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Nuevamente las máximas autoridades de la provincia de Buenos
Aires anunciaron la puesta en marcha de una reforma en el sector
sanitario. Lo hicieron recientemente, el gobernador Axel
Kicillof y el ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak,
acompañados por el diputado nacional Daniel Gollán, al cierre de
un Congreso provincial de Salud en la ciudad de Mar del Plata.
Es la tercera vez en dos años que se anuncia una reforma en
salud. A fines de 2020, en un discurso en el Estadio Único de la
ciudad de La Plata, Cristina Kirchner, acompañada por el
gobernador de la provincia, puso en agenda la necesidad de una
reforma integral del sistema de salud. En junio del 2021, otra
vez en la ciudad de La Plata y nuevamente acompañada por el
gobernador de la provincia de Buenos Aires volvió a abogar por
una reforma del sistema de salud.
En esta oportunidad la propuesta de reforma fue publicada en una
“Carta por un sistema de salud integrado y fortalecido”. Allí se
enumeran seis pasos claves que según los autores se deben
transitar de cara a esa reforma:
1. “Avanzar en la articulación del sistema de salud para que no
existan ciudadanías diferentes según el tipo de cobertura, el
lugar de residencia, la edad, la nacionalidad, el género o
cualquier otro factor que por su sola existencia vulnere el
derecho a la salud de todos, todas y todes”.
2. “Fortalecer el rol del Estado en sus funciones de rectoría
sectorial, de regulación de los agentes económicos que proveen
tecnologías e insumos esenciales, de coordinación de una red
integrada de servicios asistenciales de los distintos
subsectores y de prestación efectiva de servicios de acceso
universal, georreferenciados con responsabilidad territorial”.
3. “Transparentar toda forma de subsidios directos o indirectos
al sistema de seguridad social, así como a los seguros privados
(prepagos, seguros de riesgos del trabajo, seguros de siniestros
viales, etc.) promoviendo mecanismos que estimulen, promuevan y
garanticen la recuperación financiera de las prestaciones
brindadas por el subsector público a los ciudadanos/as que
cuentan con coberturas de seguros públicos o privados, lo que
habitualmente se denomina terceros pagadores”.
4. “Reducir el multiempleo profesional en salud como un
mecanismo que contribuya a incrementar la pertenencia
institucional, la calidad de los servicios, la seguridad de los
pacientes y de los propios trabajadores de salud, la educación
permanente y la investigación traslacional”.
5. “Considerar la atención primaria como una estrategia de
reforma sanitaria continua orientando las transformaciones
necesarias del modelo de atención y de cuidado de la salud
articulando los diversos niveles de prevención con los
diferentes niveles de capacidad resolutiva integrando desde la
promoción de la salud y el primer nivel de atención hasta la
reorganización de los servicios más complejos con criterios de
cuidados progresivos del paciente”.
6. “Desarrollar mecanismos y dispositivos concretos que
fortalezcan la participación social en salud tanto a nivel
provincial como municipal sumando la invalorable perspectiva de
ciudadanos y ciudadanas a la construcción conjunta del derecho a
la salud”.
Faltan definiciones concretas
Al igual que los anuncios y documentos anteriores, esta “Carta
por un sistema de salud integrado y fortalecido” plantea ejes
muy genéricos, a los cuales todos pueden suscribir, pero no
plantea ninguna definición importante de reforma. Entonces,
volvemos a preguntarnos: ¿de qué tipo de reforma estamos
hablando?
En primer lugar, ¿será una reforma a nivel Nacional o
Provincial? Los ejes enumerados no dan ninguna pista al
respecto. Son tan genéricos que pueden ser aplicados en
cualquier jurisdicción. Al ser anunciados por el gobernador y el
ministro de la provincia y no ser refrendada por el gobierno
nacional, se puede suponer que la reforma será provincial.
Si se tratase de una reforma provincial cabe preguntarse si la
articulación del sistema planteado en el primer punto de los
ejes enumerados incluirá en primera instancia integrar el sector
público, hoy altamente fragmentado en niveles municipal y
provincial. ¿Se plantea entonces una provincialización de
hospitales municipales y del primer nivel de atención? Si este
fuera el caso, ¿que pasara con la ley de coparticipación en
salud de la provincia? ¿Se modificará?
En segunda instancia, ¿esta articulación involucra al IOMA (Obra
Social Provincial)? Nos hemos referido en artículos anteriores a
las modificaciones que están implementando en el IOMA avanzando
hacia la incorporación de efectores propios para un primer nivel
de atención (los denominados Policonsultorios).
Por otro lado, se propone reducir el multiempleo. ¿Esto
significa cambios en la ley 10.471? ¿Se dispondrá de un bloqueo
de matrícula con un régimen horario full time para los
profesionales de la salud? ¿Qué rol jugara el sector privado?
¿Cuál será el rol de los municipios?
Estas y muchas otras dudas más se plantean ante los anuncios
rimbombantes de reforma, pero, más allá de enunciados genéricos
con los que la gran mayoría coincide, no se describen las
políticas reales a impulsar.
La improvisación como
característica de esta gestión
No existe planificación alguna que pueda llevar una posible
reforma a buen puerto. La improvisación en salud ha sido una de
las características de este gobierno. Ya lo hemos visto y
analizado largamente en el accionar de los gobiernos nacional y
provincial frente a la pandemia y luego en el Plan de
Vacunación. Improvisación, falta de rectoría, falta de
gobernanza, corrupción, mal manejo comunicacional, otros.
Estas características se trasladan a las actuales propuestas de
reforma. Dos años han pasado desde el inicio de esta gestión y
no han producido ningún cambio de mejora. Por el contrario, el
sistema sanitario está peor que antes.
La inversión en salud no se incrementó, los recursos humanos
están en condiciones pésimas de trabajo, los medicamentos
aumentan muy por encima de la inflación y la cobertura de la
seguridad social es cada vez menor, aumentándole el gasto
privado e incrementándose la inequidad en el acceso.
El momento político tampoco les es favorable para plantear una
reforma estructural del sistema. Por lo pronto estos anuncios
debemos tomarlos como un relato (uno más de tantos).
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(*)
Médico Especialista en Salud Pública - Secretario
General del Grupo PAIS. |
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