|
El año que termina deja sin resolver
buena parte de los puntos centrales
que hacen al desarrollo de la
Medicina Prepaga en la Argentina.
Y dado que este fin de año coincide
con el final de un Gobierno, el
repaso de la agenda del sector
constituye el punto de partida de la
gestión que deben realizar las
Empresas (y las Cámaras que las
agrupan, como es el caso de CEMPRA)
con las nuevas autoridades.
El panorama tiene varios puntos
salientes: un retraso tarifario
acumulado desde el inicio del
período en el que el sector es
regido por la Ley 26.682, un reclamo
similar por parte de los prestadores
que impide que las EMP puedan
recuperar márgenes y sólo se
transformen en generadores de
mayores recursos para otorgar a sus
redes de prestadores, la creciente
problemática de las personas que
ingresan con preexistencias a partir
de la vigencia del artículo 10, la
judicialización tantas veces
mencionada, la innovación
tecnológica como factor que en lugar
de reducir los costos, como en otras
actividades, los encarece, la falta
de funcionamiento de comisiones y
ámbitos de reflexión conjunta que
logre sentar a una mesa de discusión
a representantes de los distintos
eslabones de la cadena de valor.
Estos tópicos no abarcan la
totalidad de las cuestiones que se
deberán enfrentar a partir de 2016,
pero tal vez contribuyan a delinear
una primera y segunda línea de
prioridades que contenga el
comprensible interés en resolver
temas que están en zonas grises del
debate y de la acción desde hace
años.
Las nuevas autoridades reciben a un
sector que está aprendiendo a
convivir con una regulación, que
deberá encontrar también cohesión
interna para afrontar las
problemáticas, que requiere algunos
ajustes inmediatos con objetivos y
metas de corto plazo a la vez que
debe entregarse a la gestión de una
agenda estructural, metódica e
integral.
Desde CEMPRA renovamos el entusiasmo
y el optimismo, revalidamos nuestro
mérito de representar a decenas de
empresas de cada provincia de la
Argentina que tienen ahora una
cámara de eco para que resuene su
voz. Sentimos y sabemos que somos
interlocutores válidos para
cualquier Gobierno que esté
dispuesto a afrontar los desafíos de
un diálogo sobre una herramienta,
como lo es nuestra Ley, a la que le
faltó el debate, el raciocinio y el
sentido común que ahora debemos
darle todos los actores del sector.
Nuestra actividad como cámara ha
tenido continuidad y crecimiento
durante el año que termina. Hemos
incorporado nuevas entidades a
nuestro ya nutrido listado,
ratificando el carácter nacional y
federal que nos da identidad,
sumando adhesiones tanto en el
conurbano bonaerense, como en
distintas provincias.
Con buen marco de asistentes
organizamos reuniones destinadas a
médicos auditores para abordar temas
comunes a la problemática de
nuestras entidades: manejo de
medicamentos de alto costo y
prótesis (control de prescripción,
negociación de precios unitarios,
compra colectiva, protocolos de
utilización), aspectos vinculados
con el creciente impacto de las
prestaciones relacionadas con
discapacidad.
En la búsqueda de mejores
herramientas para encauzar la letra
de la Ley 26.682, hemos organizado
también: Jornadas de Asesores
Letrados, cuyos contenidos
emergentes han sido, en parte,
entregados a las autoridades con el
objetivo de apuntalar la gestión y
promover debates constructivos sobre
distintos aspectos de la actividad
enunciados en la Ley pero no
reglamentados aún.
A las nuevas autoridades, nuestra
felicitación desde CEMPRA, nuestro
augurio de una gestión exitosa y,
sobre todo, nuestro inquebrantable
compromiso de un aporte que esté a
la altura de la necesidad histórica
que atraviesa la discusión sobre el
financiamiento de la salud en la
Argentina.
|