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Debate


Tiempo de balances

Por el Lic. Patricio Pasman. Consultor de Obras Sociales y Entidades de Medicina Prepaga


Es tiempo de balances. Analizar el año que pasó en el país, en el sector de Salud y el subsector de Entidades de Medicina Prepaga específicamente. El querido y célebre monje Benedictino, Fray Mamerto Menapace, en un brillante escrito sobre los balances de fin de año, dice lo siguiente:
“Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son”.
Estamos finalizando un año difícil para nuestro país. Casi todos los pronósticos de los economistas y politólogos a fines del 2017 auguraban un año muy diferente al que finaliza. La desazón ha sido y es grande en la población.
Hay un dato que especialmente impacta. Durante el período de 12 meses entre octubre 2017 a setiembre 2018, aproximadamente los salarios crecieron un 25% mientras que la inflación estuvo por encima del 40%. No hay registros en los últimos años de una pérdida del poder adquisitivo de semejante magnitud. En otras épocas de nuestra querida Argentina, seguramente hubiera caído el gobierno de turno.
Volviendo al pensamiento de Menapace, creo que como sociedad también hemos tenido años de aprendizajes. Las múltiples interrupciones de distintos gobiernos en los últimos 70 años no nos condujeron a un país mejor. Vemos que, en los países desarrollados y civilizados, los gobiernos comienzan y finalizan sus mandatos en tiempo y forma.
Aún falta mucho para que finalice el mandato del actual gobierno y esta nota la escribo a mediados de diciembre sin conocer como pasaremos las fiestas, pero percibo una sociedad cada vez más intolerante…. a los intolerantes. Bienvenido sea.
En resumen, a nivel país, más que un año malo, me gusta la idea de un año de aprendizaje. Un año en que quizás, hemos terminado de comprender que somos un país empobrecido, que no es lo mismo que ser un país pobre, que salir de tantos años de estancamiento va a llevar un tiempo y que la institucionalidad es el mejor camino.
En el sector de Salud hemos tenido muy pocos avances en las necesidades de la industria y los distintos proyectos en danza, siguiendo la frase inicial de Fray Mamerto... podría verse como un recreo.
Sin embargo, rápidamente me surgen dos cambios positivos que se consolidaron este año:

1) La gestión de PAMI en la compra de medicamentos y junto con esto, la unificación de compras de medicamentos de alto precio con otras obras sociales. Hace mucho tiempo que los distintos especialistas del sector coinciden que éste es el mejor camino para seguir. Todo indica que se ha comenzado a transitar.

2) El mecanismo de “Integración” para el pago de las prestaciones de discapacidad en las Obras Sociales. Este mecanismo se decreta en agosto de 2016 y poco a poco se han ido aceitando los procesos y la instrumentación. Permite el financiamiento directo del FONDO SOLIDARIO DE REDISTRIBUCIÓN a los Agentes del Seguro de Salud, de la cobertura de las prestaciones médico-asistenciales previstas en el Nomenclador de Prestaciones Básicas para Personas con Discapacidad. Este gasto ha crecido de manera exponencial en los últimos 10 años.
Es un primer paso. Ahora tendremos que trabajar intensamente en diferenciar todo lo referente a gasto médico de la discapacidad, del gasto social. También encontrar maneras de auditar y controlar los abusos, que lamentablemente son muchos.

El sector de Entidades de Medicina Prepaga (EMP) ha seguido creciendo y profundizando la concentración del mercado.
Vale aclarar, que cuando hablamos de Entidades de Medicina Prepaga (EMP), lo hacemos considerando la definición de la ley Nº 26.682. Es decir que incluyen a las Empresas de Medicina Prepaga y a las Obras Sociales por los planes de salud de adhesión voluntaria individuales o corporativos, superadores o complementarios por mayores servicios médicos que comercialicen.

De los aproximadamente 3 millones de asociados que había en el 2001, hoy hay más de 7 millones de personas cuya cobertura es una EMP.
No es sencillo conseguir la información, pero un relevamiento que realicé de cantidad de asociados en 28 EMP, da unos 6,95 millones de asociados.
Aproximadamente más de 2/3 de ellos, son empleados en relación de dependencia que utilizan los aportes y contribuciones que van a una obra social para el pago parcial o total de las cuotas de los planes de las EMP.
En el año 2010, las primeras 12 EMP tenían un 71% del mercado. En el año 2018, estas mismas EMP tienen el 87% de participación.
En los años 2003/04 se realizaban unas 200 mil opciones de cambio de obra social. Este año seguramente se produzca un récord de opciones de cambio con más de 540 mil titulares que cambien de obra social.

Llama la atención que en un año de recesión económica el sector siga creciendo, aunque vale aclarar que los prepagos que más crecieron son aquellos que comercializan planes más económicos.
La gente que necesita reducir gastos se baja de plan dentro de la empresa que tiene o se pasa a prepagos más económicos, pero se mantiene en el sector. La percepción para este segmento de la población es que este es un servicio de primera necesidad y realiza los esfuerzos necesarios para permanecer con esta cobertura.
La economía del comportamiento y la psicología conductiva hablan del “efecto habituación”.
Por ejemplo, mientras no tenemos auto, no nos genera ningún trastorno movernos en transporte público. Es nuestra habitualidad. No nos hace “menos felices” no tener un auto.
Si logramos acceder a tenerlo, estaremos muy contentos y felices, pero luego pasado un tiempo, se va a ir diluyendo esa satisfacción inicial ya que lo consideraremos algo “habitual”. Sin embargo, si el auto se rompe, o por alguna circunstancia dejo de tenerlo, nos cuesta mucho volver a la situación anterior.
Una vez que la gente se acostumbra a las características del servicio, la cobertura y accesibilidad de las EMP, considera que esta es su nueva realidad y no desea modificarla. Inclusive varias encuestas muestran que esta población percibe en forma muy negativa el servicio y la cobertura de los subsectores de salud pública y obra social sindical, con juicios al respecto que muchas veces no están fundados pero que consideran ciertos.
También la psicología nos habla del “sesgo del status quo”, un sesgo emocional con una preferencia por la situación actual. El estado actual (o status quo) se toma como punto de referencia, y cualquier cambio con respecto a ese punto se percibe como una pérdida.
Seguimos teniendo enormes desafíos y varias derrotas que intentaremos remontar en el sector de la salud. Veamos algunos ejemplos.
Pese a los varios intentos realizados, aún seguimos sin tener una Agencia de Evaluación de nuevas tecnologías. La ley de regulación de EMP sigue sin modificarse. Los medicamentos de alto precio cada vez más son una espada de Damocles que puede fundir a las empresas y no logramos tener como Uruguay y Chile un modelo asegurador a nivel estatal que iguale y regule al respecto. Actualización y adecuación del PMO, judicialización, etc. etc. Los desafíos son muchos.
El gran Manu Ginóbili declaró hace poco que “no creo que haya un atleta en el mundo que tenga más triunfos que derrotas. Ninguno. La excepción es ganar”.
Llevando este concepto a nuestro sector, los cambios y mejoras siempre serán menos que los desafíos y necesidades. La invitación es a valorar y celebrar los pocos triunfos y seguir trabajando por los temas pendientes. Ni más ni menos que como la vida misma.
Las demandas de la población en temas de salud son cada vez mayores. Nuevas tecnologías, medicamentos, geriatría, infinidad de pedidos de estudios, terapias alternativas, etc. etc.,
Nos toca administrar un servicio que tiene demandas infinitas con recursos finitos, un desafío complejo y a la vez apasionante.
Sir Michael Rawlins, cuando se desempeñaba como presidente de NICE decía: “Ningún país del mundo tiene los suficientes recursos para poder proveer a todos sus ciudadanos la totalidad de los servicios con los máximos estándares de calidad posibles; cualquiera que crea lo contrario vive en el País de las Maravillas”.
El NICE (Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido) es una organización independiente responsable de proveer orientación para la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades en el Sistema Nacional de Salud.
Quien gerenciaba y participaba de uno de los sistemas de salud mejor administrados del mundo, afirmaba que los recursos nunca alcanzan.
Estamos finalizando el año. Son también tiempos de balances personales, de celebrar y brindar esperanzados por un futuro mejor.
Luego de releer la frase de Rawlings, recordé uno de los secretos de Alicia.
“El secreto querida Alicia, es rodearse de personas que te hagan sonreír el corazón. Es entonces, y sólo entonces, que estarás en el País de las Maravillas”.
Vaya mi deseo para que pasemos estas fiestas con la gente que nos hace sonreír el corazón

 

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