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Covid-19:
seguimos siendo esenciales
¿Cuidan al que cuida?
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Por el Dr. Jorge Gilardi,
Presidente
de la Asociación de Médicos
Municipales
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La pandemia
transitó el primer año en el mundo y
la cuarentena un año en la
Argentina. De cara al 2021 y con el
reporte delante nuestro, los números
marcaron que los contagios nunca
cayeron de manera estrepitosa y se
mantuvieron altos.
No hace falta ver la foto de Europa,
donde nos muestra un invierno con
controles y fronteras cerradas, con
cepas nuevas que aparecen y con las
vacunas que lentamente van
comenzando a diseminarse por el
mundo.
Desde la Asociación de Médicos
Municipales hemos redoblado nuestro
reclamo para tener un trato de
esenciales; desde lo salarial hasta
lo relacionado con la seguridad de
los profesionales de la salud y
ahora le exigimos a las autoridades
que se cumpla con la palabra y que
los médicos que están en la primera
línea sean los primeros en
vacunarse, con cualquiera de las
vacunas que llegan al país: somos
esenciales debemos ser los primeros
vacunados y no observar cómo algunos
que no forman parte de nuestro mundo
o de los adultos mayores reciben la
vacuna. Sería muy triste; así
solicitamos que se aumenten la
cantidad de dosis y que lleguen a
los hospitales.
Nos espera una segunda ola y
esperemos que las autoridades tomen
conciencia de ello, como ejemplo
podemos decir que antes de cumplir
un año Médicos Municipales tuvo más
de 1.400 colegas positivos y varios
fallecidos. El estrés es elevado y
sabemos que lo que viene será más
duro.
En el 2020 el sistema de salud
soportó, pero con un costo extremo,
médicos contagiados, equipos de
trabajo en la primera línea las 24
horas del día y un lento abandono
por parte de quienes nos pusieron
arriba del altar desde el día uno.
Seguimos siendo esenciales, aunque
no nos traten como tales. Seguimos
sin claudicar esperando el rebrote,
aunque escuchemos proyectos de
reforma del sistema de salud que
suenan como música para los oídos,
pero lejano en la práctica.
Desde la AMM seguimos trabajando en
el aquí y también de cara al futuro.
Haciendo una mirada a lo que pasó
podemos recordar que hemos
reconocido a nuestros colegas con
subsidios, además de pedir a las
autoridades porteñas un
reconocimiento económico acorde al
trabajo realizado: es un tema que
desgasta y que también preocupa a
los que asisten.
Seguimos brindándoles equipamientos
de seguridad, asistencia telefónica
las 24 horas del día para ellos y su
familia para asistirlos ante
situaciones de estrés.
Con todo, también sabemos que este
año es de optimismo ya que la
llegada de las vacunas supone un
paso adelante.
Cabe señalar que es primordial
comenzar a pensar en lo que viene,
en cómo vamos a reforzar el sistema
de salud, que modelo vamos a tener
de cara al futuro teniendo en cuenta
que los hospitales deben seguir
funcionando como tales y atendiendo
las demás patologías y,
lamentablemente, las nuevas cepas
que vayan apareciendo.
Desde la AMM podemos decir con
orgullo que nuestros jubilados
también podrán ser vacunados en la
“Casa del Jubilado” que tiene la
aprobación sanitaria y que cuenta
con todos los protocolos; nuestros
jubilados ahora podrán hacerlo en
este lugar o ir al hospital donde
trabajaban.
Necesitamos recuperar el trato
esencial que supimos tener en los
primeros días.
Tenemos que creer que estamos
pensando en un sistema que tenga
presente la mejora en las
estructuras edilicias de los
hospitales para la demanda que se
vendrá en el futuro; que se adopte
una logística que permita el
descanso de los trabajadores de la
salud, que se sientan reconocidos y
no necesiten trabajar las 24 horas
para tener un sueldo digno, además
le pedimos que se agilicen los
nombramientos para que haya más
personal que afronte este nuevo
tramo de pandemia mientras esperamos
que las vacunas vayan haciendo el
efecto que las autoridades y todos
deseamos, aunque sabemos que esto
lleva su tiempo hasta que las mismas
puedan inocular a la mayoría de la
población.
Somos médicos pero entendemos las
necesidades de las autoridades de no
cerrar las actividades para no
generar más problemas económicos en
sectores que han sido castigados en
los últimos años, pero al mismo
tiempo le pedimos a las autoridades
que multipliquen las medidas de
seguridad en la vía pública, nos
sorprenden los amontonamientos de
gente en espacios públicos y
cerrados e incluso en el transporte
público, muchos colegas nos cuentan
de manera asombrosa como aumentó el
flujo de gente en los transportes
públicos convirtiendo esos lugares
en focos potenciales de contagio.
Pero también tenemos familia que nos
reclama, hijos que comenzarán las
clases y como familia deberemos
activar un proceso de organización
familiar que también provoca un
estrés adicional.
La lucha es tarea de todos y cada
uno debe hacer lo que le toque, pero
nosotros como médicos necesitamos
saber cómo vamos a estar en el
próximo invierno, quién nos cuidará,
cómo vamos a trabajar y qué descanso
vamos a tener.
Las autoridades deberían tomar
cartas en el asunto y cuidarnos a
todos, pero al personal de salud en
particular.
Tenemos por delante un año muy
difícil, pero con la esperanza de
que la situación vaya mejorando,
aunque no debemos claudicar en
nuestros reclamos y tampoco dejar de
puntualizar cuáles son los elementos
que permitan a los profesionales de
la salud trabajar tranquilos,
seguros mientras miramos hacia
adelante y comenzamos a preparar al
sistema para los desafíos que se
vienen |
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