|
La epidemia de Dengue del año 2009 reveló con crudeza
extrema la situación de pobreza y abandono de gran parte
de la sociedad y la crítica situación del sector salud
poniendo en jaque el relato oficial de aquel entonces.
Siete años después nos encontramos con una situación
social agravada y una herencia en salud de presupuestos
escasos y agotados, graves problemas de recursos humanos
y servicios de salud colapsados. La falta de inversión
en salud de todos estos años pasados nos pasa la
factura.
DENGUE, AMBIENTE Y SALUD
La combinación de áreas densamente pobladas, con
problemas estructurales de saneamiento básico y pobreza,
con mucha actividad migratoria y con la presencia del
mosquito transmisor, hicieron del conurbano bonaerense
una zona de alto riesgo para la instalación del dengue.
Encarar el control y erradicación del dengue en el
conurbano bonaerense desde una política solo sectorial
no sería lo adecuado. Debemos enfocarlo desde una
perspectiva multisectorial, caso contrario resultará muy
difícil su control y cada primavera resucitará el temor.
Las causas por las que el vector del dengue, el mosquito
Aedes aegypti, se encuentre desplazándose cada vez más
al sur, tienen que ver con una multiplicidad de
factores, la mayoría relacionadas con el ambiente.
Algunas de las que se han enumerado son las
deforestaciones masivas, el aumento de la temperatura y
humedad, otras consecuencias del cambio climático, la
sojización por el desmonte y el uso de agroquímicos, las
urbanizaciones repentinas sin los servicios básicos, las
migraciones, la pobreza, y otras.
La principal medida de prevención al dengue, el
descacharrado a fin de eliminar los “cacharros”,
neumáticos y otros recipientes que puedan servir como
criaderos del mosquito, produce toneladas de basura no
orgánica “nueva” en el conurbano. El tratamiento y
disposición final de ésta a fin de minimizar su impacto
ambiental no es un tema menor.
Los municipios que están encarando seriamente esto se
ven sorprendidos por la magnitud de “nueva” basura a
procesar y disponer. Muchos de estos municipios no
cuentan hoy con la infraestructura necesaria para su
reciclado.
La disposición final de la basura diaria ya es un
problema en el conurbano, al que se sumarán miles de
toneladas adicionales no compactadas ni recicladas. En
muchos casos se generarán nuevos basurales de chatarra a
cielo abierto creándose nuevos criaderos de mosquitos y
focos de contaminación.
Otra de las medidas que se debe manejar con sumo cuidado
es la fumigación de viviendas y aledaños y requiere
también la mirada ambiental para definir con cuáles
plaguicidas y en qué condiciones se fumiga a fin de
minimizar el impacto ambiental, el riesgo para la salud
humana y animal y la generación de resistencia del
mosquito.
LA CRISIS DEL SECTOR SALUD
La epidemia del Dengue también aceleró el diagnóstico
del sistema sanitario en la Provincia de Buenos Aires.
Si bien sabíamos de la crisis, nunca nadie imaginó la
profundidad y magnitud de la misma.
Los hospitales públicos provinciales presentan
gravísimos problemas de infraestructura, mantenimiento,
falta de insumos básicos y escasez de recursos humanos
en especialidades críticas. La crisis del Recurso Humano
es inédita. Faltan especialidades críticas, los hechos
de violencia son el común denominador, los salarios
están totalmente desfasados.
Faltaban medicamentos esenciales y especiales e insumos
básicos. La deuda a proveedores es de una magnitud
asombrosa. Los resultados en términos de salud de la
población tampoco son alentadores: No se alcanzaron las
cifras que se establecen en las Metas del Milenio de una
mortalidad infantil del 8,5 por mil y una materna del 15
por cien mil. Lamentablemente persiste una alta
mortalidad materna e infantil por causas reducibles.
Encarar una epidemia de Dengue y prepararse para el IRAB
a continuación en estas condiciones es una tarea
titánica y requiere el compromiso de todos.
LAS NUEVAS EXPECTATIVAS
El nuevo gobierno ya está marcando un cambio positivo en
la agenda de la salud. En principio se promueve una
mayor coordinación entre las diferentes jurisdicciones y
las políticas de salud comienzan a ocupar espacios
importantes en las mesas de trabajo. Debemos fortalecer
estas políticas incipientes y desde allí avanzar en una
agenda más ambiciosa.
El cambio de gobierno en la Argentina ha traído
oportunidades de mejoras, entre las cuales la salud
ocupa una posición protagónica en las agendas de las
políticas sociales. Colaboremos todos para que así sea.
(*) Secretario de Salud y
Desarrollo Humano de Tres de Febrero.
|