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El título bien podría ser de mi
autoría, pero no lo es… se lo he
tomado prestado a la directora
gerente del Hospital Universitario
Son Espases (Palma de Mallorca),
María Dolores Acón Royo, en una
entrevista concedida a “el Médico
Interactivo”… porque encaja justo
con un sentimiento que toma entidad
en todo el mundo humano… mientras
los políticos hablan de las
geometrías planas, y el mundo padece
en carne propia la teoría cuántica
de los agujeros negros, sucede que
nadie tiene en cuenta las geometrías
del espacio… esas que curiosamente
contienen a la Tierra y al resto del
universo… te lo coloco desde otra
perspectiva: si hablas de ética pero
ésta no está en tus hechos… se
producirá una paradoja entre las
intenciones y los hechos… si hablas
de gestión pero ésta no está en tus
actos… se producirá una
contradicción entre el discurso, las
necesidades, y las demandas
contenidas y jamás atendidas… si
hablas de presupuesto y éste no
contempla la progresión evolutiva de
las enfermedades, los pacientes, y
las tecnologías, se desplegará un
abismo entre lo que se describe y lo
que realmente sucede… si hablas de
recursos y las determinaciones
políticas restan para acomodar la
lectura verde en los libros
contables, ello derivará en un
descalabro mayúsculo que colocará a
los sistemas en un permanente estado
de catástrofe… donde todos serán
víctimas, mientras los victimarios
se aplauden a sí mismos,
felicitándose por todo lo que no
hicieron…
Indudablemente, no hay manuales para
ser padres, tampoco los hay para ser
políticos, mucho menos los hay para
tener escrúpulos y calidad humana
(ser personas), no los han escrito
referidos al “sentido común” y al
“común de los sentidos”, y
finalmente, se ha escrito mucho
sobre “moral”, pero este mundo viene
pecando de demasiado inmoral… donde
los voluntarismos son muchos pero se
estrellan contra una cruda realidad
que es evidencia de un “todo lo
contrario”… algo se ha roto en el
pensamiento humano… nadie sabe bien
qué es ni de qué se trata… pero todo
indica que el cuadrado ya no encaja
en el círculo, y que éste último es
incapaz de contener al cubo
(empeorando a medida que la
geometría toma entidad de tal… esto
es que adquiere dimensión).
Las ciencias médicas avanzan
empujadas por la Industria
Farmacéutica y sus corporaciones…
avanzan por las recientemente
incorporadas investigaciones de los
estamentos militares… avanzan de la
mano de las ciencias espaciales
involucradas en el pensamiento en
ausencia de la gravedad, en la
velocidad en estado de suspensión, y
en la mutagénesis en los estados de
vacío… avanzan de la mano de las
tecnologías diagnósticas cada vez
más electrónicas… avanzan de la mano
de las nanotecnologías de la
miniaturización de todo lo que
existe… avanzan de la mano de la
genómica y de epigenética de
exosomas y exposomas… y
curiosamente… avanzan con todo ello
y más, los modelos informáticos de
una matemática predictiva que ha
determinado que los sistemas de
gestión y gerenciamiento en el mundo
de la salud humana (algo que afecta
a unos 7,5 mil millones de humanos)
deben agregar recursos si es que
quieren “servir” a la raza humana…
“servir” implica “ser útil” a la
necesidad, resolviéndola con sentido
cuántico de la oportunidad… esto es
que lo que se debe hacer hoy, no
debe ser postergado para ningún
eventual mañana… entendiendo por lo
antedicho que, ecuación que no se
despeja, o hueco que no se ocupa,
derivará en una proyección
matemática irreversible de
afectación progresiva que de uno
saltará a mil, de mil saltará a cien
mil, de cien mil saltará a un
millón, y cuando ello suceda, no
habrá excusas apropiadas para
describir las consecuencias de la
catástrofe consecuente… una
factorial de alta complejidad que se
traduce en muertes… dones
sacrificados… talentos perdidos…
discapacidades… y de producción
mejor no hablar… sin omitir que
ningún seguro podrá cubrir el valor
genuino de todo lo que no se hizo,
cuando se pudo, y de todo lo que se
dejó de hacer, pudiendo hacerlo…
como se ve, entonces, entre el daño
irreparable y la solución, sólo
debería mediar el sentido común que
es parte de la famosa “cuadratura
del círculo”…
Veamos… es imprescindible conjugar
estrategias sanitarias acordes con
un dramático envejecimiento
poblacional de escala global, una
dramática progresión y diseminación
de las cronicidades (globalizante),
y otro dramático avance de las
tecnologías médico-sanitarias que
terminan involucrando a todos los
ángulos de la esfera terrestre, aún
cuando algo parezca estar fuera del
alcance del problema… para ello, los
políticos se escudan en la
“sustentabilidad” para negar todo lo
evidente… mientras que lo evidente
va generando un efecto dominó que
determina que (ojo con esto) “ningún
daño podrá ser calificado como
colateral”… traducido… si no te
anticipas a los problemas (o sus
hechos), estos (problemas) devorarán
al sistema hasta exterminarlo…
llevándose puesto a pacientes,
profesionales, técnicos,
colaboradores, gestores, y etcéteras
que incluyen al factor humano, la
humanización y sus valores…
Podría aseverarse, sin temor a
equivocarnos, que la tecnología ha
colocado a los problemas en una
geometría de “tiempo real” que
impide dilatar las soluciones que
demanda la salud pública mundial. El
divorcio entre el discurso político,
el relato económico, y las
necesidades de las personas es de
tal magnitud que ya nada puede ser
ni negado, ni oculto, ni permanecer
pendiente de soluciones
“atemporales”, so pena de ver cómo
la ola del tsunami se come la
comarca por negligencia e impericia
de partes.
Los derechos humanos y ciudadanos de
los pacientes son directamente
proporcionales a los derechos
humanos y ciudadanos de aquellos que
no guardan la condición de paciente,
así como también lo son de todo el
universo de recursos humanos
involucrado directa o indirectamente
en el amplio espectro de la salud
pública… no defender a rajatabla
dichos derechos es signo de
inmadurez política y social, así
como es signo de falta de educación
y respeto hacia los prójimos (los
otros)… que incluye al “nosotros
mismos” en una potencial situación
de “estado de indefensión”…
Traducido: la sociedad humana debe
repensar el abordaje a “sí misma”.
Esto implica un cambio cultural en
la necesidad de disponer de la
solución antes de que exista el
problema, ya que cuando el problema
se instala, en las actuales
condiciones y circunstancias, lo que
ocurre es que se mueve la “máquina
de impedir” de la burocracia
política y gerencial (+económica que
funciona como comodín de excusas
varias), que hace que cualquier
problema, por mínimo que éste sea,
se transforme en una potencial
hecatombe de características
globales… un buen ejemplo de lo
antedicho se ve en la temible
evolución del Zika, +Dengue, +Chikunguya,
+Malaria… de las hepatitis… de la
diabetes… del HIV-SIDA… y de
numerosos otros “de” bien conocidos
por todos los que jugamos en esta
cancha.
Insisto con algo que tuve la
oportunidad de conocer de cerca… el
mejor modelo de salud pública que
tuvo el mundo fue el vigente en la
ex -URSS, desde luego las
circunstancias eran otras y las
tecnologías bien diferentes, por
ende, las ciencias médicas iban por
detrás de lo que iba apareciendo, no
obstante, lo cual había un buen
ejercicio de la “solución” según el
sentido de oportunidad de la misma.
Algún “eco” de aquellos criterios,
aún queda en Cuba, aunque muy
disminuidos respecto a la iniciativa
primordial de la salud como un
derecho público esencial.
Conclusión: negar el problema no lo
resuelve, por el contrario, lo
agiganta… omitir su consideración,
tampoco lo salva ni salva a quien lo
omite… disimularlo es parte de la
conducta demencial que caracteriza
el actual perfil político mundial… y
reconocerlo, pero no hacer nada,
hacer poco, o decir que se hará algo
cuando se pueda, es lo mismo que
reírse de la muerte del indefenso…
no te creas que te lo dejo acá,
prometo seguírtelo hasta que hagas
anticuerpos.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.elmedicointeractivo.com/analisis/gestion/138376/conseguir-dia-a-dia-la-cuadratura-del-circulo-reto-en-la-gestion-sanitaria
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