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En 1946 se crea el Ministerio de Salud de la Nación
durante la gestión del Dr. Ramón Carrillo, padre del
sanitarismo argentino. El Ministerio fue pensado para
constituirse en eje de la estrategia sanitaria nacional.
Tendría una acción efectiva y continua en las políticas
sobre la materia. (1)
Los gobiernos pseudo democráticos, de facto, o incluso
democráticos que continuaron a Carrillo, no lograron
instalar un plan nacional estratégico de salud.
La creación de las Obras Sociales Nacionales y del Pami
fue un aporte significativo. Estos dos sistemas
contribuyeron a mejorar la expectativa de vida de
nuestro país.
Con el tiempo siguen posibilitando el acceso a la salud,
en el caso de las O.S. de casi 50% de la población
general.
La medicina prepaga, heredera del sistema privado
pre-Carrillo, con más presupuesto que las O.S. atiende a
una porción importante de personas pero
proporcionalmente mucho menor que las O.S. Nacionales.
La Medicina Prepaga fue beneficiada por la ley de
desregulación de los trabajadores.
De esta manera el subsector de O.S. Nacionales, esta
subsidiando mediante el SUR, a través de los fondos de
los trabajadores, a la medicina prepaga. (2)
Esto no resuelve los grandes problemas de salud de los
argentinos.
El subsector público tuvo avances significativos en
cuanto a sus políticas estructurales, en calidad
sanitaria y en distribución geográfica.
Pero no ha sido suficiente.
Cierto es que desde el 2003, las obras impulsadas por el
Gobierno Nacional, de infraestructura, vivienda, agua,
desagües y plantas de tratamiento cloacal, entre otras,
que se ejecutan a través del Plan “Más Cerca”, lograron
que la salud en la Argentina vuelva a la senda que
anheló el Dr. Ramón Carrillo, con avances científicos y
políticas sanitarias al servicio de todos los argentinos
y, especialmente de los grupos más necesitados.
La Asignación Universal por Hijo y la Asignación
Universal por Embarazo son otro claro ejemplo de la
integralidad de las políticas que lleva adelante este
proyecto político comenzado en el 2003.
No hay un indicador más adecuado para expresar los
avances en materia de desarrollo, que la tasa de
mortalidad infantil, que en la Argentina, entre 2003 y
2012, descendió un 32,1 por ciento, y hoy se ubica en el
nivel más bajo de la historia.
Sin embargo los índices sanitarios que mejoraron
sensiblemente en la llamada década ganada, no reflejan,
una realidad que debemos observar y estudiar con
detenimiento.
EL DEBATE SOBRE LA SALUD NO SE INSTALÓ EN LA
SOCIEDAD
Algunas leyes sancionadas, no son producto de
estrategias sanitarias, sino que actúan sobre grupos
poblacionales pequeños que no mejoran la salud general.
Se debe legislar adecuadamente y sobre integralidades,
tendiendo a abarcar grandes poblaciones y no sectores de
poca influencia sobre el bienestar sanitario general.
La regulación tan esperada de sectores claves en la
salud como los medicamentos es prioritaria. En muchos
casos, autorizados sin avales científicos reconocidos
por estándares de investigación internacional.
Los costos de los mismos deben tener topes lógicos
adaptados a la realidad de nuestro sistema de salud.
La regulación en los costos de prótesis e insumos es una
necesidad urgente para el sistema.
Ni hablar de la tecnología sin control, superpoblando
los lugares en que es negocio a través de la generación
de mercado y en muchos casos con indicación médica sin
evidencia clara de necesidad.
TODOS SABEMOS DESDE SIEMPRE QUE MÁS TECNOLOGÍA
NO ES MÁS SALUD. (3)
La protocolización de los grandes síndromes, a través de
consensos adecuados, y que representa un problema de
ágil solución, es una meta alcanzable, con gran
incidencia en el gasto superfluo generado por las
prácticas de diagnóstico sin control.
En este tópico la educación médica es imprescindible,
mediante la adecuación de las currículas universitarias
de grado y de posgrado a la realidad de nuestro sistema
de salud.
La medicina ocupacional es un eje que se debe tratar
profundizando el control de las ART. Esto para que los
otros subsectores no las subsidien atendiendo los casos
en que dichas empresas no den las soluciones adecuadas.
La falta de control bromatológico, ocasionada por el
desguace durante las dictaduras militares de los
sectores de control ministerial, no tuvo una adecuada
política de refundación de los mismos.
El control y regulación en sectores claves para la salud
urbana y rural relacionados con el ambiente y sus nexos
necesitan una profundización de las políticas de
control.
UNA META ES LA GENERACIÓN DE ECOSISTEMAS
SALUDABLES
Merece una consideración especial lograr la regulación y
clasificación de los Prestadores de Salud de todos los
subsectores según calidad y complejidad.
Se debe consensuar la creación de modernos índices
sanitarios que sean fiables, para poder planificar con
realidades lógicas.
Los Ministerios de Salud están ausentes en la
distribución lógica de prestadores, dejando porciones
inmensas de territorio y sus poblaciones lejos de una
atención adecuada o con baja calidad.
Con las leyes de desconcentración generadas en las
dictaduras militares también se destruyó la presencia
del Ministerio de Salud de la Nación en la Provincias,
dejando librado a éstas, la generación de políticas
sanitarias propias sin una conducción integrada, federal
y actual, que oriente hacia las grandes metas sanitarias
nacionales.
La sanidad de fronteras en este mundo tan globalizado
también se debe implementar con lógica sanitaria.
El Ministro de Salud Pública Ramón Carrillo, basó el rol
del Estado en materia sanitaria sobre tres pilares:
medicina preventiva, medicina social y atención
materno-infantil.
Hoy no alcanza, es otro tiempo, otro país y otro mundo.
El Sistema Nacional de Salud se va a lograr mediante la
complementariedad de los subsectores existentes. (4)
La equidad se va a universalizar cuando la accesibilidad
geográfica se alcance.
El Ministerio de Salud de la Nación debe regenerarse a
sí mismo, proyectándose hacia el futuro, para lograr una
vida más saludable para todos.
Desde Ramón Carrillo a Angus Deaton (5), Premio Nobel de
Economía 2015 hay un gran desarrollo en la búsqueda de
mejores condiciones de salud.
Nuestro gran desafío va a ser reducir las desigualdades
sociales y la concentración de la riqueza,
universalizando la prevención (6), llegando con nuestro
sistema de salud a todos los rincones de la República
(7), por más alejados que sean de las ciudades
capitales.
La colaboración entre los subsectores complementándose y
volviendo sinérgicas las poleas del desarrollo es la
etapa que viene. (8)
Seamos parte de ese proyecto para la generaciones que
vengan, con la fuerza de las ideas, del conocimiento, de
nuestras convicciones y el sentimiento altruista de
quienes nos inspiraron para ser parte de la Argentina
grande y solidaria.
Referencias:
1- Arturo Carrilo-Ramón Carrillo-El Hombre, el médico,
el sanitarista -Bs.As /2008
2-Evaluacion de cambios recientes en la financiacion de
los servicios de salud-OMS-Geneve- 1993
3- Jon Elster-El cambio tecnológico-Edic. Gedisa-1992
4-Klajman Mauricio-La equidad complementaria como modelo
de desarrollo entre los subsectores de salud de la
República Argentina-Asociación de Economía de la
Salud-Buenos Aires-Argentina/Pesquisa en base de datos –
LILACS-San Paulo/ Brazil-2015
5- Angus Deaton-El gran escape: salud, riqueza y los
orígenes de la desigualdad-Fondo de Cultura
Economica-2015
6- Chertkoff Liliana - Cartografía de una mirada
ampliada–Intramed-2005
7-Chertkoff Liliana-¿Por qué el gasto en salud es un
problema? Revista Médicos-Setiembre 2015.
8-Thomas Piketty/El capital en el siglo XXI-Fondo de
Cultura Económica-BS.AS-2015.
*Médico-UBA-1974/Licenciado en Ciencia Política/UNC-1991
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