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El profesor Néstor Vázquez,
Director de la Escuela de Salud Pública de la UBA
expuso su visión sobre el sector de la salud en la
Argentina, al que encuentra desintegrado y con
muchos aspectos pendientes de mejora.
¿Qué nos está pasando?” fue la frase que eligió
el ex gerente general de la Superintendencia de
Servicios de Salud para abrir la conferencia de
cierre de ¿Quo Vadis Salud?
El profesor Néstor Vázquez enumeró durante su
discurso varios aspectos que considera que deberían
mejorarse en el ámbito de la salud argentina.
Desintegración, inequidad, atraso, problemas de
financiamiento y un resultado sanitario negativo,
son las dificultades que describió en un sistema que
a pesar de todo muestra posibilidades de cambio.
DESINTEGRACION
“Estamos en un sistema desintegrado”, empezó
Vázquez, enumerando “obras sociales nacionales,
provinciales, del poder judicial, de las fuerzas
armadas, de las fuerzas de seguridad, el Pami, el
programa Remediar (…). Muchas de ellas dependen de
la misma partida presupuestaria y sin embargo están
totalmente desintegradas”, explicó. “Algunas
dependen del mismo presupuesto pero tienen su propio
sistema de financiamiento, su propia modalidad de
recaudación, su diferencia en aportes y en
contribuciones y su programa propio de salud. Otras
con el agravante de que duplican hospitales y
recursos tecnológicos”.
Como ejemplo de desintegración citó casos en los que
“un mismo hospital tiene varios tomógrafos porque
los tiene en distintas áreas: uno depende de cirugía
y el otro de neurocirugía” o profesionales que
“pelean” porque “si yo tengo camas que me sobran en
traumatología no se las presto a cirugía”, según
graficó.
Dentro de este escenario, consideró a las empresas
de medicina prepaga como parte de la seguridad
social, al describir que el Estado establece cuánto
pueden cobrar y lo que deben cubrir.
INEQUIDAD
Para Vázquez, además, nuestro sistema de salud
genera “grandes inequidades” donde se “crean nuevas
castas sociales inamovibles. Tenemos la clase social
de los que tienen empleo y la de los desempleados”
ejemplificó, “pero incluso dentro de los que tienen
empleo existen varias clases sociales: los
monotributistas, el personal de dirección, las obras
sociales de empresas”, enumeró.
Esto
genera un servicio desigual con costos distintos
para la población, donde hay “obras sociales que
cobran coseguros y otras que no, obras sociales que
tienen programas superadores y otras que no, algunas
dan más servicios, otras dan menos”. Sin embargo
“son todas obras sociales dentro de la misma
legislación”, reflexionó.
A su vez, esta inequidad “a veces es mayor, porque
cuanto más le damos a los que tienen empleo, menos
reciben los que no lo tienen”, explicó. “Entonces
los carenciados no solamente lo son porque no tienen
empleo y por estar debajo de la línea de pobreza:
sino también porque no tienen los mismos derechos
que el resto de la población”.
“El derecho a la salud está consagrado en nuestra
Constitución Nacional y en los pactos
internacionales, pero es sólo para los informados”,
dijo, y ejemplificó que “si un beneficiario no está
conforme con el programa médico obligatorio va a un
juez y consigue que le den la prestación (…) porque
el juez interpreta que no está en el programa médico
obligatorio pero la Constitución está por encima de
eso”. Sin embargo, mencionó que éste es otro ejemplo
de inequidad ya que es lógico que un individuo desee
la mejor cobertura, “pero eso no quiere decir que la
sociedad lo deba sostener (…). El programa médico
obligatorio se refiere a la generalidad, no a los
casos individuales”, reflexionó, agregando el dato
que “las Constituciones de los países centrales no
comparan estos derechos de esta manera. A nadie se
le ocurriría en España hacer una acción contra el
Estado para una cobertura de salud”.
FINANCIAMIENTO
Asimismo, retomó un tema que se repitió durante
toda la jornada: la naturaleza de los recursos que
nutren al sistema. “Dependemos de aportes y
contribuciones. Estamos en la década del siglo
veintiuno y seguimos pensando como en 1870”.
En ese sentido señaló que no es posible
universalizar e integrar un sistema teniendo aportes
y contribuciones diferentes en todo el país.
Esta situación genera “una inadecuada distribución
de recursos” que además provoca “inequidades también
hacia los prestadores”. La falta de recursos genera
una lista de espera que provoca que el financiador
se pregunte “¿quiénes son los grupos corporativos
más débiles? A ésos les pagamos menos”, graficó.
“Los prestadores no cobran lo que deberían cobrar y
por esto no dan lo que deberían dar. Y como lo
hacen: contratando peores prestadores es decir mano
de obra barata, bajando la calidad de insumos”.
“Y esto les ocurre a todos, no sólo a las obras
sociales pobres: le pasa a las obras sociales ricas
y a las empresas de medicina prepaga. Y por supuesto
ni contarles lo que les pasa a los pobres que para
conseguir esto, malo y barato, tienen que hacer cola
por 6 horas en los hospitales”.
CAPACITACION
En el tramo referido a los recursos humanos, su
análisis también fue lapidario: “no están
capacitados como corresponde”, aseguró. “Los médicos
tienen que pagar para capacitarse, nadie les
subvenciona esa capacitación. Lo mismo pasa con los
bioquímicos, los odontólogos y los farmacéuticos”.
Denunció que en ocasiones “falla la atención por
errores en la capacitación”, y citó como ejemplo el
caso del brote de bronquiolitis registrado en este
año. “Se colapsaron los sistemas de atención
domiciliaria porque la bronquiolitis debía ser
atendida en forma institucional para ser asistido
correctamente. Se llamaba el médico a domicilio, que
llegaba dos horas tarde por la gran demanda. También
se colapsó el sistema de internación, y esto fue por
falta de capacitación”, aseguró.
RESULTADOS SANITARIOS
Todas estas fallas del sistema, también se ven
reflejadas, según Vázquez, en los resultados
sanitarios, que el doctor calificó como “malos”.
“Son malos ¿Por qué? Porque los resultados
sanitarios en la Argentina han mejorado y muchísimo
gracias a los programas focales que se hicieron
entre el Ministerio de Salud de la Nación y los
ministerios provinciales, para atender a aquellos
que estaban muy atrasados en la atención médica.
Entonces se redujo la mortalidad infantil, se redujo
la mortalidad materna y mejoraron algunos
indicadores. Pero eso no quiere decir que hayamos
mejorado, eso quiere decir que mejoraron los que
estaban muy atrasados pero los que están
financiados, o sea esa ‘clase superior’, no ha
mejorado”.
EL SISTEMA TIENE FORTALEZAS
Sin embargo, el doctor Vázquez rescató que “lo
bueno es que este sistema tiene fortalezas”,
resaltando el hecho de que “empezó por la voluntad
de la gente, ha sorteado el paso del tiempo,
intervenciones, gobiernos militares y crisis”.
Además destacó el hecho de que “nunca ha recibido
subsidios, siempre se ha autoabastecido, soportando
varios sistemas regulatorios injustos”. A ello le
sumó que en la actualidad “está soportando esta
terrible injusticia de los planes infinitos”.
Resaltó también que “el sistema no sólo no recibe
subsidios, sino que paga impuestos: soporta el
impuesto al cheque y no tienen posibilidad de
recuperar el IVA. Ni que hablar del subsector
privado de las empresas de medicina prepaga que
todavía, como toda sociedad comercial, pagan
ganancias e ingresos brutos”, recordó.
“El sistema de educación en la Argentina está
subsidiado: se les paga entre un 50 u 80 por ciento
de los salarios a los maestros y profesores de las
materias básicas y no pagan ningún impuesto. Y esto
no pasa con la salud. Si esto pasara con la salud es
posible que podríamos llegar a los objetivos
fundamentales”.
El profesor Néstor Vázquez finalizó su discurso,
dando cierre a ¿Quo Vadis salud?, con un llamamiento
a todo el sector: “Hay que animarse, hay que ser
valientes. Tenemos que ser capaces de decir: este
sector no tiene que pagar impuestos, este sector
tiene que tener aranceles justos, este sector tiene
que tener cobertura a través de rentas generales
para los carenciados y tiene que igualar la
cobertura de aquellos que no puedan tener una
cotización básica adecuada”.
Atrás quedaban los ecos de las voces de todos los
sectores del ámbito de la salud, que tuvieron su
tribuna de expresión en la 4º Conferencia General
que la revista Médicos tuvo el orgullo de realizar,
una vez más. |