE CONTRATACIÓN POR
CÁPITA
Tal como se viene reiterando, el
riesgo económico derivado de este
tipo de contratación, recae
fundamentalmente en el
prestador/proveedor de servicios.
El financiador podrá realizar su
planificación presupuestaria
aplicando un porcentaje fijo del
ingreso recibido por cada uno de los
beneficiarios incluidos en el
padrón, conociendo de antemano el
máximo que deberá pagar para cubrir
las necesidades de sus
beneficiarios.
En sentido contrario, si la tasa de
utilización de servicios excediera
el promedio, el riesgo económico de
los incrementos impacta directa y
exclusivamente en el prestador de
servicios.
Este modelo incentiva la
subprestación.
Las tasas de utilización de
servicios sufren variaciones de
acuerdo a las características
demográficas y epidemiológicas de la
población, así como de la evolución
del conocimiento y el nivel de
atención involucrado en el proceso
de atención, incluyendo el
desarrollo de tecnología sanitaria.
Sin embargo, no debe minimizarse la
importancia de la variabilidad
individual ante la enfermedad, al
considerar aspectos epidemiológicos
de la población involucrada.
El conocimiento de las
características de dicha población
permite construir el valor cápita
promedio ponderando el peso entre
los diferentes grupos que lo
componen.
De allí la necesidad de poner en
marcha mecanismos que se conviertan
en un adecuado ajuste de riesgo,
para costeo de cápita.
Los intentos para realizar este
ajuste de riesgo han llevado a
modelos que permiten capitalizar el
conocimiento de la situación de
salud de la población blanco, para
adecuar el costo cápita a montos que
garanticen la calidad de la
prestación y la promoción de tareas
eficientes de promoción de la salud
y prevención-atención-recuperación y
rehabilitación en enfermedad.
El ajuste de riesgo ha sido más
fácil de desarrollar para el caso de
internaciones, ya que allí la
información es más accesible.
PRESTACIÓN
El modelo de contratación de
servicios de salud por prestación
consiste en el pago por unidad de
servicios brindado,
independientemente de su complejidad
y de la cantidad de beneficiarios
sobre los que se han concretado, en
un período determinado.
Es decir que el monto a abonar por
el financiador surge del producto
entre el valor unitario del servicio
(consulta, diagnóstico por imágenes,
internaciones, cirugías, etc.)
acordado contractualmente y el
número de dichas prestaciones
realizadas en el período
correspondiente.
A diferencia del sistema capitado,
en esta modalidad el riesgo
económico recae en el financiador, y
es un modelo que tiende a incentivar
la sobreprestación de servicios
asistenciales, siendo éste –por lo
antedicho– un modelo que no promueve
la eficiencia.
Obstaculiza la planificación
presupuestaria en virtud de la
variabilidad individual y el perfil
prestacional. La aparición de
eventos catastróficos (enfermedades
de baja prevalencia que requieren
alto costo para su diagnóstico y
tratamiento) pueden poner en riesgo
la sustentabilidad en las
prestaciones.
Requiere la implementación de
rigurosos procesos administrativos
de facturación y liquidación de
prestaciones, debido a la
complejidad para cumplimentar el
pago de prestaciones asistenciales,
con el consiguiente aumento de
costos administrativos. Igual
incremento de costos deriva de los
mecanismos de contralor (auditoría).
Requiere de una exhaustiva
descripción de las prácticas
incluidas en la contratación y de un
despliegue de rigurosas normas
operativas contractuales.
CONSIDERACIONES GENERALES DEL MODELO
DE CONTRATACIÓN POR PRESTACIÓN
El riesgo económico derivado de este
tipo de contratación, recae
fundamentalmente en el financiador
de servicios. Los desvíos en las
tasas de utilización de servicios
que pudieran incrementar los costos
deben ser afrontados por el
financiador. Los eventos
catastróficos y las modificaciones
dinámicas de la población incluida
en el beneficio, pueden alterar
rápidamente los costos e impedir una
planificación presupuestaria a
mediano o largo plazo.
En este modelo, los desvíos
producidos por bajos aranceles a
prestadores tienden a corregirse con
sobreprestación de servicios que
atentan contra la eficiencia, sin
garantizar la efectividad y/o la
calidad de las prestaciones. Es el
modelo que más tiende a incentivar
la sobreprestación.
Como característica de su estructura
administrativa, ésta demanda altos
costos ya que el financiador debe
poner en funcionamiento mecanismos
de control que permitan afrontar los
costos limitando la sobreutilización
de los servicios (auditoría) y
garantizando la calidad de los
servicios.
Como mecanismos de “limitación” de
las eventuales sobre-prestaciones
los financiadores implementaron
sistemas de bonos, planillas,
autorizaciones previas y coseguros o
copagos. Estos últimos consisten en
un pago directo por parte de los
beneficiarios a los prestadores o al
financiador, respectivamente, con el
objeto de evitar la utilización de
servicios con el modelo de consumo.
Sin embargo el riesgo de esta
práctica es penalizar a quienes
realmente tienen un aumento de la
demanda en función de su condición
de salud/enfermedad.
MÓDULOS
La contratación por módulos consiste
en la aplicación de un sistema mixto
en el cual se convienen prestaciones
que lo integran (incluidas) a un
monto fijo y exclusiones que
requieren un sistema de pago por
prestación.
Este modelo incluye a un amplio
espectro de prestaciones que van
desde la llamada consulta vestida
(consulta más prestaciones de alta
utilización para el diagnóstico de
patologías prevalentes en cada
especialidad) hasta provisión de
servicios de la más alta complejidad
como trasplantes, cirugías
cardiovasculares o neurológicas.
A semejanza de la capitación es
necesaria una exhaustiva descripción
de las prestaciones incluidas puesto
que el financiador abonará un monto
acordado por todo lo incluido en él,
independientemente de la tasa de su
utilización. Se aplicará el modelo
por prestación para el pago de los
servicios excluidos.
Los riesgos económicos recaen
alternadamente en prestador o
financiador si las tasas de uso son
mayores en las prestaciones
incluidas o excluidas en el Módulo,
respectivamente.
Es un modelo que incentiva la
subprestación de prácticas incluidas
y sobreprestación de las excluidas.
Tiende a incentivar la eficiencia en
la prestación de servicios incluidos
en los módulos.
Suele requerir un alto gasto
administrativo en el contralor de
las prestaciones, a los efectos de
garantizar la calidad de la
prestación.
CONSIDERACIONES GENERALES DEL MODELO
POR MÓDULO
Por compartir características de los
modelos de contratación por cápita y
por prestación, constituye el
ejemplo característico de los
llamados modelos mixtos.
La característica de este tipo de
contratación es que el riesgo
económico se encuentra compartido
entre financiador y proveedor de
servicio, puesto que si la
utilización de las prestaciones
incluidas en el módulo fuesen
excesivas el costo puede superar el
monto de la contratación.
En sentido inverso, si las
prestaciones fuera de módulo fueran
excesivas, el monto erogable se
encontraría por fuera de la
previsión presupuestaria,
dificultando la planificación
presupuestaria.
Desde el punto de vista de la
calidad, este modelo podría verse
amenazado por la subprestación (de
los servicios incluidos) o
sobreprestación (de los servicios
excluidos).
Por lo anterior, es un modelo que no
promueve la eficiencia al incentivar
la utilización de las prestaciones
excluidas y puede amenazar la
efectividad al limitar las
prestaciones incluidas.
De allí que los costos operativos de
este tipo de contrato son altos, ya
que deben incrementarse los
mecanismos de control que garanticen
la calidad y eficiencia de los
servicios ofrecidos.
GRUPOS
RELACIONADOS POR EL DIAGNÓSTICO
(GRD)
Se trata del pago por el conjunto de
prestaciones para la atención de
determinadas patologías.
Las instituciones contratadas bajo
esta modalidad tienden a seleccionar
los Case Mix más lucrativos.
Es un modelo de contratación que
promueve la eficiencia, aunque
conlleva el riesgo prestacional de
la subprestación.
Desprotege las acciones preventivas
en salud por poco rentables,
poniendo énfasis en la atención de
la enfermedad.
Tiene como riesgo la sobreprestación
mediante un incremento en los
ingresos hospitalarios.
Si se ajustan los montos de
contratación según los costos
esperados para cada caso o GRD, el
riesgo recae en el financiador; de
lo contrario, el prestador asume el
riesgo de los casos más caros.
PAGO
POR CARTERA FIJA
Se trata de un modelo por el cual se
remunera por la atención predefinida
(ambulatoria o internación parciales
o totales) a un grupo de
beneficiarios sin considerar cambios
en el padrón prestacional.
A modo de ejemplo consistiría en un
pago mensual fijo a los
beneficiarios de una Obra Social por
atención de Internaciones Clínicas
sin requerirse padrón poblacional
actualizado.
En este tipo de contratación el
riesgo económico recae en el
prestador de servicios, ya que un
aumento en la tasa de utilización de
servicios o un incremento súbito en
las altas de afiliados no incide en
el monto a erogar por el financiador
(con la posibilidad de manejar con
mínima incertidumbre la
planificación presupuestaria) pero
puede poner en riesgo la
sustentabilidad económica en el
proveedor de servicios.
Es un sistema que puede incentivar
tanto la eficiencia como derivar en
deterioro de la calidad por
incentivo de la subprestación.
PAGO
POR SERVICIO (ESPECIALIDAD)
Se trata de un modelo de pago por
egreso y por servicio (cirugía,
clínica, obstetricia, UTI, etc.),
por ende el pago surgirá del
producto entre número de egresos por
el monto unitario de los mismos,
independientemente de la patología o
los recursos aplicados para
diagnóstico y tratamiento. Exige una
descripción de inclusiones y
exclusiones de la atención.
Los servicios que más frecuentemente
se contratan bajo esta modalidad es
la Obstetricia.
Comparten aspectos de la prestación
y de la capitación. Utilizando el
ejemplo de la prestación más
frecuentemente contratada, de
aumentar la tasa de partos e
internaciones obstétricas, el peso
económico recaerá en el financiador.
En tanto que, si el aumento se
produce en la tasa de utilización de
servicios incluidos, el riesgo
económico recae en el prestador. Al
igual que la cápita este modelo de
contratación incentiva la
subprestación de servicios y si bien
promueve la eficiencia, puede
conllevar al deterioro de la calidad
por aquélla.
LEASING DE CAMAS
Consiste en la contratación de
camas, independientemente de su
utilización. Por tanto el monto a
abonar surgirá del valor cama
pactado por el número de camas.
Incluye la prestación para la
asistencia de quienes pueden ser
internados de acuerdo a la patología
a tratar.
El riesgo prestacional recae en el
prestador de servicios de salud y el
riesgo que conlleva es la
subprestación de servicios
asistenciales.
Es un modelo que promueve la
eficiencia.
Se caracteriza por la baja carga
administrativa.
CONCLUSIÓN
Los modelos de contratación influyen
directamente tanto en la gestión
como en la oferta de servicios de
salud por parte de los proveedores y
condicionan la demanda en la
población en blanco.
Inciden en la planificación
presupuestaria y motivan disímiles
gastos administrativos.
Por ello, exceden su rol como nexo
contractual transformándose en
verdaderas columnas vertebrales de
la gestión.
(*)
Directora de la Carrera de Médico
Especialista en Auditoria Médica de
la Fundación del Sanatorio Güemes y
de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires
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