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El
país vive un momento importante y
las expectativas por el recambio
presidencial se multiplican más allá
de las diferencias se visibilizan en
gran parte de la sociedad.
Es por eso que además de hacer una
mirada hacia atrás conviene observar
el futuro y establecer cuáles deben
ser las prioridades que deban asumir
las nuevas autoridades en cada
rincón de nuestro país.
En lo respecta a la Asociación de
Médicos Municipales es inevitable
abordar uno de los temas que siempre
impulsamos: el Área Metropolitana de
Buenos Aires (AMBA); que en salud
debería desarrollarse a través de la
articulación de los distintos
niveles de atención entre los dos
sectores, provincia y ciudad, desde
la atención primaria hasta la alta
complejidad incluyendo la
emergencia. La AMM impulsó un
convenio que fue suscripto por la
Ciudad y la Provincia pero que nunca
se puso en práctica por diversos
factores. La política muchas veces
le ganó al sentido común, aunque
nosotros decimos que cualquier
política pública de salud de estado
supera ampliamente los colores
partidarios; esto parece ser captado
por el flamante gobierno porteño que
anunció su inmediata puesta en
marcha.
Para entender qué es el AMBA
deberíamos recordar algunas
definiciones y conceptos, por
ejemplo, el de atención primaria de
la salud: La asistencia sanitaria
esencial accesible a todos los
individuos y familias de la
comunidad a través de medios
aceptables para ello, con su plena
participación y a un costo asequible
para la comunidad y el país. Es el
núcleo del sistema de salud del país
y forma parte integral del
desarrollo socioeconómico de la
comunidad. Con este criterio ya
marcado, debemos referirnos a los
tres niveles de atención en que se
organiza el sistema. El primer nivel
es el de la atención primaria, el
nivel básico e inicial de atención.
Por ser el más cercano a la
población, debe ser su primer
contacto y la puerta de entrada al
sistema. No es necesario que los
establecimientos dispongan de gran
complejidad, es decir, se trata de
consultorios, policlínicas, centros
de salud, etc. Allí debe resolverse
un porcentaje importante de las
patologías prevalentes, al permitir
una adecuada, oportuna y eficaz
accesibilidad, además de actuar como
coordinador de casos. En el segundo
nivel de atención se ubican los
hospitales y establecimientos donde
se prestan servicios relacionados
con la atención en medicina interna,
pediatría, gineco-obstetricia,
cirugía general y psiquiatría. Se
estima que entre el primer y segundo
nivel se puede resolver hasta el 95%
de los problemas de salud de la
población. El tercer nivel de
atención es la alta complejidad,
reservada para la atención de
problemas poco prevalentes, ya que
remite a la atención de patologías
complejas que requieren
procedimientos especializados y de
alta tecnología. A este nivel
correspondería el 5% de los
problemas de salud que se planteen a
nivel global.
Habiendo puntualizado los diferentes
niveles, y asimismo teniendo en
cuenta que en el ámbito de la salud
no existe ningún tipo de divisiones
distritales, ya que los pacientes
buscan la mejor atención, sea en la
ciudad o en la provincia, debemos
hacer hincapié en que su adecuada
articulación, bajo una forma
ordenada y estratificada de
organización de los recursos, es
fundamental para satisfacer las
necesidades de la población; en
otras palabras, es imprescindible
que el recurso humano, la tecnología
y la estructura edilicia se
organicen adecuadamente,
complementándose y coincidiendo para
que el equilibrio no se rompa. El
desafío es lograr una actualización
del funcionamiento del sistema a las
necesidades actuales por la
permanente variación de las
dificultades que presenta la
evolución de la asistencia de la
salud y la enfermedad.
Deberán terminarse las largas listas
de espera y las guardias atestadas
de pacientes con patologías no
urgentes; prevemos asimismo que se
aceleren los turnos en las áreas de
diagnóstico. De esta manera, se
acercará y se pondrá a disposición
del ciudadano el sistema de salud
para cuando realmente lo necesite,
concretando así la oportunidad del
acceso. Este reordenamiento hará que
todos los habitantes del área
metropolitana puedan ser asistidos
en el nivel que les corresponda con
rapidez, sin desperdicio de tiempo
ni recursos, asegurando la tan
ansiada inclusión al sistema.
Con este panorama y el diagnóstico
que se puede realizar con la
experiencia de aquellos que estamos
todos los días en los hospitales y
conocemos las necesidades de cada
uno de ellos, es innegable que nos
encontramos frente a la oportunidad
histórica de llevar adelante la
articulación de la ciudad y la
provincia a través del AMBA y
elaborar un verdadero sistema de
salud integrado que optimice los
recursos y esté organizado, según
las necesidades de cada territorio.
Hoy sabemos que del 60 al 80% de los
pacientes que se atienden en los
hospitales públicos de la ciudad
viven en el conurbano bonaerense.
Muchos de ellos llegan
desorganizadamente, sin derivación
ni criterio médico previo para su
atención, malgastando en este
desorden recursos físicos y humanos
finitos. La definitiva instalación
del AMBA hará desaparecer este
concepto y favorecerá al equipo de
salud a través del aporte de mejores
CyMAT y una mejor atención al
paciente.
A la hora del balance esta vez
creemos necesario mirar hacia
delante y en esta mirada ver como
Médicos Municipales trasciende y es
un faro a la hora de plantear y
analizar los grandes temas de
políticas de salud. Se trata de
nuestra lucha. Se trata de nuestra
vocación.
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