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El consumo de alcohol
entre los argentinos
Niveles de consumo de
alcohol
De acuerdo con los resultados
obtenidos en la encuesta nacional
sobre consumo de bebidas alcohólicas
(BA) llevada a cabo por Poliarquía y
Prosanity, el 54% de los argentinos
afirma haber consumido bebidas de
este tipo, al menos una vez en su
vida, mientras que el 35% responde
que nunca las ha probado.
De acuerdo con la información
obtenida, el consumo es una actitud
arraigada, no esporádica, puesto que
casi 9 de cada 10 personas que
sostienen haber tomado bebidas
alcohólicas alguna vez en su vida,
también lo han hecho durante en el
último año, y más de dos tercios ha
consumido durante la última semana.
Específicamente,
el estudio ha indagado la cantidad
de copas o “tragos” de bebida
consumidos por la población en los 7
días anteriores al relevamiento de
datos. Los resultados indican que
dos tercios habían bebido 2 o menos
copas.
Luego se observa una franja
de 15% que consumieron entre 3 y 5,
para culminar con un 11% que declara
haber bebido más de cinco tragos en
la última semana. Respecto de este
último porcentaje, el doctor Daniel Lew, a cargo del área de estudios de
salud de Poliarquía, comenta que
“Ese dato es aún más preocupante que
el obtenido en 2011 en la Encuesta
Nacional de Salud y Uso de Drogas de
los EE. UU., según la cual el 6,2%
consumió más de 5 tragos la última
semana, aproximadamente la mitad de
la frecuencia verificada en la
Argentina, según los datos de
Poliarquía y Prosanity”.
Entre las personas que admiten haber
bebido alguna vez, el 60% dice que
inició esta práctica antes de los 18
años, mientras que el 36% afirma
haberlo hecho después de alcanzada
la mayoría de edad.
Además del inicio temprano en el
consumo de alcohol, la investigación
de Poliarquía y Prosanity muestra
que entre los jóvenes el consumo es
más intenso. En efecto, del total de
población que ha consumido el último
año, el 28% admite haberlo hecho en
exceso, pero esa cifra se eleva al
45% entre los menores de 30 años.
Eso significa, de acuerdo con el
estudio, más de la mitad de los
jóvenes argentinos reconoce haber
consumido, y probablemente consume
de manera habitual, dosis excesivas
de bebida.
Según los resultados obtenidos en la
investigación, los principales
motivos para beber son “el gusto o
placer” y “el acompañamiento
social”, que suman más del 75% de
las razones esgrimidas por quienes
consumen. La importancia otorgada a
estas razones difiere claramente
según la edad de los individuos.
Entre los más jóvenes, predomina el
acompañamiento social como
justificación del consumo, mientras
que a medida que aumenta la edad de
los entrevistados, prevalecen el
placer y el gusto. Beber para
relajarse, que es la tercera razón
más mencionada, aunque lejos de las
dos principales, es asimismo un
motivo invocado en mayor proporción
por los jóvenes que por los adultos.
Por último, la investigación
descarta que se beba para
estimularse o por emulación o
identificación con figuras públicas
del espectáculo o la publicidad.
IMAGEN SOCIAL DEL CONSUMO DE ALCOHOL
A la luz de los datos obtenidos por
el sondeo de Poliarquía y Prosanity,
se concluye que los argentinos son
severos para juzgar los efectos de
las bebidas alcohólicas sobre la
salud, descartándose que su ingesta
pueda resultar beneficiosa como
pretenden algunas campañas
publicitarias.
En efecto, el 51% de los consultados
considera que el alcohol no reporta
ningún beneficio para la salud,
mientras que el 40% afirma que
genera “muchos problemas” y el 30%
“bastantes problemas” en este campo.
Esta opinión es homogénea entre los
distintos estratos de la población,
no registrando diferencias
significativas según la edad, el
sexo y el lugar de residencia de la
población.
Si se comparan los efectos nocivos
del cigarrillo con los del alcohol,
las bebidas no salen bien paradas de
acuerdo con la opinión pública. Los
resultados obtenidos resultan
contundentes en este punto: para el
10% la bebida tiene consecuencias
peores que fumar, mientras que para
el 45% fumar y beber son igualmente
negativos. Sólo el 10% de los
entrevistados ha respondido que
fumar tiene efectos más nocivos que
tomar alcohol.
Por último, la investigación de
Poliarquía y Prosanity ha permitido
constatar que la mayoría de los
argentinos considera que las
consecuencias del consumo de bebidas
alcohólicas no es un problema
personal, sino que repercute en el
conjunto de la sociedad. En efecto,
más de dos de cada tres
entrevistados opinaron que los
estragos del alcohol exceden el
límite de la vida personal para
proyectar sus efectos nocivos al
conjunto de la comunidad.
MEDIDAS EN RELACIÓN CON EL CONSUMO
DE ALCOHOL
Consecuente con la importancia
social asignada a la ingesta de
bebidas alcohólicas, la amplia
mayoría de la población está de
acuerdo en impulsar medidas para
mitigar sus efectos nocivos. El 75%
se muestra muy o bastante de acuerdo
con que se implementen restricciones
o políticas especiales para limitar
o desalentar el consumo.
En el marco
de este amplio consenso, se observa
mayor deseo de control a medida que
aumenta la edad de los
entrevistados.
Indagados acerca de qué tipo de
políticas deberían implementarse,
dos cuartas partes de la población
se inclinó en proporciones similares
por dos medidas, una de carácter
punitivo y la otra económica:
aumentar las sanciones para los que
se exceden en el consumo e
incrementar los impuestos a las
bebidas alcohólicas. El resto de las
medidas sugeridas fueron: colocar
advertencias sobre efectos nocivos,
restringir la venta, e incrementar
las restricciones a la publicidad.
Universo: Población,
mayor de 18 años.
Tipo de encuesta:
Telefónica (IVR).
Características de
la muestra:
Estratificada,
polietápica y
aleatoria. Por
cuotas de edad y
sexo para la
selección del
entrevistado.
Tamaño de la
muestra: 1427 casos
nacionales.
Error estadístico:
+/- 2,64 % para un
nivel de confianza
del 95%.
Fecha del trabajo de
campo: Del 2 al 4 de
febrero de 2018.
Empresa ejecutora:
Poliarquía
Consultores en
asociación con
Prosanity. |
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