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En una designación que complació tanto al sector
de la seguridad social como al de las prepagas, el Dr.
Luis Scervino se convirtió en el nuevo Superintendente
de Servicios de Salud. En su primera entrevista desde su
nombramiento, el flamante funcionario puntualizó los
principales desafíos que abordará durante su gestión.
El nombramiento del Dr. Luis Scervino para encabezar la
Superintendencia de Servicios de Salud fue bien recibido
en el sector salud. Scervino tiene en su trayectoria
cargos y responsabilidades de relevancia, que lo señalan
como un profesional que sabe fusionar su formación
técnica con una mirada global de la salud. Director
Médico de la Obra Social de Obras y Servicios Sanitarios
durante los últimos catorce años, y también
Vicepresidente del Instituto de Investigación Sanitaria
de la Seguridad Social, su designación como titular de
la SSSalud se formalizó mediante el decreto 100/2015.
Desde la nueva gestión de la Superintendencia, Scervino
estará trabajando codo a codo con el nuevo Ministro de
Salud de la Nación, Jorge Lemus.
La historia profesional del Dr. Luis Scervino, de 58
años de edad, comienza con la carrera de medicina, de la
cual se graduó hace 35 años; Scervino pasó por dos
residencias bajo la dirección de grandes maestros
médicos y, después, tuvo muchos años de actividad
asistencial. Fue entonces que su vocación se inclinó por
la salud pública: “Lo primero que advertí es que hay que
capacitarse”, comentó, y realizó el Master en Salud
Pública, una de las primeras experiencias a nivel
nacional, llevada adelante en el Instituto Gino Germani
de la UBA. “A lo largo de los años, tuve
responsabilidades en distintas organizaciones, y llegué
así a entender el espíritu de la seguridad social: me
resultó apasionante, dejé lo asistencial y me dediqué
por entero al management en la seguridad social”,
comentó. Tuvo a su cargo la dirección del Centro Médico
de Supervisores Metalúrgicos y el gerenciamiento de
varias entidades, hasta que, hace más de catorce años,
comenzó a desempeñarse como Director Médico de la Obra
Social de Obras y Servicios Sanitarios.
A propósito de la gestión saliente y el traspaso,
Scervino afirmó que “nosotros desde la Comisión de Obras
Sociales tuvimos un diálogo bastante bueno y pudimos
participar en las últimas resoluciones con el equipo
saliente de la Superintendencia a cargo de Liliana
Korenfeld. Se avanzó bastante en muchos aspectos y falta
recorrer mucho camino: por eso nosotros decimos que
venimos a afianzar lo que se hizo bien, o a mejorarlo”.
UNA AGENDA COMÚN
El gran desafío de la nueva gestión, puntualizó Scervino,
será “poder generar una mesa de diálogo con todos los
sectores que interactúan con la SSSalud. Por muchos
años, la Superintendencia fue la autoridad de aplicación
excluyente de las obras sociales, después a través del
Hospital Público de Autogestión, empezó a intervenir en
el financiamiento del hospital público y, finalmente, a
partir de la ley de regulación de la medicina prepaga,
nos transformamos también en la autoridad de aplicación
del sector prepago”. Es por eso mismo, señaló el
flamante Superintendente, que es clave que “todos los
sectores puedan dialogar para arbitrar los intereses de
cada uno”. “La convicción es que son más los temas que
nos unen que los que nos separan”, afirmó.
Según Scervino, las grandes disyuntivas que todo el
sector comparte son el avance de las nuevas tecnologías,
el aumento de los costos, las problemáticas jurídicas
que conllevan los recursos de amparo y la revisión del
PMO, que “hay que revisar a la luz de la evidencia
médica actual”. En cuanto a la judicialización, el
doctor advirtió que “es necesario lograr una instancia
previa al amparo, donde los jueces encuentren
autoridades académicas incuestionables”. Por otro lado,
señaló Scervino, tanto las prepagas como las obras
sociales necesitan que se actualicen los coseguros: “en
esos temas comunes queremos trabajar”.
EQUILIBRIO Y DISTRIBUCIÓN
Algunas temáticas, sin embargo, advirtió el
Superintendente, pueden generar fricción. Es el caso,
por ejemplo, de la libre elección. “Desde la seguridad
social, estamos convencidos de que es un tema que debe
resolverse buscando un equilibrio entre la libertad que
el afiliado consolidó a través de los últimos quince
años, pero que tiene que convivir con la solidaridad que
mantiene vivo al sistema de la seguridad social”,
señaló. “Generar ese equilibrio nos propone el desafío
de buscar un instrumento jurídico que probablemente sea
una ley: ese es un gran desafío”.
Otro de los puntos a afianzar es el del cumplimiento
pleno de las leyes 23.660 y 23.661, para lograr la real
distribución de los recursos que se vienen acumulando
sobre todo en los últimos ocho o nueve años en el Fondo
Solidario de Redistribución: “Queda un 20%, 25% sin
distribuir, que afecta el normal financiamiento de las
obras sociales; si logramos un reparto mayor, vamos a
poder compensar los mayores costos que se están
registrando en el sector”, afirmó Scervino.
TECNOLOGÍAS A FUTURO
“Dentro del proyecto nacional en el cual estamos
trabajando con el ministro de salud, Jorge Lemus, es
fundamental que se desarrolle una Agencia Nacional de
Evaluación de Tecnologías, para aportar lógica a las
prestaciones que tenemos que financiar”, afirmó el
Superintendente, y agregó que, en este tema, todos los
sectores están del mismo lado. Lo mismo ocurre con el
PMO: “Necesitamos que el PMO sea coherente”.

Según Scervino, hay un punto de
inflexión en el desarrollo de las tecnologías médicas:
fue en los años ochenta, cuando había sólo tres
tomógrafos en la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, por
supuesto, el número ha crecido exponencialmente. “El
impacto de las tecnologías tuvo un crecimiento
geométrico; eso trajo aparejado un incremento muy grande
de los costos: es lo que llamamos inflación médica, que
supera siempre la inflación general de cualquier país”,
explicó Scervino. Eso, sumado al cambio de expectativas
de los beneficiarios, que hoy se enteran rápidamente de
los nuevos desarrollos médicos, confirma la necesidad de
una Agencia. “Una Agencia puede amortiguar este efecto,
sobre todo si logramos que la justicia entienda que debe
tener en cuenta esas evaluaciones; por eso es muy
importante trabajar de la mano de la justicia”, añadió.
UNA LEY QUE GENERA
POLÉMICA
“Algo está fallando en la ley si todo el sector está
incómodo”: así entiende Scervino la problemática en
torno a la reglamentación de la ley de regulación de la
medicina prepaga. “Creo que si bien es una ley que se
aprobó con la gran mayoría de los congresales, esto lo
que revela es que a veces los legisladores no conocen el
tema en absoluta profundidad; a veces sancionan leyes
que parecen en primera instancia políticamente correctas
pero que, después, producen distorsiones en la
práctica”. “Hay que replantear y corregir”, concluyó.
¿ES NECESARIO UN SEGURO DE
ENFERMEDADES CATASTRÓFICAS?
Pensando en la necesidad de un seguro para las
enfermedades catastróficas, Scervino puntualizó que “la
seguridad social tiene hace muchísimos años ese seguro,
que es el Fondo Solidario de Redistribución y, con sus
fortalezas y debilidades, funciona bien, hoy cualquier
paciente de la seguridad social termina accediendo a
cualquier tratamiento de alto costo en un tiempo
bastante razonable y accesible”.
“Hay que pensar en el sector que no tiene cobertura
formal: ante una enfermedad catastrófica, alguien
debería pagar la alícuota, estamos hablando del Estado
Nacional o Provincial, y crear una estructura que
administre esos recursos”, planteó. La pregunta de base
es, agregó, si los fondos van a venir del Estado y cómo
se van a elegir los prestadores: “Hay que dar respuestas
a estas preguntas antes de desarrollar una
hiperestructura que después resulte conflictiva en su
manejo”.
LA DISCAPACIDAD:
UNA PROBLEMÁTICA CON COSTOS CRECIENTES
Otro de los temas que siempre generan conflicto es la
cobertura de la discapacidad. “En eso hay que ser muy
claro, afirmó Scervino: cuando se habla de discapacidad
hay que poner en el centro de la discusión a la persona
con discapacidad y hay que darle los servicios que
necesita”. Esto implica, a la vez, no anteponer los
intereses de terceros, “porque si abusamos del sistema
se termina perjudicando la persona con discapacidad”.
“El gran desafío es poder integrar socialmente a la
persona y que pueda tener autonomía. La seguridad social
invierte muchos recursos desde el Fondo Solidario y lo
va a seguir haciendo”, aseguró el Superintendente.
DESAFÍOS A LARGO PLAZO
Entre los puntos que Scervino plantea como desafíos, a
mediano plazo, se encuentra el de la profesionalización
de las administraciones en el sector: “Cuando uno no es
del todo eficiente, la ineficiencia genera inequidad”,
aseveró el Superintendente. Con ese objetivo en mente,
“tenemos que colaborar como autoridad de aplicación para
que todos usemos las herramientas más modernas para ser
más eficaces; en eso vamos a ayudar a las
organizaciones”, especificó.
En la perspectiva del largo plazo, surge la necesidad de
establecer la historia clínica electrónica y la de
lograr la acreditación de los prestadores: “Son desafíos
a no menos de diez años”, aclaró Scervino. “Hay que
capacitar y dar los recursos necesarios para que todas
las organizaciones lo puedan hacer”. También, agregó,
“hay que trabajar para profundizar el modelo de
atención: se habla mucho de enfocarse en el médico de
familia pero la realidad es que hoy vivimos en el
reinado del médico especialista”, advierte. Ya que
faltan recursos en determinadas especialidades, planteó
Scervino, “hay que pensar qué servicios concentrar para
generar un uso racional de esos recursos”. Para todo
esto, “tenemos que apoyar a las organizaciones: no se va
a hacer por arte de magia; son cosas que, en salud, no
las podemos hacer por decreto, las tenemos que hacer con
consenso y en un horizonte de muchos años”.
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