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Opinión


LA SALUD...
¿Un derecho inalienable?

Por el Licenciado
Víctor Norberto Cerasale

“no juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida que medís, os seréis medido”.
Evangelio según San Mateo, 7:1-6. (octava parte)
 

A esta altura de la civilización los roles se han desvirtuado y así como los valores se han visto reemplazados por mensajes carentes de contenido, de la misma manera los sistemas de salud han sido acondicionados paulatinamente para acrecentar el sentido del “abandono”. Por ejemplo, nadie duda que los subsidios existen, pero de ahí a que se les dé el destino apropiado para el cual fueron creados hay un largo trecho, siendo más probable que sean utilizados en finalidades no altruistas antes que para proteger a las personas. Esto sucede todos los días y a la vista de todos nosotros.
Los “momentos de negligencia”, nudos donde los funcionarios y las personas escudan sus actitudes y acciones de un modo colectivo a sabiendas que contienen una alta capacidad de daño oculta tras una declamada “esperanza” y/o “necesidad” y/o “ilusión”, se han visto amparados en esa tergiversación de los roles que han dado lugar a que lo mediático ocupe el lugar de las ciencias, las que a su vez han sido atacadas por el virus económico de la conveniencia y del oportunismo. Entonces, construyendo un esquema donde todo es opinable, discutible y donde la descalificación de las víctimas es un factor común que cunde y se disemina y se apropia del sentido último, intrínseco de las cosas.
Así, existen hospitales que conjugan esfuerzos pero a los que se les limita y resta los medios apropiados bajo el argumento que los recursos son cada vez más limitados. O donde se habla de “autogestión” solamente para cambiar el problema de lugar y hacer responsables a quienes serán víctimas de asumir la “responsabilidad” restándoles justamente los medios como para poder cumplimentar lo que les cabe. ¿Usted cree que la circunstancia del Hospital de Clínicas es una casualidad?, antes bien es una consecuencia de todo aquello que se dice pero no se hace. ¿Usted cree que el Pami fue diezmado por casualidad?, antes bien fue consecuencia de la confluencia de intereses económicos foráneos ayudados mediante el ejercicio de los “momentos de negligencia” a efectos de transferir sus fondos al medio político. ¿Usted acaso cree que esto ocurre sólo aquí?... NO. Lo nuestro es apenas la punta del iceberg, consecuencia de “comprar” recetas vacías a cambio de “ilusiones” que favorecen a unos pocos. Algo semejante a Cristóbal Colón con los indios. Aunque en la práctica constituye el paradigma de la “ausencia de gestión”.
Sí Señor, la salud es un derecho inalienable en los papeles. Sólo allí. Los países donde el modelo privado invade al de la salud pública, diluyen los fines hasta transformarlo en una entelequia. Se habla de “gerenciamiento” privado para justificar el modelo inequitativo y la exclusión consecuente.
Estados Unidos de Norteamérica está conformado por una población compuesta por etnias de raza blanca (75,1%), seguido por los hispanos de cualquier raza (12,5%) e inmediatamente por los afroamericanos (12,3%), mientras que los asiáticos aportan el 3,6% de participación. El remanente del 0,9% está compuesto por los nativos, y el 0,1% corresponde a quienes habitan en las islas del Pacífico. En el año 2000 la población que vivía por debajo del nivel de pobreza alcanzaba el 11,4% mientras que la tasa nacional de desempleo era del 4%.
Curiosamente en el mismo año 2000 el gasto público en salud constituía el 45,3% mientras que el gasto privado ascendía al 54,7%. Para expresarlo de otro modo, el gasto sanitario nacional per cápita al ejercicio de 1999 era de u$s 4.358,00 observándose un aumento significativo que perdura hasta la fecha.
En dicho país muchos sectores sociales han demandado e impulsado la necesidad de una reforma integral de la salud pública fundándose en dos problemas centrales:

1. la alta exclusión del modelo (14% de la población)
2. el costo creciente de la asistencia sanitaria.

Se intentó reformar el sector salud mediante la propuesta de la Ley de la Seguridad Sanitaria que, elevada al Congreso en 1994, defendía el proporcionar un seguro de salud pública a toda la sociedad norteamericana, conteniendo el aumento del gasto en salud mediante estrategias sostenidas en programas por patologías y prevalencias, mejorando la infraestructura de la salud pública, elaborando subvenciones globales de atención de larga duración para los estados de la unión, así como ejecutando una revisión completa de la formación médica del posgrado. Sin embargo el Congreso rechazó la ley...
Durante 1996, el Congreso promulgó la Ley de “Facilidad de Transferencia del Seguro de Salud y Responsabilización” [HIPPA], conocida como Ley Kennedy- Kassenbaum, que proporciona reglas para el seguro privado de salud, proveyendo de un marco normativo para las transacciones electrónicas vinculadas con la salud. Detrás de ello, aprobó nueva legislación denominada PRWORA o “Ley de Responsabilidad Personal y Reconciliación de Oportunidades Laborales”. Dicha reforma desvinculó la asistencia de bienestar social (subsidio en dinero) y Medicaid, creando estrictos requisitos de trabajo para los beneficiarios de dicho modelo, fijando un límite de cinco años para los beneficiarios. Léase, una vez más el mercado condiciona las necesidades de las personas justificando la exclusión.
El presupuesto nacional en salud ejecutó al año 2001 un volumen de u$s 429.000 millones. Para que Usted se de una idea cabal de las diferencias y las limitaciones, lo que allá se gasta en asma es equivalente a nuestro presupuesto nacional en salud pública... [!?]. A esta altura se estará preguntando, quizás, por los medicamentos. Bien, vea el cuadro 1.
No obstante ello, para que no queden dudas, cómo se distribuye el gasto nacional?
En el cuadro 2 está la esencia del modelo. El presupuesto es monstruoso. Pero lo más significativo de ello, es que a pesar del presupuesto el mayor porcentual recae en el gasto de “bolsillo”, el privado. En este punto es donde la SALUD deja de ser un derecho inalienable para transformarse en un NEGOCIO donde lógicamente la prioridad y único fundamento es la RENTABILIDAD.
No digo que el negocio no deba existir, sería una utopía siquiera pensarlo. No obstante ello, si semejante presupuesto no es equitativo, apareciendo incluso como insuficiente, y no provee cobertura cierta y universal a la población como un todo, entonces y sólo entonces, deberíamos reflexionar sobre la consistencia técnica del modelo. Veríamos que no resiste el análisis. Comprobaríamos que su punto de equilibrio está seriamente comprometido, desfasado y su eje de gravedad indica un riesgo creciente y una crisis cercana.
Lo antedicho indica entonces que no es útil como modelo y mucho menos como sistema, por ende todas las recetas que provengan de él fracasarán irremisiblemente. Somos un buen ejemplo. No debe repetirse. De lo contrario pagaremos un precio más alto que el heredado desde los noventa... La miopía sumada a la soberbia y a la conveniencia sólo tienen como resultado la necedad, ni qué, hablar de las necesidades de la gente.
 

CUADRO 1 - INDICADOR 1993 1996 1999

Número total de productos farmacéuticos aprobados por la FDA

7.071

8.411

10.002

Porcentual de medicamentos con nombre comercial

40,9%

42%

42,7%

Porcentual de medicamentos genéricos

59,1

58%

57,3%

Gasto en medicamentos y productos médicos no durables
(PVP en miles de millones de dólares)

76,2

98

122 (1998)

 

     

Gasto per cápita en medicamentos (PVP)

284

356

434 (1998)

Porcentual del gasto público sanitario asignado a medicamentos

8,5%

9,4%

10,6% (1998)

 

FUENTE: Statistical Abstract of the United States en dólares revisado al año 2000. Y publicación de la FDA: “Approved Drug Products with Therapeutic Equivalence Evaluations”.

 

A 1999 las prescripciones en U.S.A. se ordenaban: 1. Hidrocodona. 2. Atorvastatina. 3. Estrógenos Conjugados. 4. Levotiroxina. 5. Atenolol

 
CUADRO 1 - INDICADOR o TIPO DE GASTO 1993 1996 1999

Gastos públicos

390,3

484,4

548,5

Porcentual Federal del Gasto Público

70,3%

71,5%

70,1%

Servicios de Salud y Suministros

372,2

463,4

524,2

MEDICARE

148,3

200,3

213,6

Pagos Médicos de asistencia pública

126,6

157,6

193,4

Seguro de discapacidad temporal

0,1%

0,1%

0,1%

Indemnizaciones al personal médico

21,6

21,9

20,7

Hospital del Departamento de Defensa, Médico

12,1

12,0

12,5

Programa de Salud Materno Infantil

2,2

2,4

2,8

Actividades en Salud Pública

27,2

32,9

41,1

Hospital de Veteranos de Guerra, atención médica

14,1

16,3

17,6

Rehabilitación vocacional Médica

0,5

0,6

0,6

Hospitales estatales y locales

14,2

13,5

14,1

Otros

5,3

5,9

7,8

GASTOS PRIVADOS PERSONALES

497,3

553,6

662,1

SERVICIOS DE SALUD Y SUMINISTROS

483,6

540,4

646,6

Pagos en efectivo

148,9

155

186,5

Primas de Seguro

295,7

337,4

401,2

Otros

39,1

47,9

58,9

TOTAL

887,6

1.038

1.211

Porcentual del PBI

13,4

13,3

13,0

       

FUENTE: Centers for MEDICARE and MEDICAID Services
(Ex - US Health Care Financing Administration). Debe leerse en miles de millones de dólares

 
Licenciado Víctor Norberto Cerasale. 2007-11. Fuentes: Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA); Food and Drug Administration (FDA); National Organization for Rare Disorders (NORD); National Cancer Institute (NCI); National Institute of Health (NIH); American Cancer Society; (U.S.A.); 2005, 2006, 2007; Organización Panamericana de la Salud, febrero de 2002. Copyright by Cerasale, 2007. Derechos reservados. Exclusiva para Revista Médicos, Medicina Global.
 

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