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RELATO 1- PRIMERA PARTE
Barrio Libertador, Moreno, Provincia de Buenos Aires.
Sábado 28 de junio de 2014. Son las 19.45 hs. Jorge mira
en la tele la publicidad, en el entretiempo de
Colombia-Uruguay.
Graciela despide al médico de urgencias de la obra
social, y le pide que vaya hasta la farmacia a buscar
los medicamentos prescriptos: amoxicilina 1gr. y
paracetamol 500.
Refunfuñando contra el frío y la pérdida del segundo
tiempo, Jorge sale con la receta, el carnet y los
últimos $ 140, que restan del magro salario, hasta que
cobre el próximo martes.
Camina lo más ligero posible las 7 cuadras que lo
separan de la farmacia…, ¡que está cerrada! Según el
cartel, la única de guardia es la del centro. Va hasta
la parada y espera el colectivo; en 10 minutos llega,
sube, y (gracias a la SUBE-perdón por la redundancia)
paga solo $3.
Afortunadamente al llegar, solo hay cinco personas
esperando antes que él.
Llegado el turno, extiende la receta, y en segundos el
farmacéutico vuelve con las dos cajitas, son, con el
descuento de la obra social: $ 109,97 de la amoxicilina
y $ 20,40 del paracetamol: total $ 130,37.
¿No hay otros más baratos? pregunta Jorge. Sí, pero no
están en el listado de la Obra social, responde el
farmacéutico.
Jorge paga; es muy caro; y cabizbajo sube al colectivo
que está llegando: posiblemente pueda ver los últimos
minutos del partido.
RELATO DESCONOCIDO PARA
JORGE Y GRACIELA - ÚNICA PARTE
Si los medicamentos “hubieran estado” en el listado de
la obra social (Ley 25.649), Jorge podría haber pagado $
38,89 por la amoxicilina y $ 0,13 por el paracetamol;
total: $ 39,02.
Y llamativamente, sin descuento de la obra social, pero
con sustitución por un medicamento similar, hubiera
pagado $ 88.60 por la amoxicilina y $ 3,01 por el
paracetamol; total: $ 91,61.
RELATO 1- SEGUNDA PARTE
Jorge abre la puerta, cuando el árbitro da la pitada
final…Uruguay se quedó afuera…
Graciela le da un beso y le sirve un plato de sopa
caliente; él piensa que posiblemente el mes que viene,
si no surge otra urgencia; pueda gastar unos $ 50 en un
ramo de flores como el que le regaló el primer día.
En el televisor finaliza la publicidad de Precios
Cuidados…
TRISTE, SOLITARIO Y FINAL:
Como muestra, líneas más arriba el “relato
desconocido…”,la explícita o disimulada elusión por
parte de muchas obras sociales y empresas de medicina
prepaga (con la complicidad de parte de la industria)
del cumplimiento de la Ley 25.649, de prescripción por
el nombre genérico de los medicamentos, especialmente, a
través de contratos que hacen dificultoso (o imposible)
su aplicación plena por parte de los farmacéuticos,
están privando a los argentinos de hacer uso de la
herramienta legislativa tal vez más poderosa, para
mejorar su poder adquisitivo y protegerlos
financieramente ante los gastos de bolsillo en salud. Y
como muestra el ejemplo, puede, en ocasiones llegar a la
sinrazón, que la compra “directa” (sin la cobertura de
la seguridad social o privada) resulte menos onerosa que
la propia “cobertura”.
Tal vez, el uso adecuado del poder de policía y una
decidida política de información, defensa y apoyo a los
consumidores de medicamentos, sea más efectiva y útil
como política de inclusión, que cuidar los precios.
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