|
Una de las grandes sorpresas que aportaron las
evaluaciones de carga de morbilidad globales, es la
aparición de las enfermedades y problemas englobados
dentro del campo de la salud mental como principales
causas de discapacidad en todo el mundo. Si bien
anteriormente muchos estudios específicos venían
alertando sobre esta problemática creciente, es en la
década de los 90 donde comienzan a surgir como graves
problemas de salud pública.
En la actualidad existe alarma en la comunidad sanitaria
internacional por el crecimiento exponencial de esta
problemática y su impacto sobre la salud de las
personas, sobre los costos crecientes en los sistemas de
salud y sobre la productividad de los países por el
aumento del ausentismo de los trabajadores.
A pesar de esto, son pocos los países que han
reaccionado adecuadamente ante esta problemática. Los
países de mediano y bajos ingresos como el nuestro, en
donde se ve el mayor impacto de estos problemas, son los
que menos cartas han tomado en el asunto.
DEPRESIÓN LA NUEVA “BOMBA”
EPIDEMIOLÓGICA
La depresión es probablemente la enfermedad mental más
frecuente en la población general. Aunque las
estimaciones sobre su incidencia y prevalencia varían
dependiendo de la definición de caso y el tipo de
instrumento empleado, se acepta que un 2-15% de los
individuos padecen a lo largo de su vida una depresión
unipolar (OMS - International Consortium in Psychiatric
Epidemiology). Algunos estudios de seguimiento muestran
además que el trastorno depresivo a menudo recurre y
puede hacerse crónico en el 25% de los enfermos (Kendler
KS y col.).
El estudio de la OMS “Problemas psicológicos en la
atención sanitaria general” mostraba que las tasas de
discapacidad asociadas con la depresión eran mayores que
las producidas por otras enfermedades crónicas como la
hipertensión, la diabetes, la artritis y el dolor de
espalda. Los resultados mostraron que los trastornos
depresivos son muy comunes en atención primaria y llevan
asociada una importante discapacidad funcional.
La depresión tiene un impacto económico en la comunidad
que va más allá de los costos directos vinculados con el
uso de los servicios sanitarios. La depresión afecta al
rendimiento laboral del individuo de una manera muy
marcada. Sobre el costo total de esta patología la parte
más significativa de éste es la vinculada con la pérdida
de productividad laboral de los sujetos afectados, que
supone el 90% del costo total. Estos costos indirectos
son unas 23 veces más altos que los derivados del uso de
medicación antidepresiva, que tan sólo suponen el 3,4%
de los costes totales de la depresión.
Según la Organización Mundial de
la Salud, en 20 años la depresión será la enfermedad que
más padecerán los seres humanos convirtiéndose en el
mayor problema de salud, superando en número al cáncer y
los trastornos cardiovasculares.
De
acuerdo con la OMS, este trastorno será el mayor
problema de salud para las sociedades, tanto económico
como social, especialmente en los países en desarrollo
en donde actualmente sólo se gasta menos de 2% de sus
presupuestos nacionales en servicios de salud mental.
LA DEMENCIA, OTRO GRAVE
PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
El World Alzheimer Report publicado por la ADI –
Alzheimer´s Disease International de este año se
focaliza en el efecto global de la demencia y provee
proyecciones estimadas de la prevalencia, incidencia y
las consecuencias económicas y sociales de la demencia
hacia el 2050.
Dicho reporte estima que en la actualidad alrededor de
47 millones de personas están viviendo con demencia y
que se diagnostican alrededor de 10 millones de nuevos
casos por año. Más grave aún es el hecho que según
estima el reporte, para el año 2050 la proyección de
personas viviendo con demencia se proyecta al triple de
la actual, o sea más de 130 millones. El informe también
estima que en los países de bajos ingresos la proporción
de personas con demencia crecerá más del doble respecto
a los países de ingresos altos.
El costo estimado en atención de la demencia en todo el
mundo para 2015 es de 818 billones de dólares, el cual
sufrió un incremento de 214 billones desde 2010. Sin
embargo, en los últimos 5 años la distribución del gasto
ha cambiado muy poco: Más del 90% del gasto en atención
de la demencia se realiza en los países de altos
ingresos aunque la mayoría de las personas con demencia
viven en países de medio y bajos ingresos.
En base a las predicciones de incremento de la
prevalencia, el costo global de la demencia está
estimado en más de un trillón de dólares para el 2030.
LOS PROBLEMAS DE SALUD
MENTAL EN LA ARGENTINA
En nuestro país la depresión ya ocupa el séptimo lugar
entre las enfermedades que más años de vida perdidos
ajustados por discapacidad (AVAD) producen. Si le
sumamos una serie de patologías como el alcoholismo que
ocupa el lugar 12 en términos de AVAD, las demencias
(lugar 14) y los suicidios (lugar 17) vemos la gran
importancia que adquieren las patologías en- globadas
genéricamente como neuropsiquiátricas o conexas.
A pesar de esto los presupuestos
públicos para esta área son totalmente insignificantes y
no existen políticas acertadas de promoción, prevención,
asistencia y rehabilitación. La reciente sanción de la
Ley no ha producido un impacto significativo en
contribuir a solucionar este grave y creciente problema.
En definitiva, los problemas de salud mental son unas de
las principales causas de morbilidad en nuestro país y
sin embargo el desarrollo de políticas públicas para
esta área está totalmente estancado.
(*) Médico. Especialista en
Salud Pública. Ex Subsecretario de Relaciones
Institucionales e Investigación del Ministerio de Salud
de la Nación (2008 – 2009).
|