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Título: La cuna vacía.
País: Argentina.
Año: 1949.
Director: Carlos Rinaldi.
Música: Lucio Demare.
Fotografía: Francis Boeniger y Humberto
Peruzzi.
Montaje: Vicente Rinaldi.
Guión: Florencio Escardó.
Intérpretes: Ángel Magaña (Ricardo
Gutiérrez); Orestes Caviglia (Dr. Francisco Javier
Muñiz); Nelly Duggan (Lucía); Hugo Pimentel (Eduardo
Gutiérrez); José María Gutiérrez (Gervasio); Zoe Ducos
(Carlota); Ernesto Bianco (Cecilio Maciel); Pascual
Nacaratti (José María Gutiérrez), Juan Fava (capitán,
Guerra de la Triple Alianza), Alberto Mendoza (médico
joven en la sala de barracón inicial); Fernando Labat
(compañero de Medicina); María Luisa Robledo (madre
desesperada cuyo hijo es clandestinamente tratado en el
Hospital de Adultos), Lucía Barausse (la madre
preocupada en la escena con curandera); Ada Cornaro (en
escena corta con María Luisa Robledo y Ángel Magaña);
Claudio Martino (un colega médico de Gutiérrez) e Irma
Roig (muchacha en el Corso de Flores –breve aparición-).
Hay una lista de actores y actrices que figuran en los
créditos de presentación: Ana Arneodo, María Esther
Buschiazzo, Oscar Caruso, Mario Giusti, Jorge Villoldo,
Nora Gálvez, Susana Campos; Pablo Cumo; Jacinta Diana;
Carmen Giménez; Margarita Linton; Domingo Márquez;
Carlos Rossi y los niños del Teatro Municipal Lavardén.
Por el contrario, otros que actuaron, según la
bibliografía, no aparecen: Claudio Nájera, Maruja Roig,
Lilian Blanco, Warly Ceriani, Marcela Sola, Marta
González y Blanca Tapia. A unos y a otros no se los
podido identificar entre los personajes del filme (por
anónimos y/o por participación en escenas breves) pero
corresponde mencionarlos.
Color: blanco y negro.
Duración: 113 minutos.
Género: “drama, biopic”.
Productoras: Artistas Argentinos
Asociados.
Disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=xLI2mF-6SPM
SINOPSIS
“Biopic” del pediatra argentino
Dr. Ricardo Gutiérrez.
UNA HISTORIA DE
VIDA
La película, que abarca la vida de Ricardo Gutiérrez
(Ángel Magaña) desde que estudiaba abogacía en la
Universidad de Buenos Aires hasta la fundación del
primer Hospital de Niños que lleva su nombre, se inicia
con el arribo sucesivo a Buenos Aires de dos diligencias
que permiten el encuentro de tres personajes: Ricardo y
Eduardo Gutiérrez, con Cecilio Maciel quienes se reúnen
con su amigo, Gervasio, minusválido.
Aunque sus biografías no lo marcan con precisión, el
filme ubica el ingreso del Dr. Ricardo Gutiérrez a
Medicina (luego de abandonar abogacía) en 1860 con 22
años. En los siguientes 30 minutos, dominan hechos
previos (la exhortación del Dr. Francisco Javier Muñiz,
cirujano jefe de los campamentos argentinos, a quienes
parten hacia el combate); simultáneos (se hace hincapié
en la atención alternada a los heridos y a los niños de
la guerra – esto último no registrado taxativamente en
sus biografías- y posteriores a la Guerra de la Triple
Alianza (su condecoración). El resto del filme secuencia
su viaje a Europa, su impulso a la fundación de un
Hospital de Niños – los había sólo para adultos hasta
entonces- ante las damas de beneficencia, los a la
postre logrados barracones a modo de primer “hospital” y
su lucha en la epidemia de cólera. En esta sucesión hay
algunos desfases históricos que se han obviado a fin de
salvar la linealidad del relato. Tras una escena
dramática en la que Gutiérrez rescata de la muerte al
hijo de Lucía y Cecilio, la película cierra con Gervasio
en su silla de ruedas.
El biopic roza por momentos el melodrama, transita
facetas históricas ciertas aunque, por momentos, no
rigurosas en sentido estricto si se las coteja con su
precedente reseña biográfica, presenta algunos desfases
temporales y agrega amores y desamores no debidamente
comprobados en la vida de Ricardo Gutiérrez. Estas
licencias cinematográficas posibilitan, sí, una
narración diacrónica lineal con instantes de irregular
emotividad y dramatismo. Muestra buenas actuaciones del
trío actoral Gutiérrez-Bianco-Caviglia y un Magaña de
mayor edad que el Gutiérrez personificado en sus años
mozos, El filme, a pesar de su aceptable factura, deja
la impresión de que pudo haberse obtenido mejor producto
final.
Finalmente, cabe tener en cuenta que la época de rodaje
tornaba preciso el rescate y encomio de figuras con
sensibilidad y repercusión social. Si bien cabe
reconocer que no se trata de un emprendimiento
propagandístico directo, corresponde señalar, asimismo,
que éstos, por aquellos años, estaban focalizados
cinematográficamente en documentales y noticieros.
RICARDO GUTIÉRREZ Y
LA MEDICINA
Ricardo
Gutiérrez nació en Arrecifes (Provincia de Buenos Aires)
el 10 de noviembre de 1838.
Sus biografías refieren su actuación durante las
epidemias de cólera de 1867-1868 y de 1884 y la de
fiebre amarilla de 1871, año en que fue becado por el
gobierno nacional para perfeccionarse en Europa (beca
firmada por el Presidente Domingo Faustino Sarmiento).
Estando en París se orientó hacia la clínica infantil,
propiciando desde allí la creación de un hospital
pediátrico.
No debe obviarse el rol pionero que le cupo a ese país a
este respecto pues en 1802 se inauguró en la capital
francesa L’Hôpital des Enfants-Malades, primer hospital
en el mundo dedicado exclusivamente a la internación de
niños.
Primitivamente, el Hospital de Niños fue fundado en el
barrio de Almagro pasando al año siguiente a la calle
Arenales.
El 30 de abril de 1875 se inauguró el Hospital de Niños
“San Luis Gonzaga”, como se lo llamó originariamente, en
la calle Victoria 1179, hoy Hipólito Yrigoyen 3420. Esta
sede se trató de una casa humilde y alquilada, ubicada
en una zona de quintas, potreros, hornos de ladrillos,
corralones y viejos caserones de la época virreinal. Se
nombró como Director por tres meses al Dr. Rafael
Herrera Vegas a la espera del regreso de Ricardo
Gutiérrez, acontecido en agosto de ese año tras un
período de perfeccionamiento en Francia. La insuficiente
capacidad del Hospital forzó a su traslado el 22 de
abril de 1876 a un mejor edificio ubicado en Arenales
1462.
A los primeros facultativos y practicantes: Ignacio
Pirovano (Jefe del Servicio de Cirugía) y José María
Ramos Mejía se incorporaron los Dres. Eduardo Holmberg
en Anatomía Patológica, Mariano Bejarano en
Oftalmología, Baldomero Sommer en Dermatología y Juan
Pujol en Otorrinolaringología.
La gestión directriz de Ricardo Gutiérrez se extendió
por más de dos décadas. Durante ella pudo poner en
marcha, por vez primera en la Argentina, la medicina
psicosomática, considerando que los juguetes en las
camas de los niños coadyuvaban a su curación.
En 1886, Ricardo Gutiérrez facilitó a las damas de
beneficencia la estadística del año anterior para
fundamentar la necesidad de la construcción de un nuevo
y amplio hospital. Tras prolongadas tramitaciones se
adquirió el solar actual, se colocó la piedra
fundamental en 1893 y en 1896 se inauguró el actual
edificio en el Nº 1330 de la calle Gallo. Así, la
Argentina de esos días poseyó un Hospital de Niños que
constituía un orgullo de la Pediatría de Sudamérica por
su alta complejidad, por albergar todas las
especialidades pediátricas y no descuidar la educación
médica continua ni la asistencia integral del niño y su
familia, objetivo primordial para la formación impartida
en su ámbito.
Lamentablemente, Ricardo Gutiérrez, primer especialista
de Pediatría en nuestro país, no fue testigo de la
inauguración pues falleció en su casa de la calle
Libertad el 23 de setiembre de 1896. Al abrir sus
puertas, el hospital podía internar 230 niños, atendidos
por 12 médicos, 8 practicantes y 12 hermanas de la
Congregación del Huerto.
REFERENCIAS
1. Tarrés, MC y D’Ottavio AE: La cuna vacía: fragmento
de vida de un luchador por la pediatría argentina.
Revista Medicos Cine 2012; 8(4): 133-138
* El autor agradece el valioso aporte de los Dres. María
Cristina Tarrés y Alberto Enrique D’ Ottavio.
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