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El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) está
conformada por la Ciudad de Buenos Aires y los 24
municipios del conurbano de la provincia de Buenos
Aires, aunque desde un punto de vista funcional debemos
hablar de los 45 partidos del conurbano bonaerense
ampliado. Esto representa el área funcional más grande
del país, en donde habita más del 35% de su población y
alberga la mayor concentración de recursos de salud.
Representa además el mayor desafío de gestión por su
enorme complejidad. Por un lado, tanto la Nación, la
Ciudad, la Provincia y los Municipios del conurbano
tienen diferentes grados de autoridad administrativa
sobre la salud de esta área pero por otro lado la
población que allí habita no responde a las divisiones
jurisdiccionales a la hora de resolver sus problemas de
salud, sino que se moviliza según sus propias
expectativas y prioridades.
Todo esto genera una enorme movilización de personas que
buscan solucionar sus problemas de salud, lo cual a su
vez se traduce en graves problemas de coordinación
sectorial entre las jurisdicciones, de financiamiento
cruzado, de inequidades en el acceso a la salud y de
ineficiencia global del sistema de atención de la salud.
LA PROBLEMÁTICA DE LA
SALUD EN EL AMBA
A partir de esta movilización se generan “corredores de
salud” entre los municipios del conurbano y desde el
Conurbano bonaerense hacia los servicios de salud de la
Ciudad de Buenos Aires.
La población “vota con los pies” y se traslada en busca
de los mejores servicios disponibles sin respetar
jurisdicciones. Esto produce incentivos negativos para
que los municipios mejoren la calidad de atención de sus
servicios ya que a mejor servicio ofrecido más población
de otras jurisdicciones la utilizarán. Mucha de esta
población no tiene una cobertura explícita y por lo
tanto no existe el recupero económico de esas
prestaciones.
A su vez existe un malestar creciente en la población
que paga sus impuestos y quiere recibir servicios de
calidad en su jurisdicción y muchas veces no consigue
una cama o un turno porque estos servicios se ven
desbordados por población de otros lados.
También esta situación genera un dilema político para
los intendentes quienes deben responder ante sus vecinos
y votantes por las tasas que estos pagan y por la
confianza depositada en las urnas que deberá ser
revalidada.
El medio de transporte es otra variable para la elección
del servicio de salud a utilizar. El diagrama de los
colectivos y trenes en el AMBA determina en gran medida
los niveles de utilización de los servicios sanitarios.
Para dimensionar esta movilidad observemos que de los
185 mil egresos de hospitales de la Ciudad de Buenos
Aires en 2010, el 42% correspondieron a personas
residentes en el conurbano, el 51% a residentes de la
Ciudad y el resto a residentes de otras provincias y
países. En varios hospitales de la ciudad más del 50% de
los egresos corresponden a personas que residen en el
conurbano bonaerense.
Algo similar ocurre en muchos hospitales municipales de
buena calidad, que se ven desbordados por la gran
demanda. Ante esta situación y por la ausencia de un
sistema de salud integrado que contemple esta
problemática, muchos municipios han decidido poner
trabas para la atención de personas de otras
jurisdicciones generando barreras al acceso para las
personas con mayor vulnerabilidad social.
Todo esto redunda en una mala calidad de atención para
la población más vulnerable aumentando la inequidad en
salud, en una mayor fragmentación del sistema de salud,
y en malos indicadores sanitarios.
ANTECEDENTES EN LA
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
El Área Metropolitana Buenos Aires ha sido motivo de
preocupación de diferentes gestiones a lo largo de las
últimas décadas.
En este sentido se generaron diferentes acciones e
intentos de coordinación entre la Provincia de Buenos
Aires y la Ciudad de Buenos Aires.
Existieron al menos cuatro intentos importantes de
coordinación interjurisdiccional. El primero un Convenio
Marco del año 2003, el segundo un Convenio de
Cooperación del 2008 y la sentencia de la Corte Suprema
de Justicia que obliga a las jurisdicciones a trabajar
en conjunto en un Plan de Emergencia Sanitaria pueden
considerarse las tres primeras.
Un cuarto intento fue la creación de una subsecretaría
específica del AMBA dependiente del Ministerio de
Gobierna de la CABA que significó una iniciativa para
poner esta problemática en la agenda política e intentar
desde el gobierno de la Ciudad coordinar con el resto de
las jurisdicciones.
Ninguna de estas experiencias ha sido totalmente exitosa
producto entre otras razones de las diferentes
pertenencias políticas de las jurisdicciones que
componen el AMBA aunque han quedado de cada una de ellas
lecciones aprendidas para el futuro.
ALGUNAS IDEAS PARA EL AMBA
SALUD
La solución no pasa por esquemas restrictivos. Es
imposible generar “muros” cuando un colectivo deja a la
población de una jurisdicción más cerca de un hospital
de otra que uno de su propia ciudad. Plantear un esquema
restrictivo es inviable, discriminatorio e ineficiente.
Por una parte se requiere de una mayor inversión en
infraestructura en los municipios del conurbano y esto
generará una disminución de la “migración interna” para
buscar atención. Por otra parte se debe resolver el
problema del financiamiento, el “quien paga la cuenta”.
Se debe pensar en un modelo asegurador, un Seguro
Público para personas sin cobertura y sin capacidad de
pago que garantice la atención de las personas en
cualquier servicio y la retribución correspondiente al
servicio. De esta manera se transforma el círculo
negativo de mayor inversión – mayor calidad - mayor
demanda – mayor perjuicio económico para el municipio –
mayores barreras de accesibilidad para las personas más
vulnerables – menor inversión – peor calidad, etc. en un
círculo virtuoso de mayor inversión – mayor calidad -
mayor demanda – mayor beneficio económico – mayor
accesibilidad para las personas más vulnerables – mayor
inversión.
Teniendo en cuenta que el AMBA salud es una región
interjurisdiccional, en donde coexisten territorialmente
la CABA, la Provincia de Buenos Aires y los municipios
del conurbano, es el gobierno nacional quien debe
ordenarla. Es justamente en este aspecto, el
organizativo e institucional, en donde se observan los
mayores fracasos en el AMBA salud, teniendo en cuenta la
alta fragmentación del sistema de salud en general y en
particular en esta área lo que produce una alta
inequidad e ineficiencia en la provisión de los
servicios de salud.
Es en este sentido que las dos primeras medidas para
encarar una solución a esta problemática debieran ser la
creación de un Fondo Nacional AMBA Salud, integrado con
aportes mayoritarios de Nación pero también con aportes
de Provincia y CABA y la creación de la Agencia Nacional
AMBA Salud. Se trataría esta de una estructura
administrativa (Puede ser Agencia, Ministerio,
Secretaría, etc.) presidida por la Nación con
participación en su conducción (directorio) de
representantes de la Provincia, de la CABA y de
Municipios del Conurbano cuyas principales funciones
entre otras serán las de realizar un Análisis
Situacional de la problemática de la salud en el AMBA,
coordinar con las diferentes jurisdicciones, administrar
el Fondo Nacional AMBA Salud, financiar proyectos de
infraestructura necesarias y prestaciones
interjurisdiccionales.
LA NUEVA ETAPA
Las recientes elecciones trajeron como novedad que las
administraciones de la Nación, la CABA y la provincia de
Buenos Aires pertenezcan al mismo partido político. Esto
abre una enorme oportunidad de encarar seriamente esta
problemática que afecta a millones de ciudadanos que
sólo desean ver satisfechas sus necesidades y demandas
en salud.
Se abre así una nueva etapa inédita que se debe
aprovechar. Dijimos que uno de los principales problemas
del área es la falta de coordinación interjurisdiccional
y esto muchas veces fue debido a la pertenencia a
diferentes partidos políticos de sus administraciones.
Este factor ya no está.
Es de esperar entonces una mayor coordinación para esta
problemática. Es mi deseo de fin de año que ahora sí se
pueda encarar definitivamente una solución para esta
área.
(*) Médico. Especialista en
Salud Pública. Ex Subsecretario de Relaciones
Institucionales e Investigación del Ministerio de Salud
de la Nación (2008 – 2009).
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