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Informe Especial


El financiamiento y el gasto en salud de la Argentina (1)
   
 

Por Carlos Vassallo Sella y Alejandro Sonis
www.ideblatam.org


El nivel de gasto en salud de un país, que cubre tanto las necesidades individuales como la salud de la población en su conjunto, y sus cambios a través del tiempo, depende de una variedad de factores demográficos, sociales y económicos, y de las disposiciones organizacionales y de financiamiento del sistema de salud.
El gasto en salud es la sumatoria de los gastos incurridos en todas las funciones básicas de la atención de salud, es decir, la totalidad de los servicios de atención de salud, esto incluye el gasto de todo tipo de programas (por ejemplo, programas gubernamentales, seguro social o gastos de bolsillo) en servicios y bienes médicos, programas de prevención y salud de la población, así como la administración del sistema de salud, asimismo comprende, la investigación aplicada en salud y los sistemas de abastecimiento y distribución médicos. La división del gasto combina esquemas de financiamiento público y obligatorio, este último incluye seguros privados de carácter obligatorio (por ejemplo, en Suiza, Colombia, y los Países Bajos).
Para poder hacer comparables los niveles de gasto entre los países, se convierten los gastos en salud per cápita a una moneda común (dólar estadounidense) y se ajustan para tener en cuenta el diferente poder adquisitivo de las monedas nacionales, con el fin de comparar los niveles de gasto, PPA de consumo individual real (AIC) se utilizan como las tasas de conversión más disponibles y fiables. Para el cálculo de las tasas de crecimiento en términos reales, se utilizan deflactores AIC para todos los países, cuando están disponibles.

 
 
 

Los datos disponibles son de 2018 y se basaron en cifras provisionales proporcionadas por el país o estimadas por la Secretaría de la OCDE. (2) Los países de América latina que participan de la OCDE son México, Chile y más recientemente Colombia. La Argentina solicitó durante el gobierno anterior (2015-2019) su ingreso a dicha organización, pero no se pudieron terminar de completar las negociaciones y finalmente el gobierno actual desestimó el intento de formar parte de este excelente espacio de cooperación en materia de información y experiencias de gestión con el fin de mejorar la calidad de las políticas públicas.
El gasto en salud promedio de los países que integran la OCDE fue de aproximadamente u$s 4.000 por persona (ajustado por poder adquisitivo). Estados Unidos fue el país que más gastó con más de u$s 10.000 por habitante, Francia casi u$s 5.000 por habitante, Chile con u$s 2.182 y la Argentina se encuentra en un nivel parecido a Colombia con u$s 900 dólares per cápita.
El nivel del gasto en salud está superando ampliamente el crecimiento económico de los países. Las estimaciones realizadas antes de la pandemia de Covid-19 apuntaban a que el gasto en salud alcanzará el 10,2% del PIB para 2030 en los países de la OCDE, frente al 8,8% en 2018 (OCDE 2019). La irrupción de la pandemia tendrá un impacto importante en el nivel de gasto consolidado de salud que planteará a futuro problemas de sustentabilidad considerando que la mayoría de los países obtiene el financiamiento de fuentes públicas.
Los países de la OCDE han implementado diversas reformas para mejorar la eficiencia económica. Vale la pena mencionar el uso de genéricos que ha sido una de las principales, generando importantes ahorros, asimismo todavía existe espacio para seguir avanzando dado que los genéricos representan sólo el 52% de los productos farmacéuticos vendidos en este listado de países.
En un estudio realizado por la OCDE en 7 países de América latina en promedio, los países tienen una mayor proporción de genéricos en sus mercados (79%) en comparación con el promedio de la OCDE (52%). Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de estos genéricos son similares o de marca (52%), que es una copia de la molécula de un producto sin patente que se vende al público utilizando un nombre comercial y, por lo general, los precios son más altos que los genéricos sin marca, lo que afecta los gastos directos de bolsillo. En contraste, en los países de la OCDE los genéricos de marca o sin marca no hacen una gran diferencia, principalmente porque los sistemas de salud brindan cobertura independientemente de esta clasificación.
Otro desafío para los países de la OCDE es el envejecimiento de la población que aumenta la demanda de servicios de salud, en particular de cuidados de larga duración. Para el 2050, se estima que la proporción de la población de 80 años o más aumentará a más del doble, lo cual ejercerá mayor presión financiera en los gobiernos, pero puntualmente para las familias, en especial las mujeres, que con alrededor del 13% de las personas de 50 años o más, que son las que brindan atención informal al menos una vez a la semana a un familiar o amigo dependiente.

COMPOSICIÓN DEL FINANCIAMIENTO:
OBLIGATORIO Y VOLUNTARIO


Existe una variedad de esquemas de financiamiento para la salud que son clasificados según su naturaleza en obligatorios o voluntarios.
Los esquemas de financiamiento del gobierno, organizados a nivel nacional, regional o municipal para grupos de población específicos, automáticamente dan derecho a las personas a recibir cuidados basados en la residencia y constituyen el mecanismo principal por el cual se cubren los gastos de atención médica en los países desarrollados.
La principal alternativa es que los habitantes de un país estén inscriptos en un plan de seguro de salud obligatorio (en el marco de entidades públicas o privadas) que luego cubra la mayor parte de la utilización de los servicios de salud. A pesar de la cobertura sanitaria casi universal en muchos países de la OCDE, el gasto directo de los hogares (gastos de bolsillo) en forma de pagos independientes o como parte de algún acuerdo de copago sigue siendo un elemento clave del financiamiento de la salud, pero el alcance puede variar considerablemente. Por último, entre los otros tipos de financiación discrecional de la atención médica, el seguro médico voluntario en sus diversas formas (prepagas, ISAPRES, aseguradoras, etc.), desempeñan un papel importante en la financiación en algunos países.
Como se puede observar en el cuadro de la página siguiente la cobertura pública y el seguro médico obligatorio constituye el principal mecanismo de financiamiento de los países de la OCDE y también de la Argentina.
El promedio OCDE (73%) y en la Argentina (70,3%) muestran que el esquema de financiamiento obligatorio predomina. En países con sistemas públicos predominantes como Noruega, Dinamarca, Suecia y Reino Unido el financiamiento es del 80% y el resto corresponde a gasto de bolsillo. En los países donde el seguro médico obligatorio es la fuente principal como Alemania, Japón, Francia, Luxemburgo y los Países Bajos, por lo general cubren alrededor de las tres cuartas partes de todo el gasto sanitario.
En Estados Unidos los programas federales y estatales como Medicaid, representan alrededor de una cuarta parte del gasto total en atención médica de EE. UU. Otro 22% está cubierto por planes de seguro social de salud (por ejemplo, Medicare). La mayoría de los seguros de salud privados, que, desde la introducción de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) en 2014 (Obamacare), se consideran obligatorios debido a la existencia actual de un mandato individual para que las personas compren un seguro de salud o paguen una multa, cubre más de un tercio de gasto total en salud.
Los pagos de bolsillo generalmente constituyen la otra fuente importante de financiación. En promedio, los hogares privados financiaron directamente más de una quinta parte de todo el gasto en salud en 2017, pero con variaciones sustanciales en la OCDE. Mientras que esta participación es superior al 30% en Letonia (42%), México (41%), Grecia (35%), Corea (34%) y Chile (34%), está por debajo del 10% en Francia., para la Argentina este gasto se estima en 21%.
Con el objetivo de avanzar hacia la cobertura universal de salud, varios países de la OCDE han aumentado el gasto del gobierno o los planes de seguro obligatorio en las últimas décadas. Como resultado, ha habido algunas disminuciones significativas en la parte de los costos de atención médica pagaderos por las personas y los planes de seguro voluntario en algunos países. Sin embargo, si bien la proporción del gasto en salud cubierto por esos dos esquemas en la OCDE ha disminuido ligeramente alrededor del 28% en 2003 al 26% en 2017, existe una notable dispersión entre de los países.

 

Entre los países en los que el seguro médico voluntario juega un papel más importante, esta proporción se ha ido incrementando en Corea y Australia en los últimos años, mientras que se mantuvo estable en Eslovenia y Canadá. La proporción de gastos cubiertos por pagos de bolsillo aumentó sustancialmente entre 2009 y 2017 en varios países europeos, como Grecia (5%), España (5%) y Portugal (3%), aunque esta proporción se ha estabilizado en los últimos años. Este es el resultado de las políticas introducidas en varios países para equilibrar los presupuestos públicos tras la crisis financiera y económica mundial del 2008, como la introducción o el aumento de copagos para la atención primaria y hospitales, el aumento de los umbrales de reembolso, la reducción de los beneficios para los productos farmacéuticos y la atención dental o eliminar la cobertura pública para grupos específicos.

LA “CAJA” DEL SISTEMA SANITARIO ARGENTINO:
FINANCIAMIENTO OBLIGATORIO Y VOLUNTARIO


Si identificamos el componente de gasto per cápita obligatorio (gasto público + seguridad social) desciende a u$s 630 muy alejado de los países de la OCDE. Sin embargo, en términos de % del PBI que es de 6,6%, se encuentra cercano a España que destina 6,3% y de Italia que dedica 6,42% del PIB y en línea con las recomendaciones de la OPS en materia de financiamiento (6%).
La configuración de los sistemas genera mayor o menor proclividad a la eficiencia, tanto España como Italia si bien en los últimos años han avanzado en el proceso de descentralización (federalismo) mantienen la unidad sistémica de la cobertura ahora a nivel de las regiones o comunidades autónomas con un estado nacional actuando como compensador.

 

Tienen cobertura universal que reporta a un solo financiador regional.
La Argentina también brinda desde un punto de vista teórico una cobertura universal dado que con esos recursos públicos se intenta llegar a toda la población. Existe sin embargo una fragmentación en la administración dado que esos recursos están manejados por Nación, Provincias y Municipios sin un esquema explícito y coordinado de división de funciones.
Por otra parte, los denominados Seguros Médicos Obligatorios (fondos de enfermedad) como PAMI, obras sociales nacionales, provinciales, universitarias, etc.). Los costos de transacción en un sistema tan fragmentado son muy altos y detraen recursos que podrían ser destinados a la atención sanitaria. Esta complejidad y fragmentación generan a su vez una gran inequidad en la cobertura, y profundas desigualdades en el acceso, procesos, financiamiento resultados sanitarios.
Según estimaciones para el año 2019, el sector público consolidado administra el 41% del financiamiento obligatorio y corresponde a los servicios estatales para ser asignado con un criterio universal. Si descomponemos la participación relativa de cada uno verificamos que a nivel nacional hay un gasto per cápita de u$s 47 dólares y respecto de la Provincia como las personas que tienen cobertura pública exclusiva que son aproximadamente 17.180.000 personas dado que el resto cuenta con algún plan o seguro de salud y el gasto per cápita alcanza los u$s 453 dólares. Las personas con cobertura formal que se atienden en el sector público reintegran (aunque en la práctica no siempre sucede) a través de su seguro social (público o privado) a partir de una factura emitida por el estado provincial, municipal o nacional donde el precio de las prestaciones se encuentra reflejado en un nomenclador.
El gasto público está administrado por la Nación, las Provincias y los Municipios. Se destaca el gasto en las provincias (24) con un monto total de 7.773,8 millones de dólares, con grandes diferencias y variaciones internas per cápita entre una provincia y la otra. La Nación tiene un presupuesto que alcanza los 2.088,4 millones de dólares que equivale al 0,5% del PBI y equivalente a 18% del total del gasto público en salud y tan solo 5,18% del gasto sanitario total.
Las personas cubiertas por un seguro médico obligatorio representan el 59% de los recursos del gasto obligatorio. Su administración está a cargo de fondos de enfermedad distribuidos en todo el territorio nacional. La seguridad social administra un 3,9% del PIB con un total de U$S 16.696,4 millones de dólares y un equivalente a u$s 609 dólares per cápita.
Los beneficiarios de PAMI ascienden a 5 millones de personas y cuentan con una cápita anual de u$s 753 dólares, lo cual representa el 23% de los recursos de la Seguridad Social (SS) y casi un punto del PIB del país. La seguridad social provincial cubre a 7,1 millones de beneficiarios y destina u$s 611 dólares anuales per cápita para la atención de la salud; esto representa un 26% de los recursos de la SS y el 1% del PIB. Las Obras Sociales Universitarias, que proveen servicios a 400 mil beneficiarios, tienen una cápita mensual de u$s 590 (2% de los recursos de la SS) lo cual constituye un 0,1% del PBI. Finalmente, la Seguridad Social Nacional (obras sociales sindicales), representa un 51% de la Seguridad Social, cuenta con una cápita anual de u$s 495, aproximadamente 2% del PBI.
Las OSN son las únicas que cuentan con un fondo que tiende a reducir las diferencias de ingresos y a reasegurar prestaciones crónicas y de alto costo. Este es el denominado Fondo Solidario de Redistribución (FSR), el cual se financia con porcentajes de los aportes de los trabajadores y las contribuciones patronales. Del total recaudado por el FSR en 2019 (1.026 millones de dólares) sólo el 12,9% se destinaron a financiar medicamentos especiales.
Según las estimaciones realizadas (3) el Gasto Voluntario Privado asciende a un total de u$s 12.005,6 millones de dólares que corresponde al 2,8% del Producto Interno Bruto Constituye el 30% del total del gasto en salud y una cápita de u$s 268 dólares. Se clasifica en dos componentes que esconden la profunda inequidad que atraviesa la economía y la salud en la Argentina.

Gasto en Seguros de salud: (0,84% del PBI) que asciende a u$s 3.601,7 millones de dólares (recordemos que la suma de Nación y Municipios suma 0,9% del PBI que es un poco menor a lo que destinan a este sector de la población). Corresponde a compra de seguros de salud privados por parte de la población de mayores ingresos. También se incluyen en este rubro los pagos privados que realizan las personas desreguladas de la Seguridad Social.

Gasto de Bolsillo: (1,96% del PBI) que asciende a u$s 8.503,9 millones de dólares. El gasto de bolsillo promedio anual per cápita es de u$s 188 (ciento ochenta y ocho dólares). Según la ENGHO (2017-2018) del gasto de los hogares un 42% (en promedio) corresponde a gasto en medicamentos (u$s75 dólares). En los hogares de clima educativo alto y muy alto, se apreció un menor consumo relativo de alimentos y uno mayor en actividades de esparcimiento. El gasto en salud estuvo mayormente determinado por los seguros médicos (55%). En contraste, en los hogares con clima educativo bajo y muy bajo, se vio un mayor consumo proporcional de alimentos y un menor gasto en actividades de recreación, cultura y el gasto en salud estuvo principalmente determinado por la compra de medicamentos (76%). (4 5)

 

Si se observa el gasto de los hogares en salud se observa un incremento entre la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHO) 2012-2013 y la última ENGHO realizada en 2017-2018, donde los hogares destinan a salud 6,4% de su ingreso (frente a 5,6 de 2012-2013). Asimismo, si profundizamos el análisis en la última encuesta se estimó que este gasto en salud representó un 5,1% sin adultos mayores, un 9,5% con un adulto mayor y 14,2% con dos adultos mayores y más. Cabe mencionar que el gasto en salud incluye la compra de medicamentos, prótesis y otros gastos relacionados y que por ejemplo en Chile representa el 6,2% y el promedio OCDE es del 3%.
El gasto en Salud representó el 6,4% del gasto de consumo en el total del país. Para aquellos hogares con cobertura prepaga de salud, este gasto ascendió a 11,4%, mientras que para los que contaban con una obra social fue del 5,6% y para los hogares que sólo tienen cobertura de salud pública, 3,5%. (6 7)
La financiación de la salud se ha convertido en un problema cada vez más importante para la población y para los gobiernos en todo el mundo. En muchos países, las barreras financieras excluyen a los pobres de los servicios, y los costos de la atención son causa de graves problemas financieros para los pacientes y sus familias.
Si bien el gasto público en salud de la región viene creciendo, se mantiene lejos de la meta del 6% del PIB recomendado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el financiamiento del primer nivel de atención no alcanza el parámetro recomendado de al menos el 30% del gasto público en salud y, en los países en que esto ocurre, se trata de montos absolutos extremadamente bajos (Cid y otros, 2020).
La Argentina destina a salud el 9,4% de su producto bruto interno. Si bien es un porcentaje relativamente alto, convive con un 40% de la población que posee graves problemas de acceso, calidad y continuidad de los tratamientos básicos y es peor aun cuando padece una patología considerada catastrófica, rara o especial; en otras palabras, aun destinando una porción importante de su producto a salud, tiene dificultades para brindar acceso y cobertura efectiva y de calidad a una porción importante de su población lo que configura un sistema estructuralmente inequitativo.
Esta información que suministramos esperamos que pueda ser utilizada para discutir sobre bases reales y lograr establecer un consenso para un sendero de reformas que nos permitan alcanzar un sistema sanitario más justo, eficiente y equitativo.


REFERENCIAS:
1) Financiamiento y Gasto en Medicamentos Especiales. Trabajo realizado por el Instituto de Economía del Bienestar (Vassallo Sella, Carlos; Sonis Alejandro; Oggier Guillermo; Roldán Rubén; y González Malla Carlos) para la Cámara de Especialidades Medicinales (CAEMe). Año 2020.
2) www.oecd.org - La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor. Su objetivo es promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas. En colaboración con gobiernos, responsables de políticas públicas y ciudadanos, trabajan para establecer estándares internacionales y proponer soluciones basadas en datos empíricos a diversos retos sociales, económicos y medioambientales. La OCDE es un foro único, un centro de conocimientos para la recopilación de datos y el análisis, el intercambio de experiencias y de buenas prácticas.

3) No existen en el país Cuentas Nacionales de Salud
4) https://www.diarionoticiasweb.com.ar/2019/11/29/segun-el-indec-casi-el-25-del-presupuesto-de-un-hogar-se-va-en-comida/
5) https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/sociedad/engho_2017_2018_informe_gastos.pdf
6) https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/sociedad/engho_2017_2018_informe_gastos.pdf
7)  https://www.clarin.com/economia/impacto-crisis-crece-gasto-servicios-baja-alimentos_0_

w2kKHSc4.html

 

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