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La telemedicina o más propiamente dicho la telesalud es
una disciplina moderna, muy difundida actualmente en los
foros de innovación de la actividad médica. ¿Pero esto
es realmente así? ¿Es una práctica moderna e innovadora?
Vayamos a la definición del término.
Telemedicina: toda actividad médica relacionada
con el diagnóstico, tratamiento o educación realizada a
distancia de manera no presencial. Teniendo en cuenta
esto último, cualquier mensaje médico dado por vía
telefónica desde principios del siglo XX, el monitoreo
de signos vitales de los astronautas que permanecían
meses en órbita en la década de los 60, la coordinación
vía telegráfica de los perros siberianos que distribuían
antitoxina diftérica por Nome, Alaska, allá por el 1925
o los ciclos televisivos que desde siempre brindan
consejos para la salud estarían alcanzados por la
definición de Telemedicina. Entonces ¿por qué esta
explosión actual de la actividad de manera disruptiva?
Veamos en donde estamos parados y por qué nuestro país
requiere de manera perentoria que se organice y se
regule la telesalud.
FACTORES DETERMINANTES
La Argentina posee una gran extensión territorial, con
sus más de 2,700.000 km cuadrados es el octavo país del
mundo en superficie y su población, de más de 40
millones de habitantes se encuentra distribuida de
manera desigual, concentrando la mayor parte de ellos en
5 ciudades. La edad de la población, que como ocurre en
todo el mundo va en aumento, constituye un desafío
sanitario y financiero para el futuro cercano. Por otro
lado, la oferta prestacional de salud tiene
características destacables, la cantidad de médicos es
alta (cabe aclarar que no existen registros únicos del
número de profesionales) pero distribuidos de forma
heterogénea, sumado al déficit de ciertas especialidades
médicas que muestran una clara disminución en número,
determina una baja cobertura de especialistas en vastas
áreas del país. Por último, la educación médica continua
comienza a requerir algún tipo de herramienta más ágil
dado que el formato conocido de reunión presencial en
congresos o la lectura de libros impresos no se
corresponde con la velocidad con que el conocimiento
médico se renueva.
LA TELEMEDICINA EN LA
ACTUALIDAD
El mundo comenzó a resolver sus problemas utilizando la
tecnología disponible de manera inteligente y con
sentido de la oportunidad y de la costo eficiencia. En
Latinoamérica la mayoría de los países cuentan con
programas de telesalud en marcha en sus tres ejes:
La Teleasistencia, entendida como la atención médica a
distancia tanto para diagnóstico como para tratamiento,
el Telemonitoreo de grupos vulnerables y la Teleducación
médica a distancia. En ese sentido, muchas entidades de
nuestro país, tanto públicas como privadas han puesto al
servicio de sus pacientes y beneficiarios productos de
teleasistencia como son la atención en sitios remotos,
los sistemas de teleconsulta de segunda opinión, los
teleateneos de especialidades, las videoconsultas, el
telestroke (coordinación a distancia de la atención del
accidente cerebro vascular), teleIAM (Infarto agudo de
Miocardio), las consultas de telepresencia, la
teledermatología, la telepsiquiatría, etc. El monitoreo
de grupos vulnerables encuentra su principal utilidad,
no sólo en poblaciones que envejecen a un ritmo
acelerado, sino también en la cronificación de muchas
enfermedades que antes eran mortales. La clave de este
tipo de programas radica en el correcto análisis de
riesgo versus costos y saber definir de manera precisa
el target al cual monitorear. Una gran población bajo
monitoreo sin segmentación es demasiado costosa y sus
beneficios poco visibles. Por su parte, un pequeño e
insignificante segmento de población sin impacto
sanitario hace inútil a la herramienta. A manera de
ejemplo, en un centro de Barcelona monitorean en
domicilio a las personas con insuficiencia cardíaca que
ya haya sido ingresados por primera vez a un centro
especializado. Antes o después de ese momento ha sido
evaluado como exagerado o tardío en cuanto a los
resultados obtenidos. El desarrollo de dispositivos
portables de alarma y muchas aplicaciones similares de
la telefonía celular permiten mantener en observación
continua las distintas vulnerabilidades de los pacientes
crónicos seleccionados. Por último, la teleducación
médica ofrece una excelente posibilidad para que los
profesionales que viven en sitios alejados de las
grandes urbes puedan capacitarse y actualizarse, habida
cuenta de la obsolescencia acelerada que el conocimiento
médico tiene en la actualidad.
ASOCIACIÓN CIVIL DE LA
TELEMEDICINA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (ACTRA)
Las características geográficas, demográficas y
prestacionales de la Argentina sumadas a los avances
tecnológicos relacionados a las nuevas herramientas de
la información y la comunicación hacen necesaria la
incorporación de las distintas prestaciones de Telesalud
a la práctica médica. La necesidad más importante que
viene a resolver esta tecnología es la mejora en el
acceso al servicio de calidad de gente que se encuentra
en situaciones de aislamiento geográfico, social o
sanitario y para todos aquellos actos médicos que
requieran agilizar sus procesos. Acceso, calidad y
agilidad son las principales cualidades que se busca
cuando se desarrolla una herramienta de telesalud.
Muchas empresas de salud del país están avanzando en
proyectos que incorporan las TICs a sus ofertas
prestacionales y si bien, como decíamos al principio, no
es una práctica nueva, el aumento exponencial de los
servicios telemédicos requiere de un marco regulatorio
que le dé seguridad médica a los usuarios y seguridad
jurídica a los prestadores. Del mismo modo, es el
momento de modernizar todos los aspectos relacionados a
los registros médicos y las prescripciones que aún hoy
en nuestro país requiere de los formatos físicos y
manuscritos. Reservamos hoteles, compramos pasajes,
entradas de teatro, medios de locomoción y hacemos
transferencias bancarias desde un teléfono celular, pero
si estamos enfermos debemos ir a la farmacia con un
papel escrito y sellado. Por este motivo, un grupo de
empresas, dentro de las cuales se encuentran sanatorios
u hospitales como el Hospital Alemán, CEMIC, Hospital
Privado de Córdoba, FLENI e Instituto Cardiovascular de
Buenos Aires; entidades financiadoras como ASE-Medifé,
Omint y OSDE; el Grupo Oroño de Rosario, Empresas de
emergencias como Emergencias S.A. y URG de Rosario; el
Instituto Zaldibar de Mendoza e instituciones de
diagnóstico como el Centro de Diagnóstico Dr. Enrique
Rossi formaron la Asociación Civil de la Telemedicina de
la República Argentina. ACTRA, que entre sus objetivos
se encuentran la difusión de la actividad, el aporte
institucional para la generación de una regulación que
otorgue marco legal a la práctica y dar participación a
toda especialidad médica o disciplina relacionada a la
salud que intente desarrollar el capítulo de buenas
prácticas en telesalud. Es esperable que todas las
instituciones y profesionales de la salud que de alguna
manera se encuentren en este momento desarrollando una
práctica de la telemedicina se sumen a la entidad.
La atención de la salud es progresivamente menos
individual y cada vez más interdisciplinaria y es
oportuno aclarar que esta herramienta no constituye una
nueva forma de atención sino un medio de acceso a la
prestación realizada por todos los profesionales de la
salud. No viene a reemplazar al recurso humano, tal vez
quizá sea una vía de desarrollo de nuevas actividades
técnicas y profesionales que de manera
interdisciplinaria aporten nuevos formatos a la atención
de la salud.
EL FUTURO
La principal virtud de la telemedicina no está
relacionada a lo innovador de su tecnología sino a la
lógica de sus procesos, pero en el futuro inmediato y
casi simultáneamente a la irrupción de la telesalud como
herramienta, una gran lista de otras tecnologías ya
pugna por incorporarse al terreno de salud. La realidad
virtual, la realidad aumentada, la robótica, la
nanotecnología, la ingeniería genómica, la impresión 3D
y la inteligencia artificial ya empiezan a ser palabras
corrientes en los claustros médicos. Así como después de
2100 años de medicina occidental Hipocrática apareció la
electricidad y se incorporó a la práctica médica,
debemos estar preparados para incorporar estas nuevas
tecnologías, aceptando barreras y límites. Barreras para
ser superadas (culturales, financieras, regulatorias,
tecnológicas y profesionales) y un gran límite para ser
respetado: El límite ético.
(1) Gerente Médico de Filiales de
OSDE
Presidente de ACTRA (Asociación Civil de la Telemedicina
de la República Argentina)
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