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El nuevo escenario del mercado de
los medicamentos nos obliga como
institución farmacéutica a
profundizar ciertas transformaciones
que venimos llevando adelante y, a
la vez, a replantearnos estrategias
políticas y comerciales que
garanticen nuestra posición en el
mercado y, en la medida de lo
posible, un crecimiento cuantitativo
y cualitativo.
La crisis económica que comenzó en
abril de 2018 con una fuerte
inestabilidad en el mercado
cambiario; luego trasladada a un
proceso inflacionario creciente, de
alto impacto en el ámbito de los
medicamentos; a un continuo
desfinanciamiento del Estado y
finalmente, a una alarmante
pauperización de gran parte de la
población, nos situó en un escenario
complicado pero propicio para
demostrar nuestra capacidad de
gestión.
Hoy, lejos de haberse acabado
aquello, debemos sumarle la crisis
sanitaria y económica mundial
producto de la aparición del
Covid-19, que refuerza aún más la
necesidad de actuar para enfrentar
nuevos desafíos y tomar las
oportunidades que pudiera ofrecernos
el mercado.
Nuestra idea central es diseñar y
trabajar en las distintas acciones
políticas, operativas y comerciales
entendiendo que, si no emprendemos
una vinculación productiva agregando
valor a la prestación farmacéutica,
no estaremos en condiciones de
garantizar la subsistencia de la
institución y sus representados.
Producto de todo lo trabajado hasta
hoy, tenemos una posición en el
mercado que nos permite proyectarnos
como una institución con potencial
competitivo y estar a la vanguardia
en materia de tecnología aplicada a
la salud.
Para mejor ilustrar todo lo antes
dicho, hagamos un sintético repaso
sobre lo que actualmente tenemos
disponible desde la institución, en
favor de los financiadores, sus
pacientes, nuestras farmacias y el
Estado:
FINANCIADORES
Las Obras Sociales necesitan
imperiosamente adaptarse a los
cambios que se presentan, entre los
cuales se destacan la puesta en
operación de los nuevos sistemas y
desarrollos digitales de
prescripción, dispensación,
tratamiento, control y archivo de
recetas.
Su implementación constituye en sí
misma una gran oportunidad para
transparentar el mercado y mejorar
su control y peso frente a la
oferta. En ese sentido, desde
nuestro espacio podemos garantizarle
la satisfacción de sus necesidades
más urgentes: la adaptación a las
nuevas herramientas tecnológicas y
digitales, y la posibilidad que su
funcionamiento aporte a la
sustentabilidad económica y
financiera de quien las adopte.
FARMACIAS
Las pequeñas y medianas farmacias,
que son la gran mayoría de las
farmacias del país y aquellas cuyos
intereses defendemos especialmente,
son las primeras beneficiarias de
nuestras políticas.
Todas las herramientas informáticas
y de gestión que hemos desarrollado
y trabajado en los últimos años han
estado dirigidas a consolidar el
posicionamiento de las farmacias en
un mercado que, aún más en estos
tiempos de nuevas tecnologías de
comunicación e información, tiende a
expulsarlas.
Es nuestro objetivo para este año,
lograr que ya no se atiendan en
farmacias recetas manuales, sino que
todo sea en formato digital. En este
sentido hemos diseñado un plan de
trabajo transitorio en el que
convivirán el sistema manual y
electrónico, siempre intentando
promover la forma digital.
PACIENTES
Hemos desarrollado una aplicación
que permite a los pacientes la
gestión de sus recetas y otros
tratamientos médicos. La utilidad de
la misma radica en su fácil acceso y
seguridad de información sobre el
tratamiento; alternativas
terapéuticas; marcas; consejos
sanitarios y demás mensajes que su
obra social o agente de salud le
quiera comunicar.
Para los casos de cronicidad,
proponemos implementar un sistema de
“consumo programado” de
medicamentos. El sistema es parte de
la estrategia integral con obra
social, farmacia, distribución y
droguería, ya que necesita de todos
los eslabones; pero su objetivo
final es que los pacientes crónicos
puedan contar con una herramienta de
gestión e información que cada mes
le gestiona el pedido, envío y
provisión de sus medicamentos.
ESTADO
Desde siempre, en nuestra Federación
hemos estado impulsando ideas que
permitan la gestión de proyectos en
conjunto con el sector público.
Afortunadamente no son pocas las
ocasiones en las cuales hemos
llegado a concretar convenios de
colaboración con el sector, tanto a
nivel nacional, provincial o
municipal.
Hoy, en esta especial situación
generada por la pandemia, vemos con
agrado que la sociedad ha logrado
revalorizar la función social del
farmacéutico, haciendo evidente su
importante función y el carácter de
servicio público indispensable que
reviste su actuación en cada rincón
del territorio nacional.
En tales circunstancias, y sumando a
todos los aportes ya realizados, nos
encontramos trabajando en forma
conjunta con el Ministerio de Salud
de la Nación. Nos impulsan aquí dos
inquietudes de real significación:
gestionar un plan de vacunación para
los integrantes de nuestra red y
acordar el alcance y la extensión
del aporte que realizarán nuestras
farmacias, para hacer frente a la
enorme tarea de lograr la aplicación
de las vacunas a la población del
país.
A manera de síntesis: en este nuevo
año nuestro objetivo estratégico
principal será continuar trabajando
de manera asociativa, en procura de
un mejor acceso al medicamento a
toda la población; colaborando con
los financiadores para una mejor
utilización de recursos cada vez más
escasos; persiguiendo la
sustentabilidad de nuestra red de
farmacias y acompañando al Estado en
todas las acciones que tiendan al
logro de estos objetivos.
Trabajar de manera proactiva,
aportando a la construcción de una
mejor realidad del sector, sigue
siendo nuestro norte… y hacia allá
seguimos.
(*) Federación Farmacéutica de la
República Argentina.
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