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 Debate

    

PSICOPOLÍTICA DE LA COMPLEJIDAD SANITARIA

Por el Dr. Mauricio Klajman (*) mklajman@satsaid.com.ar


La psicopolítica es, según Byung-Chul Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente, que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación. En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento.
La psicopolítica se sirve del Big Data, el cual, como un Big Brother digital, se apodera de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria, a través del uso indiscriminado de las redes. Esta herramienta permite hacer pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo.
El poder sobre el cuerpo es nombrado como “tecnología política”: un saber, en realidad una estrategia que se impone sobre el cuerpo para hacer de él un instrumento o fuerza de producción.
De este modo el concepto de biopolítica pone en relación la vida y el poder. El poder entra dentro del campo de la vida y, a través de un esquema inmunológico, trata de preservarla mediante mecanismos de control negativos. La inmunización es una protección de la vida. Salva, asegura, preserva al organismo, individual o colectivo, al cual le es inherente.
Pero... ¿A que nos inmunizamos los médicos?
A muchos elementos: al pluriempleo, como manera de ganar nuestro sustento, ya que nuestros ingresos son magros e insuficientes. Constituyendo junto con los educadores de los más bajos dentro de la formalidad... si es que la hay... ya que en muchos casos nuestros ingresos son por “producción”. Nos obligan a convertirnos en fábricas de prestaciones, alejándonos de la ética y del juramento hipocrático.
Nos inmunizamos de utilizar la tecnología más asiduamente, desdeñando la clínica, que es soberana. Alimentando así la maquina utilitaria en lugar de llegar por el método adecuado a un diagnóstico de certeza.
Nos inmunizamos al “comprar” elementos superfluos en algunas ocasiones tanto para el diagnóstico como así también para la terapéutica.
El vademécum farmacéutico en nuestro país es gigante, con algunos fármacos de dudosa efectividad, pero autorizados por las instituciones estatales.
Nos inmunizamos y acostumbramos a ser una pieza más de la maquinaria de los subsistemas tanto estatales como privados. Maquinaria que sabemos sin mayor fiscalización de los entes que deberían hacerlo.
Es largo el listado de nuestros acostumbramientos.
El poder logra “inmunizar” el cuerpo psico-político-sanitario frente a los enemigos externos o internos mediante un mínimo de control y negatividad represiva que permite preservarlo. En la actual sociedad es precisamente el punto de partida para la comprensión de las “sociedades del rendimiento”.
La sociedad del rendimiento está dominada en su totalidad por el verbo modal poder, en contraposición a la sociedad de la disciplina, que formula prohibiciones y utiliza el verbo deber. A partir de un determinado punto de productividad, la palabra deber se topa con su límite. Para el incremento de la producción es sustituida por el vocablo poder.
Nos hacen creer que existe el modelo médico-hegemónico... en realidad es un conjunto de individuos ordenados para hacer cumplir objetivos como los que mencione: el uso y abuso de la tecnología y de terapéuticas a veces non-sanctas.
En último término se trata de una “auto explotación sin clases”, precisamente porque afecta a todas las clases. Además, el sujeto de rendimiento, al trabajar sólo para sí mismo, se encuentra aislado frente a los demás, de modo que se vuelve incapaz para la acción en común.
Uno se explota a sí mismo: entonces sólo cabe dirigir la agresividad hacia uno mismo, pero no en forma de violencia, sino en forma de depresión.
¿Todas estas definiciones psicopolíticas individuales que tienen que ver con el sistema de salud? Mucho...
Definamos primero que es la complejidad: es la cualidad de lo que está compuesto de diversos elementos interrelacionados.
Los sistemas de comportamiento complejo necesitan para ser determinados de un programa que medirá el grado de complejidad por la cantidad de información que contengan la característica esencial de estos sistemas es el hecho de que constituyen colectivos en los que surgen propiedades al constituirse éstos que no presentaban sus elementos aisladamente.
Las variaciones que experimentan los sistemas de propiedades complejas pueden llegar a situaciones en que no sean predecibles y que muy pequeñas variaciones en las condiciones iniciales provoquen grandes cambios irregulares, no periódicos, en las propiedades, cantidades o valores del sistema.
Se dice entonces que se ha llegado al caos, teniendo este vocablo una connotación especial en la teoría que estudia la complejidad de los sistemas de salud.
Todos acordamos que el sistema de salud es complejo y caótico dado que interviene sobre seres biológicos de comportamientos caóticos.
Este sistema complejo constituido por las deficiencias de las partes termina siendo caótico e incontrolable. Le sumamos a este menú de partes deficientes la fragmentación, y entonces tenemos la tormenta perfecta.
Ahora: ¿qué hacemos?
Habría mucho por poder hacer:
Curriculas universitarias que fortalezcan el método clínico.
Darle elementos de conocimiento estadístico profundo a los educandos, para no ser embaucados ante falsos elementos informativos.
Darle a conocer cómo se constituye el sistema de salud argentino, para saber cómo es la organización y el gasto en salud.
Conocimientos de epidemiología para saber: ¿de qué se enferman los argentinos?, ¿dónde y por qué? Todo esto atravesado por los conceptos eco-ambientales.
Hacerle conocer a esos educandos que tienen derecho a percibir ingresos justos y que las leyes laborales los protegen.
Revalorizar la prevención como herramienta imprescindible del esfuerzo sanitario.
Empecemos alguna vez la transformación que todos anhelamos. Comencemos por lo posible. Casi sin costo... para que no haya excusas.

Referencias:
1) Bauman, Zygmunt (2000/2006). Modernidad líquida. México DF: Fondo de Cultura Económica.
2) Foucault, Michel (1976/1994). La politique de la santé au XVIII siècle. En Daniel Defert-François Ewald (Comp.), Dits et écrits III (pp. 13-27). Paris: Gallimard.
3) Han, Byung-Chul (2014). Psicopolítica. Barcelona: Herder.
4) Salinas, Adán (2014). La semántica biopolítica. Foucault y sus recepciones. Viña del Mar: Cenaltes.
5) From Biopolitics to Psychopolitics in Byung-Chul Han’s social thought/Athenea Digital. Revista de Pensamiento e Investigación Social, vol. 17, núm. 1, pp. 187-203, 2017/Universitat Autónoma de Barcelona.
6) Alain Badiou/Compendio de Metapolítica/Prometeo/Buenos Aires 2009


(*) Director Médico Nacional Obra Social de Televisión


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