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 Opinion

       
EL IMPACTO DEL CEPO CAMBIARIO EN EL SECTOR SALUD DE ARGENTINA
Por el Lic. Ariel Goldman (*)


El cepo cambiario, una medida implementada por el gobierno argentino para controlar la fuga de divisas y estabilizar el tipo de cambio, ha tenido repercusiones significativas en diversos sectores de la economía, incluyendo el sector salud. Esta política, que restringe la compra de dólares y otras monedas extranjeras, ha generado tanto desafíos como adaptaciones en el ámbito sanitario.
Uno de los principales impactos del cepo cambiario en el sector salud es la dificultad para importar insumos médicos. Equipos de alta tecnología, medicamentos y otros materiales necesarios para el funcionamiento de hospitales y clínicas dependen en gran medida de proveedores internacionales.
Además, la falta de acceso a dólares al tipo de cambio oficial ha forzado a muchas instituciones de salud a acudir al mercado paralelo, donde la divisa tiene un valor considerablemente más alto. Como resultado, los costos de adquisición de insumos y medicamentos han aumentado, lo que ha trasladado la presión financiera a los pacientes y al sistema de salud. Por otro lado, la inflación y la devaluación del peso argentino han agravado aún más esta situación, complicando la planificación y el presupuesto de las instituciones sanitarias.
La escasez de insumos y el aumento de costos han tenido un impacto directo en la calidad del servicio de salud. La falta de equipos y medicamentos adecuados puede retrasar tratamientos y procedimientos, afectando la atención al paciente. Asimismo, el paciente se ve perjudicado por la limitada capacidad de modernización y mejoras del sector. En definitiva, el paciente se ve afectado en la baja en la calidad de atención aun debiendo pagar un precio mayor por el mismo.
Algunas instituciones han buscado adaptarse mediante acuerdos de cooperación con proveedores locales para reducir la dependencia de importaciones. Otras instituciones sanitarias, han optado por diversas medidas paliativas implementado medidas de eficiencia y ahorro para mitigar el impacto financiero. Si bien las primeras medidas mencionadas pueden ser más sustentables en el tiempo, mientras continúe la inestabilidad financiera y se mantenga el cepo cambiario, será imposible generar mejoras sustentables en el sector.

Perspectivas futuras

La eliminación repentina del cepo cambiario presenta varias desventajas y riesgos que podrían impactar negativamente al sector salud. Uno de los principales problemas sería una posible devaluación abrupta del peso argentino, provocada por el aumento en la demanda de dólares que superaría la oferta disponible. Esta devaluación con- lleva un incremento en la inflación, elevando los precios de bienes y servicios y reduciendo el poder adquisitivo de la población.
Además, la transición hacia un tipo de cambio más libre podría generar alta volatilidad en los mercados financieros y cambiarios, esencialmente si no se cuentan con reservas internacionales suficientes para estabilizar el tipo de cambio. La combinación de inflación y devaluación también erosionaría los ingresos reales de los trabajadores, disminuyendo su capacidad de compra y afectando negativamente el consumo interno. Como se sabe, estos efectos tendrán un impacto significativo en el presupuesto y la operatividad de las instituciones de salud.
El futuro del cepo cambiario y su efecto en el sector salud dependerán en gran medida de las decisiones económicas que tome el gobierno. La eliminación progresiva de las restricciones cambiarias, tal como se ha planteado en recientes conversaciones con el FMI, podría mitigar algunas de las presiones actuales. Sin embargo, para asegurar una transición ordenada y sostenible, será fundamental mantener la estabilidad económica y acumular reservas internacionales adecuadas.
Acumular reservas ha sido uno de los grandes objetivos del gobierno argentino, junto a la reducción de la inflación y el logro de un superávit en las cuentas fiscales. Estas metas son fundamentales para estabilizar la economía y generar confianza tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, el problema que se vislumbra es que, en el esquema actual, las reservas se mantienen negativas y se agrava la situación porque desde junio el estado no ha podido comprar dólares.
Por otro lado, el plan actual se basa en el ancla cambiaria para mantener la inflación bajo control, es decir, mantener el tipo de cambio estable para evitar que los precios internos suban des- controladamente. Sin poder, ni querer devaluar, y con vencimientos de deuda en pesos y dólares en el corto plazo, la presión sobre las reservas es aún mayor.
El ingreso de dólares frescos se presenta como la esperanza para aliviar esta situación. Con un muy alto riesgo país que restringe todavía el acceso financiero, el gobierno apuesta fuertemente a las exportaciones, con Vaca Muerta a la cabeza y espera que las inversiones extranjeras jueguen un papel crucial, a partir del RIGI. A pesar del cepo, este régimen ofrece incentivos fiscales y facilidades administrativas para proyectos de inversión que generen divisas y empleo en el país.
En conclusión, el cepo cambiario ha impuesto serios desafíos al sector salud, afectando la disponibilidad y el costo de insumos médicos esenciales, así como la calidad de la atención que se brinda a los pacientes. La dependencia de importaciones y el incremento de costos debido a la necesidad de recurrir al mercado paralelo han trasladado una presión financiera significativa tanto a las instituciones de salud como a los pacientes.
A medida que el gobierno busca ajustar las políticas económicas, la eliminación gradual de las restricciones cambiarias podría ofrecer alivio a corto plazo, pero se enfrenta a riesgos considerables como una posible devaluación abrupta y mayor inflación. La estabilidad económica, el incremento de reservas internacionales y una transición ordenada son cruciales para mitigar estos impactos.
Las estrategias actuales, como el fomento de exportaciones y la atracción de inversiones extranjeras a través de incentivos, podrían ser clave para superar las limitaciones del cepo cambiario y restaurar la estabilidad en el sector salud. Sin embargo, la implementación efectiva y la gestión de estos desafíos económicos deberán complementarse con cambios estructurales y microeconómicos en el sector salud para que la mejora sea sustentable en el tiempo.

 

(*) Profesor universitario.

 
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