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Primera Plana


 
El sistema de salud: ¿puede ser sustentable?
 

La sustentabilidad de los sistemas de salud constituye un desafío a nivel mundial. ¿Cómo estamos abordando este reto en la Argentina? Innovación, acceso, manejo de las enfermedades crónicas y prevención. Una mirada al presente y el futuro de nuestra salud. Los actores y sectores clave. El rol de la sinergia público y privada.

En términos de sistema de salud, se entiende por “sustentabilidad” a las condiciones que permiten el acceso universal al diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades, de forma que este esquema pueda sostenerse en el tiempo y ser financieramente viable. Más allá de las definiciones teóricas… ¿Es el sistema de salud argentino sustentable? ¿Es posible asegurar hoy la sustentabilidad del sistema en el futuro?
 
“La inflación en los servicios de salud es hasta 50% superior al índice de precios del consumidor”.
(Alejandro Regueiro)

En este informe, el Dr. Alejandro Regueiro, gerente médico de Medicus, el Dr. David Aruachan, presidente del Grupo Unión Personal, el Dr. Flavio Devoto, presidente de CAEMe y gerente general de AbbVie en la Región Sur y el Dr. Pablo Atchabahian, director nacional de acceso a los servicios de Salud de la Agencia Nacional de Discapacidad responden a estos interrogantes desde su óptica como actores y referentes del sistema de salud.
“Así como está es complicado asegurarla en el largo plazo”, explicó Alejandro Regueiro, iniciando el debate. “No se trata sólo de un problema argentino: en el mundo, la inflación en los servicios de salud es hasta un 50% superior al índice de precios del consumidor, debido a que el porcentaje del PBI destinado a la salud es persistente para no bajar la cantidad y calidad de los servicios que se prestan”, detalló.
David Aruachan, por su parte, afirmó que: “nuestro sistema de salud atraviesa una situación bisagra con relación a la asignación y gestión de recursos. Es una transición positiva, porque estamos tomando conciencia de la necesidad de empezar a priorizar lo colectivo sobre lo individual, y de comenzar a gestionar la salud desde la perspectiva de una asignación racional de los recursos. Necesitamos bajar esto a tierra para que la población en general pueda entender que esta asignación tiene que ser coherente a la necesidad del paciente, para que el recurso económico pueda alcanzar para financiar y sostener un sistema de salud que es cada vez más demandante”.
 

“Nuestro sistema de salud atraviesa una situación bisagra con relación a la asignación y gestión de recursos”.
(David Aruachan)

Sin embargo, no es cuestión de quedarse con los brazos cruzados. “El primer desafío es garantizar equidad en la atención y eso implica un gran esfuerzo, porque en la Argentina un tercio de la población no tiene empleo formal y, consecuentemente, carece de seguro de salud”, explicó Flavio Devoto.
Si bien considera que el hospital público cumple un rol fundamental para cubrir esa necesidad, aclaró que “la atención allí es más fragmentada” porque suele recibir urgencias y pacientes golondrinas que llegan muchas veces sin una historia clínica conocida, lo que impide el seguimiento del paciente y, por ende, un óptimo tratamiento. Por otra parte, destacó determinados aspectos culturales, como el analfabetismo o la baja instrucción educativa, como motivos que impiden el acceso a una buena atención.
Alejandro Regueiro también señaló “la importancia de establecer programas de gerenciamiento de enfermedades tendientes a optimizar los recursos y mejorar resultados, concentrando pacientes en un mismo circuito prestacional, algo que hoy en la Argentina se hace, pero de manera aislada y fragmentada”.
La fragmentación del sistema atenta contra la sustentabilidad. Si todos los actores involucrados actuaran como los engranajes de un reloj, los resultados serían muy superiores. “Lo ideal sería que los diferentes subsistemas que componen el sistema de salud, tanto el sector público como el privado y el de las obras sociales, brinden la misma calidad de atención sin superponerse”, aportó Pablo Atchabahian.
“Es imprescindible establecer criterios de cobertura que garanticen el acceso de toda la población: es posible, pero requiere de un alto nivel de integración y de un trabajo colaborativo entre las partes”, agregó.
Alejandro Regueiro afirmó que en el país el 35% de la población se atiende en el sistema público, 12% en prepagas y 53% en obras sociales. “Hay muchos casos de consultas duplicadas”, acotó.

Entre la prevención y la innovación

Existe una palabra clave que puede acelerar de manera notable el camino hacia la sustentabilidad: la prevención. “Es la mejor estrategia para bajar costos, pero hoy el sistema está más enfocado en el tratamiento”, señaló Flavio Devoto.
Pablo Atchabahian opinó en la misma dirección: “Hay que hacer hincapié en la prevención para evitar enfermedades y un futuro recargo del sistema de salud”.
¿Cuáles son los pasos necesarios por seguir? “Se debe educar a la población en hábitos alimentarios (control de peso, ingesta de sal, modificación de los alimentos), y generar programas de gerenciamiento de enfermedades crónicas, tales como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades reumáticas, relacionadas con las principales causas de muerte en la Argentina”, indicó Flavio Devoto. También consideró “que la medición de incidencia y prevalencia de las distintas enfermedades constituye un importante avance para, poder avanzar sobre la prevención y manejo de las enfermedades”.
 
“Se debe educar a la población en hábitos alimentarios y generar programas de gerenciamiento de enfermedades crónicas”. (Flavio Devoto)

Atacar esta problemática, por lo tanto, supone uno de los pilares para apuntalar la sustentabilidad del sistema: las enfermedades crónicas concentran el 70% de los presupuestos de salud. Además, los costos económicos y fiscales relacionados con este tipo de dolencias están en pleno aumento. Según un estudio realizado en 23 países de ingresos bajos y medios, la producción económica registró pérdidas del orden de los u$s 85.000 millones como resultado de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes entre 2006 y 2015. Y se estima que sólo en América latina y el Caribe los costos directos de la diabetes ascienden a u$s 10.000 millones por año.
Flavio Devoto afirmó también que “los sistemas de salud necesitan estar coordinados con otros actores y sectores para diseñar estrategias de prevención específicas. Para lograr esto es necesario perfeccionar el diseño de las prácticas a fin de mejorar el acceso y el seguimiento y facilitar, así, el autocontrol del paciente a través de mejor comunicación y apoyo a lo largo del tratamiento”.
Las soluciones no son mágicas ni universales. “Conviven tantos sistemas de salud como cantidad de países existen, y por eso hablamos del modelo canadiense, del europeo, del inglés o del americano”, explicó Pablo Atchabahian. “Por cuestiones de demografía o infraestructura, no se pueden replicar de manera idéntica, pero es posible tomar lo bueno de cada uno: entre sus aspectos positivos, el de la Argentina tiene una amplísima cobertura de enfermedades oncológicas y está tomando elementos del canadiense, que es muy fuerte en materia preventiva”, concluyó.
 

“Lo ideal sería que los diferentes subsistemas que componen el sistema de salud brinden la misma calidad de atención sin superponerse”. (Pablo Atchabahian)

El involucramiento de todos los actores del sector, por supuesto, sigue siendo una de las principales aspiraciones para que el sistema alcance su cenit. “Los laboratorios deben ser parte y garantizar la sustentabilidad, ser socios estratégicos de los pagadores y encontrar formas de financiar nuevos tratamientos apelando a innovaciones como la digitalización, la medicina personalizada, la entrada de nuevos medicamentos o el empoderamiento de los pacientes”, explicó Flavio Devoto.
Su opinión está fundamentada en datos: dos tercios del aumento de la expectativa de vida se debe a tratamientos innovadores y las investigaciones clínicas a nivel mundial representan unos u$s 90.000 millones (u$s 270 millones en Argentina).
“Hay una gran oportunidad de crecimiento en el país, y se puede lograr mediante el fortalecimiento del respeto por la propiedad intelectual y con un entorno regulatorio más transparente”, expresó Flavio Devoto.
Prevención, programas de manejo de enfermedades crónicas, innovación científica para continuar impactando en la calidad de vida de las personas, y trabajo en equipo desde los diferentes actores y sectores para favorecer el acceso a la salud de hoy y garantizar su incremento mañana. La paradoja está latente: para alcanzar la sustentabilidad, la Argentina necesita sanar su sistema de salud

 

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