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En principio
debemos reconocer que este tema, como tantos otros en la
gestión de las organizaciones de salud, proviene del
management empresarial, en cuyo ámbito es hoy una de las
estrategias más utilizadas, ya que aumenta la
fidelización de los clientes, mejora la reputación de la
empresa, fortalece la marca y fundamentalmente permite
una potente diferenciación, que posibilita mejorar la
disposición de los clientes a abonar precios superiores,
todo lo cual incrementa la rentabilidad.
Lamentablemente algunos han realizado una traducción
lineal de “experiencia del cliente” llamándolo
“experiencia del paciente”, lo que constituye un grave
error puesto que para poder utilizarla en el ámbito de
la gestión de organizaciones de salud, es necesario
agregar al contenido de la expresión, un mix entre
calidad asistencial, humanización de la medicina,
empoderamiento de pacientes y también la sostenibilidad
del sistema, ya que en nuestro caso es muy diferente al
común empresarial, puesto que la existencia del “tercer
pagador” y la gran complejidad que implica la cobertura
de la atención sanitaria, cambian básicamente las reglas
del juego.
Hecha estas salvedades, no tenemos dudas de que la
mejora en la experiencia del paciente ya no es una
opción sino una necesidad. Ofrecer a los pacientes una
experiencia superior, además de resultar un factor
diferenciador de gran potencial para las clínicas,
sanatorios, hospitales y centros de salud, ha demostrado
tener una alta correlación positiva con la mayor
adherencia al tratamiento y con la seguridad clínica.
En nuestro medio este tema no ha sido aún explotado. En
general, los directivos lo ven con mucha
superficialidad. Suelen reducir la experiencia del
paciente a la amabilidad en el trato del personal de la
primera línea (en especial el administrativo y técnico)
y a la comodidad de las instalaciones. Desvincular la
atención médica del resto de la experiencia del paciente
es un error. Esto no invalida la realización de análisis
parciales, sino destacar que el valor de los resultados
de estos análisis resulta muy limitado, puesto que la
variedad de los problemas y circunstancias que
caracterizan al sector salud nos exige esmerarnos en
entenderlos con la mayor profundidad posible, lo que
requiere por ejemplo, analizar en forma diferente la
experiencia del paciente al que se le va a realizar una
cirugía bariátrica, de la de aquel paciente al que se le
va a realizar una hernioplastia, puesto que sus
expectativas, temores, ansiedades etc. son muy
diferentes.
Por otra parte, la experiencia del paciente no es un
ejercicio numérico. Es cierto que aquello que no se
mide, no se puede gestionar, pero no es menos cierto que
antes de medir hay que comprender, de lo contrario
corremos el peligro de centrarnos en métricas
equivocadas que pueden llevarnos a un optimismo
inválido, ya que no revela aspectos de gran importancia.
La metodología de la estrategia de la experiencia del
paciente se plantea como un modelo innovador de gestión.
Pero requiere cambios de gran profundidad en las
organizaciones, que involucran la estrategia, la gestión
de las personas, la cultura interna, los procesos, pero
por, sobre todo, la forma de entender a los enfermos.
Además se considera muy importante centrarse no sólo en
la experiencia del paciente, sino también en los
médicos, enfermeros, y el conjunto del personal.
Beyond Philosophie define a la experiencia del paciente
como el resultado de la interacción entre una
organización y un paciente, tal como ha sido percibida
por la mente de éste, tanto en forma consciente como
subconsciente. Es una mezcla de rendimiento racional de
una organización, los sentidos estimulados, y las
emociones evocadas y se mide intuitivamente contra las
expectativas del paciente en todos y cada uno de los
momentos de contacto.

Este concepto tiene puntos de contacto con el de
“calidad percibida” que se define como la apreciación
que hace el paciente de la adecuación resultados y
beneficios del conjunto de actuaciones en el marco de la
atención sanitaria. Pero es necesario diferenciar
SATISFACCION y EXPERIENCIA, aunque ambos conceptos
puedan ser cercanos, no son lo mismo, puesto que podemos
quedar satisfechos a pesar de una mala experiencia, y lo
que resulta aún más importante: podemos tener una buena
experiencia sin que se hayan satisfecho nuestras
expectativas (un diagnóstico negativo).
Para el “Diseño de la experiencia del Paciente” se
utilizan las herramientas de gestión provenientes del “Design
Thinking”. Dentro de estas herramientas, el Mapa de la
Experiencia del Paciente (Patient Journey Map) tiene una
particular importancia, puesto que resulta sumamente
útil para el diseño de la Experiencia.
El Patient Jurney Map documenta la secuencia de
interacciones del paciente con la organización y con los
profesionales.
Para elaborar un “Mapa de la Experiencia del paciente”,
lo primero que debemos hacer es definir cuál es el
objetivo del paciente en el estudio que vamos a
realizar, es decir, qué espera obtener de nuestra
organización.
En
segundo lugar, tenemos que diseñar las etapas del camino
a seguir por el mismo para conseguir el objetivo deseado
(etapas previas al contacto, las inherentes al contacto
y las posteriores).
Posteriormente deberemos enunciar las actividades que el
paciente debe realizar en cada una de las etapas.
Acto seguido definiremos los puntos de contacto con
nuestro servicio (touch points), analizando en ellos el
ambiente, los objetos y artefactos y sus interfaces.
(ej. página web, llamada telefónica al Contact Center,
etc.).
A continuación, analizaremos las expectativas que tienen
los pacientes en cada uno de los Momentos de Verdad.
En este punto las técnicas del “cliente persona” o
relato del perfil del cliente, así como el Empaty Map,
las entrevistas semiestructuradas etc. resultan de gran
utilidad.
Una vez hecho esto deberemos medir estas emociones y
sensaciones percibidas por los pacientes, así como la
intensidad de su impacto y mapearlas en los respectivos
puntos de contacto, diferenciando emociones positivas y
negativas (ej. Decepción, alegría, impotencia etc.).
Para completar el mapa, trazaremos debajo del mapa de
emociones dos líneas para analizar las interacciones y
los trabajos que la organización debe realizar
internamente en cada una de las mismas.
Por último, deberemos trabajar con los resultados de
este mapa a fin de lograr la mejora de la experiencia en
aquellos puntos que lo requieran, considerando
particularmente los puntos críticos (el inicio, el final
y los puntos de mayor impacto emocional).
Hasta hace poco tiempo, se veía la experiencia del
paciente como una cuestión organizativa que debía
trabajar la dirección del establecimiento. Hoy se ha
cambiado de enfoque. Ahora se analiza desde la calidad
de atención en relación con los puntos de contacto. El
paciente, a lo largo de su “camino asistencial” va
pasando por determinados puntos de contacto o “touch of
points” que pueden ser páginas web, mostradores, salas
de espera, consultorios etc. Se trata de medir la
experiencia del paciente en relación con cada uno de
esos puntos, utilizando métricas adecuadas y
transparentes.
Otro de los temas centrales para la mejora de la
experiencia del paciente es la transformación digital,
pues mejora la accesibilidad y promueve el
empoderamiento del paciente y la monitorización de su
experiencia.
La experiencia del paciente es una nueva disciplina que
está revolucionando la gestión de las empresas de salud.
La Mayo Clinic ha sido pionera en este tema, y en la
actualidad el 82% de las organizaciones sanitarias de
EE. UU. y UK cuentan con programas para este tema.
La Cleveland Clinic ha sido la primera en la creación
del cargo de Director de Experiencia del paciente en su
Hospital, pero en la actualidad en los EE. UU. el 42% de
los Hospitales cuenta con estructuras organizativas
específicas para este tema.
Conseguir poner al paciente en el centro de la toma de
decisiones de todas las áreas de la organización
requiere un cambio disruptivo que requiere para su éxito
generar interés y adhesión en todos los niveles,
especialmente en la dirección.
En síntesis: El diseño de la experiencia del paciente es
un tema que promete grandes beneficios a las
organizaciones que lo adopten como estrategia y estén
dispuestas a realizar los cambios necesarios para
coronar con éxito esta propuesta.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
· Silvia Pareja y Patricia López de E. Leciñana de
Accenture Strategy – 1/11/16 – ORH}
· Gloria Gálvez – Con una sola voz
· El mapa de Experiencia del Paciente - Clara Grau
Corral –Gestión
· Lacocomedic- Qué tipo de hospitales y clínicas
necesitan mejorar la experiencia del paciente? –
Internet marketingmedico.com
http://www.marketingmedico.com/2016/03/18/que-tipo-de-hospitales-y-clinicas-necesitan-mejorar
-la-experiencia-del-paciente
· Mónica Ventoso – enfermería – 09/06/2017 internet
· ¿Como Crear un Customer Journey map para diseñar la
mejor experiencia de tu cliente? Leticia del Corral –
2/4/17 – Blog de José Fracchin
· Innokabi – El mapa de Experiencia del Cliente o
Customer Journey map – Alfonso Prim – Innokabi.com
· Paciente E, Clave para la mejora Patient Experiencie–
Bery Institute 2015.
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