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Opinión


El AMBA:
Un desafío hecho realidad
Por el Dr. Jorge Gilardi,
Presidente de la Asociación de Médicos Municipales de la CABA

El país vive un momento importante y las expectativas por el recambio presidencial se multiplican más allá de las diferencias se visibilizan en gran parte de la sociedad.
Es por eso que además de hacer una mirada hacia atrás conviene observar el futuro y establecer cuáles deben ser las prioridades que deban asumir las nuevas autoridades en cada rincón de nuestro país.
En lo respecta a la Asociación de Médicos Municipales es inevitable abordar uno de los temas que siempre impulsamos: el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA); que en salud debería desarrollarse a través de la articulación de los distintos niveles de atención entre los dos sectores, provincia y ciudad, desde la atención primaria hasta la alta complejidad incluyendo la emergencia. La AMM impulsó un convenio que fue suscripto por la Ciudad y la Provincia pero que nunca se puso en práctica por diversos factores. La política muchas veces le ganó al sentido común, aunque nosotros decimos que cualquier política pública de salud de estado supera ampliamente los colores partidarios; esto parece ser captado por el flamante gobierno porteño que anunció su inmediata puesta en marcha.
Para entender qué es el AMBA deberíamos recordar algunas definiciones y conceptos, por ejemplo, el de atención primaria de la salud: La asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ello, con su plena participación y a un costo asequible para la comunidad y el país. Es el núcleo del sistema de salud del país y forma parte integral del desarrollo socioeconómico de la comunidad. Con este criterio ya marcado, debemos referirnos a los tres niveles de atención en que se organiza el sistema. El primer nivel es el de la atención primaria, el nivel básico e inicial de atención. Por ser el más cercano a la población, debe ser su primer contacto y la puerta de entrada al sistema. No es necesario que los establecimientos dispongan de gran complejidad, es decir, se trata de consultorios, policlínicas, centros de salud, etc. Allí debe resolverse un porcentaje importante de las patologías prevalentes, al permitir una adecuada, oportuna y eficaz accesibilidad, además de actuar como coordinador de casos. En el segundo nivel de atención se ubican los hospitales y establecimientos donde se prestan servicios relacionados con la atención en medicina interna, pediatría, gineco-obstetricia, cirugía general y psiquiatría. Se estima que entre el primer y segundo nivel se puede resolver hasta el 95% de los problemas de salud de la población. El tercer nivel de atención es la alta complejidad, reservada para la atención de problemas poco prevalentes, ya que remite a la atención de patologías complejas que requieren procedimientos especializados y de alta tecnología. A este nivel correspondería el 5% de los problemas de salud que se planteen a nivel global.
Habiendo puntualizado los diferentes niveles, y asimismo teniendo en cuenta que en el ámbito de la salud no existe ningún tipo de divisiones distritales, ya que los pacientes buscan la mejor atención, sea en la ciudad o en la provincia, debemos hacer hincapié en que su adecuada articulación, bajo una forma ordenada y estratificada de organización de los recursos, es fundamental para satisfacer las necesidades de la población; en otras palabras, es imprescindible que el recurso humano, la tecnología y la estructura edilicia se organicen adecuadamente, complementándose y coincidiendo para que el equilibrio no se rompa. El desafío es lograr una actualización del funcionamiento del sistema a las necesidades actuales por la permanente variación de las dificultades que presenta la evolución de la asistencia de la salud y la enfermedad.
Deberán terminarse las largas listas de espera y las guardias atestadas de pacientes con patologías no urgentes; prevemos asimismo que se aceleren los turnos en las áreas de diagnóstico. De esta manera, se acercará y se pondrá a disposición del ciudadano el sistema de salud para cuando realmente lo necesite, concretando así la oportunidad del acceso. Este reordenamiento hará que todos los habitantes del área metropolitana puedan ser asistidos en el nivel que les corresponda con rapidez, sin desperdicio de tiempo ni recursos, asegurando la tan ansiada inclusión al sistema.
Con este panorama y el diagnóstico que se puede realizar con la experiencia de aquellos que estamos todos los días en los hospitales y conocemos las necesidades de cada uno de ellos, es innegable que nos encontramos frente a la oportunidad histórica de llevar adelante la articulación de la ciudad y la provincia a través del AMBA y elaborar un verdadero sistema de salud integrado que optimice los recursos y esté organizado, según las necesidades de cada territorio. Hoy sabemos que del 60 al 80% de los pacientes que se atienden en los hospitales públicos de la ciudad viven en el conurbano bonaerense. Muchos de ellos llegan desorganizadamente, sin derivación ni criterio médico previo para su atención, malgastando en este desorden recursos físicos y humanos finitos. La definitiva instalación del AMBA hará desaparecer este concepto y favorecerá al equipo de salud a través del aporte de mejores CyMAT y una mejor atención al paciente.
A la hora del balance esta vez creemos necesario mirar hacia delante y en esta mirada ver como Médicos Municipales trasciende y es un faro a la hora de plantear y analizar los grandes temas de políticas de salud. Se trata de nuestra lucha. Se trata de nuestra vocación.

 
 

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