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Willis Towers Watson acaba de
presentar los resultados de su
Encuesta 2017 “Percepción de los
empleados de los Beneficios que le
brindan sus empleadores”. La
encuesta explora en qué medida los
beneficios -individual y
colectivamente- influyen en el
comportamiento de los empleados, qué
tan cerca se alinean con las
prioridades de empleo y su estilo de
vida y también sus vínculos con el
estrés, el ausentismo, el
presentismo y el compromiso laboral.
Esta última edición –bianual–
analiza nada menos que 31.000
respuestas de empleados en 22
mercados diferentes.
ALGUNAS CONCLUSIONES
-
Los empleados les asignan a los
beneficios más importancia que
nunca. Su deseo de larga data de
una mayor seguridad, continúa
intensificándose año tras año.
-
Los empleados, particularmente
los más jóvenes, quieren más
opciones de beneficios. Aquellos
que cuentan con opciones y
flexibilidad, tienen el doble de
probabilidades de percibir que
el programa de beneficios que
reciben, satisface sus
necesidades.
-
En muchos países, los empleados
están cada vez más preocupados
por sus finanzas, tanto a corto
como a largo plazo.
-
Una tercera parte de los
empleados espera seguir
trabajando a los 70 años o más.
-
Los empleados esperan que sus
empleadores les ayuden a mejorar
su salud y bienestar y esperan
también contar con mayores
seguridades a nivel financiero.
-
Aunque las empresas están
respondiendo con programas que
apoyan el bienestar físico,
emocional, financiero y social,
los empleados no están demasiado
conformes sobre lo ofrecido
hasta ahora.
-
La participación de los
empleados en los programas de
bienestar (Wellness) sigue
siendo baja.
La investigación de la encuesta se
centra en cuatro aspectos
principales de las percepciones de
los empleados:
BIENESTAR FINANCIERO
En la mayoría de los países, la
satisfacción de los empleados con su
situación financiera ha empeorado,
revirtiendo los logros obtenidos de
2013 a 2015. Esto ha ocurrido en
países desarrollados y también en
muchos mercados en desarrollo. Los
Estados Unidos presentan una imagen
particularmente negativa, con una
satisfacción financiera que cae 13
puntos porcentuales entre 2015 y
2017 (del 48% al 35%).
Para los analistas, la caída de los
niveles de satisfacción financiera
es algo sorprendente, dado que el
crecimiento económico global ha sido
positivo. El deterioro de la
satisfacción no se limita a los EE.
UU. y al Reino Unido, lugares donde
la incertidumbre política se ha
intensificado, sino que las
convulsiones políticas en ambos
países parecerían estar
repercutiendo más allá de sus
fronteras.
Según la encuesta, a nivel global
existe un deterioro generalizado de
las posiciones financieras de los
hogares, con ahorros en disminución
y niveles de deuda en aumento en
muchos países. Esta situación está
posiblemente vinculada a las bajas
tasas de interés, un crecimiento
mínimo de los salarios reales y la
inaccesibilidad a la vivienda para
muchos empleados jóvenes. Incluso,
la encuesta muestra que un
porcentaje significativo de los
empleados casi no cuenta con
ahorros.
Las preocupaciones financieras
naturalmente constituyen una fuente
de estrés para muchos empleados, y
los empleadores están reconociendo
la existencia de un “costo
emocional” para los empleados y sus
efectos negativos en el rendimiento
laboral.
EXPECTATIVAS DE JUBILACIÓN
Casi dos tercios de los empleados
creen que en la vejez estarán peor
que la generación de sus padres.
La preocupación generalizada es
saber si se están ahorrando lo
suficiente para la etapa post
retiro. Como consecuencia de esta
visión, muchas personas esperan
tener que trabajar más tiempo.
En las economías desarrolladas de
nuestra muestra, aproximadamente
tres de cada 10 empleados esperan
trabajar hasta los 70 años o más,
desde mínimos del 7% al 8% en
Francia y Alemania, países con
programas públicos de jubilación más
generosos, hasta máximos de un
tercio o más en el Reino Unido,
Australia y los Estados Unidos,
donde las personas son responsables
en una mayor proporción de sus
ingresos de jubilación.
Japón es un caso particularmente
llamativo: casi la mitad de los
trabajadores esperan retirarse a los
70 años o más.

SALUD
Y BIENESTAR
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), entre un cuarto y un
tercio de los adultos a nivel
mundial no son lo suficientemente
activos, y su inactividad tiene
efectos a largo plazo en su salud.
Las tasas de obesidad y las
enfermedades crónicas son cada vez
más frecuentes en todo el mundo -y
no sólo en los países ricos-. En
respuesta, los empleadores buscan
soluciones para contribuir a la
salud física y al bienestar para sus
fuerzas laborales, tanto para
reducir los costos médicos, como
para reconocer los vínculos entre la
salud, el bienestar y la
productividad.
Si bien la salud física de los
empleados siempre ha sido una
preocupación para los empleadores,
la salud mental y el estrés están
recibiendo más atención últimamente.
Los problemas de salud mental están
muy extendidos en todo el mundo,
estimándose que alrededor de tres de
cada 10 empleados informaron haber
sufrido estrés severo, ansiedad o
depresión en los últimos dos años.
A pesar de que los empleadores son
conscientes de estos problemas y
tratan de dar respuestas a ellos,
sólo alrededor de un tercio de los
empleados en todo el mundo dice que
los programas de salud y bienestar
de su empleador los han ayudado a
llevar vidas más saludables. Además,
solo dos de cada cinco empleados
dicen que estos programas de salud y
bienestar satisfacen sus
necesidades, una proporción mucho
menor que la satisfacción con los
beneficios de atención médica.
Aún más preocupante es que en los
EE. UU., donde el enfoque en la
salud y el bienestar ha sido más
fuerte, los empleados se han vuelto
más negativos a través del tiempo,
con una satisfacción que cayó del
41% en 2011 a sólo el 32% en 2017.
PREFERENCIAS DE BENEFICIOS
Si bien entre la mitad y los dos
tercios de los empleados dicen que
sus beneficios de jubilación y
atención médica satisfacen sus
necesidades, menos de la mitad de
los empleados creen que su paquete
de beneficios ofrece opciones y
flexibilidad suficientes.
Muchos empleados desean preservar
sus beneficios básicos de salud y
jubilación, pero desearían contar
con opciones más diversas que
satisfagan sus necesidades. Por otra
parte, cada vez más las fuerzas de
trabajo de varias generaciones
(debido a que más personas trabajan
durante más tiempo) quieren
diferentes beneficios en las
distintas etapas de la vida. En
consecuencia, es poco probable que
un enfoque único solucione las
necesidades de la fuerza de trabajo
diversa de hoy en día.
La pregunta para los empleadores es
cómo proporcionar una gama más
amplia de opciones de beneficios que
los que brindan actualmente.
En definitiva, amigo lector, nuevos
tiempos…nuevos desafíos.

(*) Director de Salud Corporativa de
Willis - Towers Watson.
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