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SISTEMA DE INTEGRACIÓN Y
CONTROL DE LA DISPENSA POR PARTE DEL ESTADO
En un ámbito donde se vislumbra una clara tendencia
hacia la concentración, quienes constituimos FEFARA
hemos tenido desde el inicio de nuestra vida
institucional la firme decisión de posicionarnos en el
mercado de los medicamentos, diseñando estrategias que
posibiliten la subsistencia de las pequeñas y medianas
farmacias y eligiendo a la población como primer aliado
y central destino de nuestros mejores esfuerzos.
En total sintonía con ello, hoy venimos a formular una
propuesta de integración con el Sector Público para la
gestión del medicamento, apoyados en los aspectos más
salientes de nuestra corta pero fructífera trayectoria
institucional: un plantel de recursos humanos altamente
capacitados y el desarrollo de soluciones informáticas
de propio y novedoso diseño, permitiendo optimizar los
procesos de atención al paciente y promover el uso
racional del medicamento a través de una amplia red
nacional de farmacias.
PROPUESTA: PRINCIPIOS,
VALORES Y OBJETIVOS
Proponemos avanzar en la integración de la red de
producción, distribución y dispensa de medicamentos del
sector privado con la red de servicios de salud del
sector público, poniendo por nuestra parte a disposición
del Estado la infraestructura tecnológica y la red de
farmacias que representamos, con el objeto de alcanzar
el máximo grado de accesibilidad al tratamiento de la
salud de los habitantes de nuestro país, especialmente
de aquellos que no poseen cobertura de obra social o
medicina prepaga.
La Constitución establece que “La Nación tutela la salud
como derecho fundamental del individuo e interés de la
colectividad (…)”. A los fines de garantizar este
derecho humano, la estructura sanitaria está compuesta
por servicios públicos, servicios privados y por el
sector de las obras sociales, siendo concebido
idealmente como un sistema unificado de salud.
Actualmente coexisten un esquema de provisión y dispensa
de medicamentos en el sector público y otro en el
privado, que funcionan con lógicas aparentemente
inconciliables.
Por esto, consideramos que es necesario posicionarnos
proactivamente ante la visión deshumanizada o “de
mercado” de la salud y proponemos optimizar la
complementación entre los actores del sector público y
el privado procurando alcanzar los siguientes objetivos:
-
Individualizar y empoderar a los beneficiarios
exclusivos del sector público (pacientes sin
cobertura de obra social o prepaga);
-
Lograr acceso igualitario a los medicamentos;
-
Alcanzar mayor eficiencia en la inversión pública en
salud;
-
Colaborar con el Estado, fortaleciendo su capacidad
negociadora en la compra de medicamentos;
-
Mejorar
la calidad de atención a los beneficiarios del
sistema de salud público-privado;
-
Ampliar la información estadística y epidemiológica
sobre consumos de medicamentos ambulatorios,
aportando a la mejora de los procesos decisorios en
políticas públicas de salud.
Considerando que los medicamentos son bienes de consumo
que tienen un carácter social, merecen un abordaje
especial por parte del Estado en tanto éste es
responsable por la garantía del Derecho a la Salud.
Asimismo, el rol profesional y social del farmacéutico
es central en la fase del cumplimiento del tratamiento
médico. Por lo tanto, y en función de la equidad del
sistema de salud en su totalidad, hay bienes y servicios
cuyo acceso debe estar garantizado a las personas,
independientemente de su nivel de ingreso o condición
social.
DESCRIPCIÓN DE LA
PROPUESTA
Para implementar esta integración es necesario construir
un padrón que individualice a los sujetos beneficiarios
del PLAN DE ACCESO CIUDADANO AL MEDICAMENTO. Nos
proponemos mejorar la atención de los beneficiarios del
sector público de salud sin cobertura de obra social,
para lo cual consideramos prioritario definir un padrón
de beneficiarios exclusivos del sector público de salud,
otorgándoles una credencial o tarjeta que acredite su
derecho a acceder a los servicios de salud en la red de
efectores públicos y farmacias privadas. Esto
proporcionaría una atención más ágil en los efectores
públicos y farmacias privadas, además de ser una
política pública que refuerza el concepto de ciudadanía,
en el marco de un Estado presente y comprometido con la
salud pública.
Planteamos la implementación del sistema de prescripción
electrónica en efectores públicos de salud y la dispensa
de medicamentos a través de nuestra red privada
integrada a la red pública de farmacias (farmacias
hospitalarias y dispensarios de salud), garantizando así
mayor distribución territorial, mayor franja horaria de
atención al público y mejorando de esta manera la
accesibilidad. No obstante, es importante destacar que
es posible avanzar en la integración continuando con el
tradicional sistema de prescripción manual (receta
confeccionada de puño y letra por el médico).
Desde el punto de vista del paciente, la prescripción
electrónica permite una atención rápida y eficiente.
Desde el punto de mira del médico, le da mayor seguridad
a la prescripción incorporando una doble validación
(registro virtual y físico).
Y finalmente, desde el punto de vista del Estado, se
incorpora la posibilidad de auditar la correcta
prescripción, trazabilidad y consumo de los medicamentos
financiados con la precisión que otorgan los registros
informáticos.
La captura electrónica y dispensa de los medicamentos en
la red de servicios público-privada hacen posible una
atención de mayor calidad (menor tiempo de espera, menor
tasa de error en la interpretación de la receta, etc.).
La descentralización de la entrega favorece el acceso a
los medicamentos, multiplicando las posibilidades del
paciente de concurrir a farmacias distribuidas en gran
parte del territorio de las provincias y contando con
amplias franjas horarias de atención al público (sistema
de farmacias de turno), al tiempo que permite
descomprimir la atención en los efectores públicos de
salud.
Respecto a la logística provisión-distribución de
medicamentos a las farmacias, proponemos combinar la
oferta del sector público con la del sector privado. En
ese sentido, la idea es integrar la provisión de
fármacos y la red de farmacias de los efectores públicos
de salud, con la oferta del sector privado, es decir, la
provisión de los laboratorios de la industria privada,
la distribución de las droguerías y la dispensa en las
farmacias de nuestra red.
Consideramos, además, que esta integración es
beneficiosa a la población porque es un modelo de
avanzada que aumenta la capacidad de respuesta del
sistema de salud ante eventuales situaciones de
emergencias epidemiológicas.
Esta instrumentación que proponemos, al realizarse por
medio de herramientas informáticas, permitirá al Estado
-en el momento que desee- acceder a información en línea
sobre stocks existentes en las droguerías por cada tipo
de producto, recetas atendidas con información
desagregada por zonas, departamento, médicos
prescriptores, cantidad de productos dispensados por
farmacia, como así también stocks existentes en las
farmacias.
Además de las ventajas ya descriptas, el sistema de
integración pública-privada que planteamos permite,
potenciando su capacidad de planificación y negociación,
que el Estado financie la provisión de medicamentos de
laboratorios públicos o privados para los beneficiarios,
de una manera más eficiente. Asimismo, el sistema
habilita a los pacientes a optar por retirar los
medicamentos en farmacias de la red pública o privada,
ampliando sus posibilidades de acceso al tratamiento.
Destacamos que el sistema propuesto no tiene precedentes
similares en todo el territorio de la República
Argentina y su implementación nos posicionará en el
corto plazo en la vanguardia de los modelos de
integración público-privada de salud.
En suma, nos proponemos avanzar hacia la idea de un
Sistema Único de Salud donde el derecho de acceder al
medicamento esté garantizado para todos los habitantes
de nuestro país.
Los detalles puntuales de operatoria y funcionamiento
del plan propuesto, por exceder las pretensiones del
presente escrito, quedan reservadas para ser expuestas
ante las autoridades nacionales en ocasión de dar
tratamiento conjunto al tema que hoy estamos abordando.
Sobre el punto, consideramos suficiente decir aquí que:
-
El
proyecto se encuadra en los principios de la
seguridad social, cimientos que sostienen y
conforman la organización del sistema de Salud del
Estado, sin los cuales perdería su identidad y razón
de ser: solidaridad, universalidad, participación e
igualdad. En este marco, nos posicionamos en el
lugar de las necesidades de atención de la salud
pública como un derecho humano fundamental del
universo de millones de personas que habitan en
nuestro país.
-
La
finalidad del proyecto es lograr satisfacer al
máximo posible esos principios rectores del sistema
de salud pública, mediante herramientas e
infraestructura desarrolladas por los sectores
privado y públicos, que operando de manera
complementaria redundarán en beneficios directos
para toda la población y, en especial, para aquellos
sectores más vulnerables que dependen casi
exclusivamente de los recursos estatales.
-
En
el diseño del sistema de integración resulta
prioritario definir el sujeto beneficiario, el cual
en este caso está constituido por aquellas personas
con residencia definida y que no estén afiliados a
una obra social o prepaga, porque son los sujetos
con mayores dificultades para acceder a los
servicios de salud.
-
En
síntesis, la puesta en marcha del proyecto permitirá
lograr una sistematización de la información en
salud pública; eficiencia de la inversión pública en
salud; acceso igualitario al medicamento; e
intervención estatal en la formación de precios, en
un mercado de oferta concentrada y tendencia
monopólica.
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