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Debate


Telemedicina, una herramienta que suma accesibilidad,
calidad y agilidad a las prestaciones médicas

Por el Dr. Gabriel Leonardo Barbagallo (1)


La telemedicina o más propiamente dicho la telesalud es una disciplina moderna, muy difundida actualmente en los foros de innovación de la actividad médica. ¿Pero esto es realmente así? ¿Es una práctica moderna e innovadora? Vayamos a la definición del término.
Telemedicina: toda actividad médica relacionada con el diagnóstico, tratamiento o educación realizada a distancia de manera no presencial. Teniendo en cuenta esto último, cualquier mensaje médico dado por vía telefónica desde principios del siglo XX, el monitoreo de signos vitales de los astronautas que permanecían meses en órbita en la década de los 60, la coordinación vía telegráfica de los perros siberianos que distribuían antitoxina diftérica por Nome, Alaska, allá por el 1925 o los ciclos televisivos que desde siempre brindan consejos para la salud estarían alcanzados por la definición de Telemedicina. Entonces ¿por qué esta explosión actual de la actividad de manera disruptiva? Veamos en donde estamos parados y por qué nuestro país requiere de manera perentoria que se organice y se regule la telesalud.

FACTORES DETERMINANTES
La Argentina posee una gran extensión territorial, con sus más de 2,700.000 km cuadrados es el octavo país del mundo en superficie y su población, de más de 40 millones de habitantes se encuentra distribuida de manera desigual, concentrando la mayor parte de ellos en 5 ciudades. La edad de la población, que como ocurre en todo el mundo va en aumento, constituye un desafío sanitario y financiero para el futuro cercano. Por otro lado, la oferta prestacional de salud tiene características destacables, la cantidad de médicos es alta (cabe aclarar que no existen registros únicos del número de profesionales) pero distribuidos de forma heterogénea, sumado al déficit de ciertas especialidades médicas que muestran una clara disminución en número, determina una baja cobertura de especialistas en vastas áreas del país. Por último, la educación médica continua comienza a requerir algún tipo de herramienta más ágil dado que el formato conocido de reunión presencial en congresos o la lectura de libros impresos no se corresponde con la velocidad con que el conocimiento médico se renueva.

LA TELEMEDICINA EN LA ACTUALIDAD
El mundo comenzó a resolver sus problemas utilizando la tecnología disponible de manera inteligente y con sentido de la oportunidad y de la costo eficiencia. En Latinoamérica la mayoría de los países cuentan con programas de telesalud en marcha en sus tres ejes:
La Teleasistencia, entendida como la atención médica a distancia tanto para diagnóstico como para tratamiento, el Telemonitoreo de grupos vulnerables y la Teleducación médica a distancia. En ese sentido, muchas entidades de nuestro país, tanto públicas como privadas han puesto al servicio de sus pacientes y beneficiarios productos de teleasistencia como son la atención en sitios remotos, los sistemas de teleconsulta de segunda opinión, los teleateneos de especialidades, las videoconsultas, el telestroke (coordinación a distancia de la atención del accidente cerebro vascular), teleIAM (Infarto agudo de Miocardio), las consultas de telepresencia, la teledermatología, la telepsiquiatría, etc. El monitoreo de grupos vulnerables encuentra su principal utilidad, no sólo en poblaciones que envejecen a un ritmo acelerado, sino también en la cronificación de muchas enfermedades que antes eran mortales. La clave de este tipo de programas radica en el correcto análisis de riesgo versus costos y saber definir de manera precisa el target al cual monitorear. Una gran población bajo monitoreo sin segmentación es demasiado costosa y sus beneficios poco visibles. Por su parte, un pequeño e insignificante segmento de población sin impacto sanitario hace inútil a la herramienta. A manera de ejemplo, en un centro de Barcelona monitorean en domicilio a las personas con insuficiencia cardíaca que ya haya sido ingresados por primera vez a un centro especializado. Antes o después de ese momento ha sido evaluado como exagerado o tardío en cuanto a los resultados obtenidos. El desarrollo de dispositivos portables de alarma y muchas aplicaciones similares de la telefonía celular permiten mantener en observación continua las distintas vulnerabilidades de los pacientes crónicos seleccionados. Por último, la teleducación médica ofrece una excelente posibilidad para que los profesionales que viven en sitios alejados de las grandes urbes puedan capacitarse y actualizarse, habida cuenta de la obsolescencia acelerada que el conocimiento médico tiene en la actualidad.

ASOCIACIÓN CIVIL DE LA TELEMEDICINA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (ACTRA)
Las características geográficas, demográficas y prestacionales de la Argentina sumadas a los avances tecnológicos relacionados a las nuevas herramientas de la información y la comunicación hacen necesaria la incorporación de las distintas prestaciones de Telesalud a la práctica médica. La necesidad más importante que viene a resolver esta tecnología es la mejora en el acceso al servicio de calidad de gente que se encuentra en situaciones de aislamiento geográfico, social o sanitario y para todos aquellos actos médicos que requieran agilizar sus procesos. Acceso, calidad y agilidad son las principales cualidades que se busca cuando se desarrolla una herramienta de telesalud. Muchas empresas de salud del país están avanzando en proyectos que incorporan las TICs a sus ofertas prestacionales y si bien, como decíamos al principio, no es una práctica nueva, el aumento exponencial de los servicios telemédicos requiere de un marco regulatorio que le dé seguridad médica a los usuarios y seguridad jurídica a los prestadores. Del mismo modo, es el momento de modernizar todos los aspectos relacionados a los registros médicos y las prescripciones que aún hoy en nuestro país requiere de los formatos físicos y manuscritos. Reservamos hoteles, compramos pasajes, entradas de teatro, medios de locomoción y hacemos transferencias bancarias desde un teléfono celular, pero si estamos enfermos debemos ir a la farmacia con un papel escrito y sellado. Por este motivo, un grupo de empresas, dentro de las cuales se encuentran sanatorios u hospitales como el Hospital Alemán, CEMIC, Hospital Privado de Córdoba, FLENI e Instituto Cardiovascular de Buenos Aires; entidades financiadoras como ASE-Medifé, Omint y OSDE; el Grupo Oroño de Rosario, Empresas de emergencias como Emergencias S.A. y URG de Rosario; el Instituto Zaldibar de Mendoza e instituciones de diagnóstico como el Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi formaron la Asociación Civil de la Telemedicina de la República Argentina. ACTRA, que entre sus objetivos se encuentran la difusión de la actividad, el aporte institucional para la generación de una regulación que otorgue marco legal a la práctica y dar participación a toda especialidad médica o disciplina relacionada a la salud que intente desarrollar el capítulo de buenas prácticas en telesalud. Es esperable que todas las instituciones y profesionales de la salud que de alguna manera se encuentren en este momento desarrollando una práctica de la telemedicina se sumen a la entidad.
La atención de la salud es progresivamente menos individual y cada vez más interdisciplinaria y es oportuno aclarar que esta herramienta no constituye una nueva forma de atención sino un medio de acceso a la prestación realizada por todos los profesionales de la salud. No viene a reemplazar al recurso humano, tal vez quizá sea una vía de desarrollo de nuevas actividades técnicas y profesionales que de manera interdisciplinaria aporten nuevos formatos a la atención de la salud.

EL FUTURO
La principal virtud de la telemedicina no está relacionada a lo innovador de su tecnología sino a la lógica de sus procesos, pero en el futuro inmediato y casi simultáneamente a la irrupción de la telesalud como herramienta, una gran lista de otras tecnologías ya pugna por incorporarse al terreno de salud. La realidad virtual, la realidad aumentada, la robótica, la nanotecnología, la ingeniería genómica, la impresión 3D y la inteligencia artificial ya empiezan a ser palabras corrientes en los claustros médicos. Así como después de 2100 años de medicina occidental Hipocrática apareció la electricidad y se incorporó a la práctica médica, debemos estar preparados para incorporar estas nuevas tecnologías, aceptando barreras y límites. Barreras para ser superadas (culturales, financieras, regulatorias, tecnológicas y profesionales) y un gran límite para ser respetado: El límite ético.

(1) Gerente Médico de Filiales de OSDE
Presidente de ACTRA (Asociación Civil de la Telemedicina de la República Argentina)

 

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