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Héctor Apogliessi, presidente de
la Cámara Argentina de Empresas de Internación
Domiciliaria (CADEID), se refirió a la importancia
que debe darse a un sector que continúa en plena
expansión.
Martín Morgenstern, como representante de la Cámara
de Empresas de Diagnóstico Médico (CADIME) expuso
acerca de la importancia de la cadena de valor y de
sus implicancias en las prestaciones de servicios.
UN SECTOR EN CRECIMIENTO
La Cámara Argentina de Empresas de Internación
Domiciliaria (CADEID) es una de las más jóvenes del
sector. Héctor Apogliessi, su presidente, se mostró
orgulloso por sus ocho años de vida, y por la
posibilidad de debatir en un ámbito como ¿Quo Vadis
Salud? con todos los prestadores que completan el
escenario de la salud. “Nuestro sector nace como
producto de la demanda de los clientes, no compite
con la modalidad tradicional de internación”,
explicó.
Sobre la importancia que el sistema de salud debe
otorgarle a este subsector, Apogliessi señaló que
“el Programa Médico Obligatorio debería contener
especificaciones acerca del servicio de internación
domiciliaria”.
Por
otra parte dejó en claro que una de las cuestiones
fundamentales a nivel nacional, junto con la
educación, es la salud. Según él, el problema que
existe en el sector salud “no es la falta de
recursos, sino la desigual distribución de los
mismos”. Es por eso que consideró necesario no sólo
que se creen leyes que abarquen la problemática,
sino también que se haga explícito el origen de los
fondos que las sustentan.
El presidente de CADEID mencionó que “el crecimiento
demográfico, junto con la expansión de los
territorios en donde se debe atender a pacientes,
hace que el servicio de internación domiciliaria
haya superado enormemente las expectativas” lo cual
provocó el surgimiento de ciertas empresas que
funcionan sin la autorización pertinente. “La Cámara
ha puesto todas sus fuerzas en la calidad del
servicio”, y es por ello que necesita de la
colaboración tanto de los financiadores como de los
contratistas del servicio.
Apogliessi se refirió más tarde a la gran
importancia que los recursos humanos tienen en este
sector, que constituyen casi el 90 % de sus recursos
y mencionó que la ampliación y expansión que ha
experimentado en los últimos tiempos provocó una
escasez de ese recurso. También hizo referencia a la
incidencia negativa que la crisis de los precios
tiene sobre los prestadores y sobre los
profesionales de la salud, afirmando que “los
prestadores, en este contexto, se convierten en la
variable de ajuste tanto de Obras Sociales como de
Prepagas”.
Por último, el representante de CADEID confirmó una
vez más -contra aquellos que postulan la
inexistencia del mercado de la internación
domiciliaria-, que “existe una demanda concreta de
este servicio y que este mercado debe volverse, en
todo caso, más racional y previsible”.
DEBATES FUNDADOS EN ARGUMENTOS
TECNICOS
Doctor en Economía por la UBA e investigador,
Martín Morgenstern realizó su exposición con el
objetivo de brindar herramientas para aportar datos
concretos a los debates entre prestadores. “En la
búsqueda de consensos deberían tratar de buscarse
argumentos técnicos” –fundamentó- “se tendría que
exigir, metodológicamente y para cualquier ejercicio
de valuación de planes médicos, una clarificación
respecto de los criterios rectores con que las tasas
de uso han sido determinadas”.
Su disertación comenzó definiendo “cadena de valor”
como “la serie conectada de conocimientos,
actividades, organizaciones y recursos involucrada
en la generación y entrega de valor a los
consumidores”. En el caso de los servicios de salud,
la misma está conformada por proveedores,
prestadores, distribuidores, integradores y
subadministradores, administradores, financiadores y
beneficiarios.
Según Morgenstern, la pregunta fundamental,
entonces, que toda organización debe hacerse es “¿de
qué manera puede mejorar los beneficios directos,
ambientales y comunitarios para cada miembro de la
cadena de valor” a la que pertenece? La respuesta a
esta pregunta debe contemplar dos dimensiones: “la
productividad y el impacto sanitario de cada
proceso, por un lado, y la medición, en equivalencia
monetaria, de los resultados obtenidos, por el
otro”.
La productividad y el impacto sanitario de los
servicios encuentran un aliado en la medicina
preventiva, que, señaló Morgenstern, “debería ser
tenida en mayor consideración puesto que la atención
primaria en salud es capaz de generar mayores
ahorros y expectativas de vida”. En cuanto a las
equivalencias monetarias de los servicios de salud,
“el costo técnico de un determinado plan médico
refleja las tasas de uso pasadas y esperadas por
cada tipo de práctica”.
Por ello el doctor concluyó que “la incidencia de
cada uno de los factores señalados, juntamente con
otros costos no médicos, debería estar siempre
reflejada en toda grilla analítica que pretenda
evaluar la cadena de valor de un Plan Médico”,
señalando que “en la medida en que se aporten
valores detallados, completos y cuantificados, mayor
puede llegar a ser la comprensión de ciertos
argumentos esgrimidos y mejor puede ser el
diagnóstico de la presente realidad sanitaria”.
PROFUNDIZAR EL DIALOGO, LA
REFLEXION Y EL CONSENSO
El Dr. Miguel A. Secchi, como coordinador de la
mesa, fue el encargado de realizar las conclusiones
generales. Para el responsable del Foro para el
Desarrollo de las Ciencias “hay un cuadro de
situación en el sector de salud que se viene
reiterando desde hace más de 10 años”. Su
diagnóstico respecto de esta situación entiende a la
“hiperfragmentación del sector” y a “la insuficiente
participación del Estado Nacional” como problemas
fundamentales. Luego, Secchi puntualizó que “muchos
de los sectores involucrados en salud, como las
empresas, desconocen los problemas que aquejan al
sector”, y es por eso que las fuerzas políticas no
llegan a verse involucradas en la resolución de
estas cuestiones. Por último invitó a actuar en este
sentido, “a través de la profundización del diálogo,
de la reflexión y de la búsqueda de consensos”. |