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El “Moobing” se encuadra dentro del “estrés Psicosocial”
y “Trastorno Adaptativo con ansiedad y depresión
asociadas”. Mientras la Organización Mundial de la Salud
mantiene sus previsiones para el año 2020 donde la
depresión será la segunda causa de discapacidad en el
mundo alerta sobre la posibilidad de destruir a una
persona con frases, miradas y actitudes. Mecanismo que
no sólo existe en la pareja, en la familia sino que es
un problema serio en las empresas o instituciones.
Patologías de la esfera psicológica que tengan sustrato
en un “órgano de choque” por ejemplo: úlcera, presión,
trastornos vasculares entre otros, ocultan el problema.
Las agresiones proceden de la voluntad de desembarazarse
de alguien sin mancharse las manos. Avanzar enmascarado
es lo propio del perverso. Esto es lo que hay que
develar para que la víctima pueda volver a encontrar sus
puntos de referencia y sustraerse a la mano de su
agresor. Hoy la experiencia clínica fundada en la
victimología, sitúa la problemática del lado de los
agredidos con el fin de que el acoso que sufren se
considere como lo que es: un verdadero “asesinato
psíquico”. La víctima vive una situación de la que no es
responsable.
El tema “acoso moral” es todavía un tabú que se está
transformando en un gravísimo problema que afecta a las
estructuras en todos sus niveles desde las bases hasta
la alta conducción de la profesión, el individuo, la
familia y la sociedad toda. Estudios realizados por el
FBI sobre asesinos en serie sitúan el perfil psicológico
del acosador moral como un pariente cercano de los
mismos. Insomnio, migrañas y dolores de estómago son los
primeros síntomas. Algunos beben y toman
tranquilizantes. El rol de la compulsión profesional, el
traslado de la culpa y la judicialización (acoso legal)
entre otros son factores del medio. Como concluye
Marie-France Irigoyen en su clásico libro sobre el tema:
“Médicos e inspectores de trabajo han confirmado este
fenómeno en plena expansión en el hemisferio norte, y
han comenzado a denunciar públicamente estos casos. La
toma de conciencia colectiva y corporativa es necesaria
para que la gente reaccione. Muchos siguen manteniendo a
esa gente destructora”.
El acoso empieza cuando la víctima reacciona y no se
deja avasallar. Su capacidad de resistir, a pesar de las
presiones es lo que lo señala como blanco. No es un
proceso vertical con base única en la autoridad sino más
bien tangencial. En países como España el 23 % de alta
dirección padece de sintomatología. “La empresa en su
conjunto se puede convertir en un sistema perverso:
cuando el fin justifica los medios, y cuando está
dispuesta a todo -incluso a destruir a sus empleados en
toda su escala- con tal de alcanzar sus objetivos”.
Enfrentamos a un proceso de acoso sin códigos, que no
sólo socava la dignidad del recurso humano, sino de la
propia estructura laboral. Si el punto de partida es un
conflicto entre personas es porque la empresa o la
institución lo permite y aunque ninguna Ley regule el
acoso moral, se debe imponer el respeto de los
individuos. La víctima no llega a darse cuenta de que la
están forzando. Se halla como atrapada en una tela de
araña, anestesiada, y a merced del que la domina. El
perverso tiene que poder controlar el juego, su víctima
no es más que un objeto que no debe abandonar su
posición de objeto, y no un sujeto interactivo. Esta es
la fase donde el agresor mantiene a la víctima en un
estado de estrés permanente. Lo que nos diferencia de
los individuos perversos, es que estos actos, en
nosotros, son reacciones pasajeras. La noción de
perversidad, implica una estrategia de utilización del
otro, sin que se produzca un sentimiento de culpa. Los
perversos son considerados como sicóticos sin síntomas
que encuentran su equilibrio en este proceso.” Si existe
un error de la víctima es en no ser desconfiada y en ser
leal en cuanto aceptar lo que se le dice al pie de la
letra.
Frente a una situación de estrés, el organismo reacciona
en un permanente estado de alerta, con secreción de
hormonas, depresión del sistema inmunitario con una
modificación de los neurotransmisores. En realidad esto
no es un problema de los neurotransmisores sino un
problema de relación que los altera. Se dirá entonces,
que las víctimas nacieron víctimas, se las acusará de
ser las responsables y a la hora de tratar de resolver
lo irresoluto se generará un aislamiento que las llevará
a la soledad.
DSM-IV lo define como el trauma generado que afecta a
funciones como la conciencia, la memoria, la identidad o
la percepción. Una vez que el proceso de acoso ya se ha
establecido, es difícil que se detenga de otro modo que
con la marcha de la víctima. Los medicamentos sólo
salvan el pellejo. La Asamblea General de las Naciones
Unidas, en un anexo a la declaración de principios
relativos a las víctimas, las define como violaciones en
materia de derechos humanos.
Otro libro significativo cuya autora es de nuestro país,
resulta ser el de la Lic. Diana Scialpi donde la
violencia es considerada una epidemia soslayada que, en
un futuro próximo, superará a las enfermedades
infecciosas como causa principal de morbilidad. El
enfoque de salud pública aborda las causas y las
consecuencias de la violencia, hace hincapié en la
acción colectiva y considera prioritaria la prevención.
La autora explora el territorio de la administración y
desenmascara conductas violentas habituales a través de
una muestra intencional de casos, propia de los estudios
exploratorios. Esta investigación es pionera del
fenómeno de la violencia laboral institucional (político
burocrático).
Quienes trabajamos en el área de la salud tenemos la
obligación ética y científica de reconocer y alertar
sobre estas patologías, y actuar siempre que sea posible
desactivando así la relación perversa, así como
introducir modificaciones, en el ámbito laboral
profesional o familiar donde se manifieste. Y sobre todo
los que tenemos alguna responsabilidad en el manejo y
liderazgo de equipos de trabajo, debemos estar
informados a fin de poder detectar y evitar estas
posibles situaciones fundamentalmente manteniendo un
bajo nivel de conflictividad.
(*) Médico - Maestreando
en Administración de Sistemas y Servicios de Salud; Sede
Fundación Sanatorio Güemes. Universidad de Buenos Aires.
Facultad de Medicina 2014.
Twitter @aacamerano
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