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La violencia contra los médicos
reapareció en los últimos días en
los hospitales de la Ciudad de
Buenos Aires. Los hechos ocurridos
en el Argerich y el Piñero volvieron
a poner sobre el tapete un tema que
la Asociación de Médicos Municipales
denunció hace varios años y que
muchos, en ese momento, tildaron de
oportunista y que con el correr del
tiempo tuvieron que reconocer que
estábamos en el camino correcto.
Es por eso que afirmamos que la AMM
es una de las entidades gremiales
líderes a nivel nacional en el
sector salud. Muestra de ello es la
constante lucha por los derechos de
los médicos de los hospitales
públicos, el protagonismo en las
discusiones sobre las diferentes
problemáticas de la salud pública, y
la firme defensa de condiciones y
medio ambiente de trabajo dignos
para nuestros colegas.
Se cumplieron diez años desde que
comenzamos a mantener negociaciones
paritarias propias con el Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires por lo
que ya no se necesita ir detrás de
las paritarias de otros sectores.
Una clara muestra del liderazgo de
la AMM es la última paritaria
firmada en la que se logró un
aumento promedio, según la categoría
y la carga horaria, que supera
porcentual y claramente la inflación
anual estimada.
Nosotros insistimos en el cuidado al
colega porque sabemos todos que en
la sociedad actual ha aumentado
dramáticamente el riesgo del
ejercicio de la profesión, no sólo
por la violencia en sus distintas
formas y el tema de la praxis
médica, sino también por distintos
aspectos de conflicto que afectan la
práctica diaria. Frente a los
hechos, nos vemos obligados a
preguntarnos si esa sociedad a la
que asistimos aumentó sus cuidados
hacia el equipo de salud, y si lo
hizo en forma proporcional al riesgo
que este debe enfrentar en su labor.
La respuesta es no. Es entonces que
las instituciones médicas gremiales
como la nuestra, que ha liderado a
nivel nacional la defensa de la
problemática médica, deben extremar
sus posibilidades para hacer más
segura la práctica diaria de la
medicina.
Seguimos trabajando constantemente y
no descansaremos en lo referente al
tema de la violencia, ni a los
distintos requerimientos de nuestros
asociados, ya que todo lo que nos
afecta, lógicamente, resiente la
calidad de atención. A lo ya
logrado, como aumentar las medidas
de seguridad en los hospitales o la
implementación del 0-800, por
ejemplo, hemos gestionado y
conseguimos que un móvil policial
esté presente en aquellos hospitales
cuyas ambulancias acuden a zonas de
alto riesgo, acompañándolas en todo
su trayecto.
Asimismo, cuando decimos que una de
las patas de sustentación de la AMM
es la firme defensa de las CyMAT, es
porque estamos convencidos de cuál
es la forma en que deben trabajar
los colegas.
Cuando mencionamos las acciones
institucionales, muchos son los
“etcétera” que pueden figurar. Pero
esa enumeración no es el fin que
persigue este editorial. Lo que
decimos a través de la mención de
luchas vigentes y logros, como la
Carrera de Profesionales de la
Salud, el convenio colectivo de
trabajo, nuestras paritarias
propias, la persistencia diaria en
el convencimiento de que la única
salud pública que queremos es la
mejor, así como el permanente
compromiso que adopta la institución
junto y unida a los colegas, no hace
otra cosa que remarcar la
importancia que la AMM le da a
cuidar al que cuida, a asistir al
que asiste.
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