Yuval Noah Harari en su libro “21 lecciones para el
siglo XXI”, sostiene que “el planeta se ha vuelto
demasiado complicado para nuestro cerebro de
cazadores-recolectores, y que comprender bien los
problemas morales de hoy en día, es misión imposible”.
Nos enfrentamos en este mundo actual a dilemas y
problemas complejos.
Para intentar entender y juzgar estos dilemas, la gente
suele recurrir a uno de estos cuatro métodos según este
brillante historiador y escritor israelí:
1) Minimizar la cuestión. “Simplificar
la realidad para hacerla abarcable”. Hemos escuchado
mucho de este tipo de atajo en las últimas elecciones.
Algunos ejemplos de simplificación de los problemas de
la Argentina que recuerdo son: “el problema es la deuda
con el FMI (que por supuesto es el malo de la
película)”, “no podemos salir adelante porque los
políticos que tenemos, son todos chorros”, “el
presidente es un inútil o un tonto”, “el problema es que
el partido XX quiere que haya mucha gente pobre y
analfabeta para manejarlos como quieren y quedarse en el
poder”, “el partido YY gobierna solo para que los ricos
sean cada vez más ricos a costa de los pobres”, etc.
etc. La división entre “buenos y malos” es muy típica
para intentar explicar los dilemas complejos.
2) Centrarse en una sola historia humana
conmovedora que presumiblemente representa todo el
conflicto. “Olvidando los demás datos llegar a
conclusiones prematuras en base a una o más historias no
representativas del problema”. Por ejemplo, una historia
de un chico que no recibe una medicación de una obra
social o prepaga genera mayor empatía y viralización que
otros problemas mucho más importantes que tienen los
sistemas de salud. Puede ser que no sea conveniente para
el mejor funcionamiento del sistema cubrir esa
medicación por su excesivo precio o quizás se encuentre
en período experimental. En Change.org podremos
encontrar varias de estas historias.
3) Pergeñar teorías conspirativas. “Por
ejemplo, para entender la economía mundial, es más fácil
imaginar que hay 20 multimillonarios que manejan los
hilos detrás del escenario y controlan los medios de
comunicación”, dice Harari. “Casi siempre es una
fantasía sin fundamento. El mundo contemporáneo es
demasiado complicado para que un grupo de poderosos
puedan mover los hilos”. Algún ejemplo del sector: “el
problema de la salud en la Argentina es que las prepagas
y obras sociales se ponen de acuerdo para llenarse de
plata a costa de pagarle poco a los médicos”.
4) Depositar nuestra confianza en alguna
institución, en algún líder o gurú omnisciente, que nos
ofrece un “refugio seguro” para seguir frente a la
frustrante complejidad de la realidad. Resulta
una comodidad intelectual creer en un gurú o institución
y no tener que tomarse el trabajo de leer, investigar y
sacar la propia conclusión. Aquí funciona fuertemente
por ejemplo el sesgo de confirmación. Si uno es de
derecha lee seguramente el diario La Nación y si es de
izquierda Página 12. La gente muchas veces no busca
informarse, sino confirmar los pensamientos previos.
Según las diferentes definiciones que podemos encontrar,
“un sistema complejo es un sistema construido a partir
de múltiples unidades mutuamente interactuantes. Las
múltiples y repetidas interacciones entre dichos
componentes resultan en conductas colectivas
consistentes en el tiempo, adaptables al entorno y que,
a su vez, retroalimentan al sistema en un proceso
permanente y dinámico”.
Ejemplo de un sistema complejo es un sistema de salud.
El sistema puede sobrevivir pese a la remoción de alguno
de sus componen- tes (como la pérdida de una proporción
de sus profesionales) o que puede no mejorar pese a la
incorporación de nuevas unidades (como la instalación de
una nueva tecnología de diagnóstico).
Los problemas que atraviesa el sistema de salud
en la Argentina no pueden ser simplificados minimizando
la cuestión, ni basarse en un par de historias que lo
representan, ni entenderse desde cuestiones
conspirativas.
Entender por qué estamos cómo estamos y cuáles pueden
ser las soluciones posibles, sin duda nos enfrenta a
análisis que son complejos. A continuación, veremos
algunos de los inconvenientes de algunos componentes del
sector.
La Seguridad Social
Resulta
insuficiente el actual porcentaje del 9% de los salarios
para financiar la cobertura de las obras sociales
nacionales. Este se fijó a fines del año 1988 con la ley
23660 y nunca fue actualizado pese a que los costos en
salud crecen en todo el mundo. Como muestra podemos
considerar el caso de Gran Bretaña, cuyo gasto en salud
a fines de 1988 representaba aproximadamente el 4 al 5%
del PBI. Hoy ese mismo gasto representa el 10% del PBI.
En Alemania el gasto en salud a fines de los 80 era del
6,6% del PBI, que serían unos 1.200 por persona. Hoy es
del 10,9% del PBI que serían unos 5.000 por persona. El
aporte a la cobertura de salud en Alemania es del 14,6%,
aportando un 7,3% del salario el empleado y otro 7,3% el
empleador.
En
nuestro país viene cayendo significativamente el salario
real. Teniendo como único modo de financiar las obras
sociales un porcentaje del salario, la situación es aún
más compleja ya que el salario real de los trabajadores
formales está en los niveles más bajos de la historia.
Según el Banco Mundial, sobre 19 países de Iberoamérica,
la Argentina ocupa el puesto número 17, solo por encima
de Venezuela y Cuba.
El
empleo privado registrado se encuentra estancado en los
6 millones de personas aproximadamente desde hace más de
10 años. Crecen significativamente los monotributistas,
pasaron de 1,3 a más de 2 millones de personas en los
últimos años cuyo aporte a la obra social es
ridículamente bajo y muy por debajo del costo. Muy
probablemente muchos de estos sean en la realidad
empleados en relación de dependencia encubiertos bajo
esta figura.
El resultado final de la situación descripta es que
según IPEGSA, PROSANITY y la USAL, sobre un total de 290
obras sociales nacionales, hay 140 que no reciben los
ingresos suficientes para poder cubrir el PMO (Programa
Médico Obligatorio). En términos de beneficiarios la
situación es mucho más grave aún, ya que estas 140 obras
sociales brindan cobertura al 77% del padrón de
beneficiarios del sistema.
Es inviable desde mi perspectiva seguir financiando el
costo de la salud de la Seguridad Social con el mismo 9%
fijado hace 35 años. Esto explica en parte la migración
de afiliados a planes superadores de las Entidades de
Medicina Prepaga (EMP) con pagos adicionales de
bolsillo.
La Medicina Prepaga
Durante los años 2006 al 2011 de manera informal y desde
el año 2011 en adelante con la promulgación de la ley de
Entidades de Medicina Prepaga (ley 26682), los precios
de las cuotas estaban reguladas por el gobierno. El
control de precios produjo un enorme ajuste al sector.
Los aumentos otorgados acumulados muy por debajo de la
inflación general y sin considerar la inflación médica.
Vale recordar que los costos médicos en el mundo suben
siempre por encima de la inflación por las nuevas
tecnologías y otras variables que lo afectan.
Desde enero 2012 a octubre de 2023 la inflación fue de
aproximadamente 10.000% y el aumento autorizado a las
EMP fue del 6.300% según estimaciones del sector.
Solo en el 2023 el aumento autorizado acumulado por el
Índice de Costos de Salud (ICS) fue del 136%, mientras
que la inflación del año terminaría siendo del 210%,
estimando un 25% en diciembre (NdA: este artículo se
entrega antes de conocer el dato real del IPC de dic.
23).
La
cantidad de afiliados que elige este tipo de cobertura
viene creciendo año a año. Habiendo terminado el
relevamiento anual, a fines del 2023 hay más de 8
millones de afiliados a Entidades de Medicina Prepaga
(EMP). Como vemos en el cuadro adjunto, luego de la
crisis del 2001 donde se fueron del sistema
aproximadamente un 13% de afiliados, el sector no ha
parado de crecer. Se distingue un período de crecimiento
a tasas elevadas entre el 2004 y 2011 donde crecía en el
país el empleo privado registrado y el aumento de los
salarios era superior a la inflación.
Es decir, había
más asalariados y con mayor poder adquisitivo. Lo
llamativo es que, entre el 2011 y el 2023, con empleo
privado estancado y caída del salario real, el sector
siguió creciendo, aunque a una tasa más moderada. Con
“precios controlados” o “precios cuidados”, los
afiliados a la medicina prepaga vienen creciendo. Siendo
el sector que la gente percibe como el que mejor
responde a las necesidades de cobertura médica, han
caído las bajas y han crecido las ventas.
El nivel de concentración ha aumentado en los últimos
años, sin embargo, comparado con industrias similares
como el mercado bancario o asegurador, se mantiene en
niveles razonables de competencia.
Cantidad de afiliados a EMP = las 5 primeras tienen un
61% del mercado / las 10 primeras un 78%.
Activos del sistema bancario = los 5 bancos más
importantes tienen el 54% / los 10 primeros un 75%.
ART = producción de las 5 primeras es de un 70% / las
10 primeras un 95%.
Seguros patrimoniales = las 5 primeras concentran el
40% / las 10 primeras un 62%.
La cobertura del Programa Médico Obligatorio
El Programa Médico Obligatorio que deben cubrir
obligatoriamente las Obras Sociales y las EMP (no el
Estado) ha ido ampliando su cobertura en los últimos 20
años a niveles que probablemente hoy sea una de las
coberturas más completas del mundo.
Desde su creación en el año 1995, se han agregado
decenas de coberturas nuevas sin especificar como serían
financiadas tanto las obras sociales como las EMP. Cito
solo algunos ejemplos:
Año 1996: Ley 24455 - Prestaciones Obligatorias
Vinculadas a VIH y consumo problemático.
Año 1997: Ley 24788 - Alcoholismo.
Año 1997: Ley 24901 - Habilitación y Rehabilitación
Integral a favor de las Personas con Discapacidad.
Año 2002: Ley 25673 - Salud Sexual y Procreación
Responsable.
Año 2006: Ley 26130 - Ligadura de Trompas de Falopio y
Vasectomía.
Año 2008: Ley 26396 - Prevención y Control de
Trastornos Alimentarios (Bypass gástrico).
Año 2009: Ley 26588 - Enfermedad Celíaca.
Año 2011: Ley 26689 - Enfermedades Poco Frecuentes.
Año 2012: Ley 26743 - Identidad de Género.
Año 2013: Ley 26862 - Reproducción Médicamente
Asistida.
Año 2013: Ley 26872 - Cirugía Reconstructiva de
Patología Mamaria.
Año 2016: Ley 27305 - Leche Medicamentosa.
Año 2016: Ley 27306 - Abordaje Integral e
Interdisciplinario Sujetos con dificultades del
Aprendizaje.
Año 2020: Ley 27610 - Acceso a la Interrupción
Voluntaria del Embarazo.
Sin entrar a cuestionar si deben o no cubrirse todas las
inclusiones realizadas al PMO, la pregunta que siempre
queda sin respuesta es cómo se financian las mismas. En
todos los países del mundo se incorporan nuevas
coberturas, pero siempre determinando de donde surgen
los recursos económicos para hacer frente a ellas.
La inflación médica aumenta año a año por nuevas
tecnologías, como por ejemplo los medicamentos. El gasto
en medicamentos representaba un 15% aproximadamente del
costo de una cobertura médica hace unos 10 años. Hoy ya
supera el 30%, llegando a veces al 35% del gasto total.
Por otro lado, cuando la cobertura no está incluida en
el PMO, los usuarios recurren a la justicia obteniendo
la mayor cantidad de veces amparos que obligan las obras
sociales y EMP a otorgarlas.
Los prestadores de salud
Lo descripto termina afectando a todos los prestadores
cuyos aranceles y honorarios no pueden reconocerse y
actualizarse como debieran. Los aumentos que reciben son
aún inferiores a la actualización de la cuota de las
prepagas, como así también al incremento de los aportes
y contribuciones de las obras sociales.
Los profesionales médicos, al final de la cadena, son
quienes más han sido afectados por esta distorsión de
ingresos y precios. Los prestadores están enfrentando a
una de las peores crisis de los últimos 30 años. La
tecnología médica avanza cada vez más rápido. Los
pacientes cada vez más informados y demandantes, la
requieren y la industria a su vez la impulsa de
diferentes formas. Se encuentra presionado por ambos
lados.
Los profesionales que pueden dejan de atender por obra
social o prepaga. Muchos de los profesionales que siguen
atendiendo, cobran coseguros no permitidos en efectivo y
sin factura. Los turnos “por prepaga” se dan cada vez
más lejos en el tiempo. Sin embargo, pareciera que los
afiliados empatizan con los médicos, ya que las quejas
que reciben las obras sociales y EMP son muy inferiores
a las esperadas. Este resumen de situación explica una
parte de la problemática compleja que enfrentamos.
La desregulación de precios
Inesperadamente surge en diciembre de 2023 un nuevo
gobierno libertario, cuyo líder se auto proclama
anarcocapitalista. Nuestro fracaso recurrente como país
con una inflación del 200% y niveles de pobreza del 50%,
condujo a los votantes a elegir por un giro de 180° en
las políticas económicas. El nuevo gobierno intenta
modificar radicalmente las regulaciones existentes con
un DNU cuestionable desde las formas, pero con buena
recepción inicial de los agentes económicos.
Habrá que barajar y dar de nuevo. Las reglas de juego de
los últimos años no han funcionado. Empieza una nueva
etapa en la Argentina y en el sector de la salud. “El
ser humano es el único animal que tropieza dos veces con
la misma piedra”. Nos hemos enfrentado nuevamente al
fracaso del control de precios.
La desregulación de los precios de las EMP va a traer
estos meses un cimbronazo con aumentos del orden del
100% acumulado en el primer trimestre. Fueron tanto los
desaciertos en la regulación, que este aumento resulta
inevitable para mantener una aceptable calidad en los
servicios. Los prestadores están en el límite del riesgo
de bajar la calidad médica a niveles insostenibles.
Lamentablemente solo servirá para sacar al sector de
terapia intensiva. Esperemos sea el primer paso de una
serie de reformas y cambios que hacen falta. La salida
será difícil. Es esperable que se reduzcan la cantidad
de afiliados de las EMP. Hay diferentes estimaciones al
respecto. Como decía el escritor español Jorge
Wagensberg, “adivinar el futuro es el segundo oficio más
antiguo de la historia”.
Creo que habrá muchas bajas a planes más económicos
dentro de una misma EMP. También ocurrirán migraciones
de afiliados de empresas líderes posicionadas en
segmento socio económico alto y medio-alto, a empresas
que ofrecen planes más económicos para un segmento
medio. La baja de afiliados del sector estimo que estará
alrededor del 5 al 8%. La tendencia es que la gente cada
vez realiza mayores esfuerzos para mantener una
cobertura médica privada. Pero serán meses complicados.
Frente al importante e inevitable ajuste que se viene,
como dice Guillermo Olivetto, ahora la competencia por
los recursos de los consumidores es de “todos contra
todos”.
La gente tendrá que optar que bienes y servicios dejará
de consumir y cuales mantener.
Incorporación de empresas de medicina prepaga al régimen
de obras sociales
El ya famoso DNU 70/2023 que cambió o anuló más de 360
leyes y decretos previos, incluye también la posible
incorporación de las empresas de medicina prepaga al
régimen de obras sociales como agentes del seguro de la
salud. No queda claro aún si esto será optativo u
obligatorio.
A muchas empresas les resulta a priori muy atractivo
poder captar en forma directa los aportes y
contribuciones de los afiliados. Sin embargo, hay muchas
dudas sobre la conveniencia de inscribirse en caso de
resultar optativo. Faltan aún muchas definiciones sobre
las obligaciones que implicaría estar inscripto y ser
igualados a las obras sociales. El régimen de
afiliación, las obligaciones contables y financieras,
son detalles que por ejemplo restan aún conocer. Hay una
creencia que esta medida producirá un ahorro en el valor
de las cuotas.
En el cuadro siguiente podemos ver la diferencia del
monto neto que recibe una prepaga con el régimen actual
de triangulación estimando un fee de un 6% y cuánto
recibiría si se anotara en el régimen de obras sociales
en el nuevo “inciso i”.
Veamos entonces un caso testigo de un afiliado que
proviene de una obra social sindical, cuyo sueldo es de
$1 millón y la obra social cobra un 6% de fee por
administrar la derivación de aportes.
Como vemos al cambiar la retención al Fondo del
Redistribución Solidaria del 15 al 20%, el dinero que
recibirá la EMP como parte de pago de la cuota, será muy
similar. Y no se está considerando el aporte al FRS que
habría que hacer en el nuevo esquema sobre la diferencia
que paga el afiliado entre el aporte recibido y el valor
de la cuota. Finalmente, el dinero a recibir será menor.
Como esta hoy planteado el tema, no parece atractivo
para las EMP ni generará los ahorros que creen en el
gobierno.
Independientemente que vale la pena y es necesario
explorar, analizar y realizar cambios al régimen actual
del sistema de opción de cambio, descreme y esquemas de
triangulación, no parece estar entre las principales
prioridades del sector. Muchos entendemos que, por
ejemplo, resolver la cobertura de los medicamentos de
alto precio es impostergable, así como la creación de la
Agencia de Evaluación de nuevas tecnologías.
Los actores de un sistema complejo no controlan
absolutamente nada, pero influencian absolutamente todo.
Nuestro sistema de salud requiere del aporte de todos
para ir realizando las modificaciones que hacen falta.
Son tiempos de preocupación por los meses difíciles que
vienen, pero a su vez muchos estamos esperanzados con el
cambio. El cambio es necesario. Hay que probar nuevos
caminos para llegar a lugares diferentes. Volver a una
cultura del trabajo y un sistema que premie a quienes
emprenden, arriesguen y ofrezcan a la población bienes y
servicios de calidad es un muy buen camino.
Es clave cambiar la mirada de la importancia del sector
privado en la generación de empleo y el desarrollo del
país. Ha sido muy castigado con cambios permanentes en
las reglas de juego, con asfixia de impuestos y
regulaciones que no solo no generaron prosperidad, sino
que nos hundió cada vez más. La sociedad debiera mirar
con muy buenos ojos a quienes ganan dinero honestamente
sin ser tildados de avaros e insensibles.
Como dice Claudio Zuchovicki, “Es difícil entender por
qué es codicia querer quedarse con el dinero que uno
ganó, pero no lo es querer quedarse con el que otro
logró con esfuerzo”
(*) Consultor de Obras Sociales y Entidades de Medicina
Prepaga.
|