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La experiencia inédita
a nivel mundial de promover la actividad hortícola en
pacientes en diálisis para paliar la crisis de 2001 demostró
múltiples beneficios que trascendieron el aporte
nutricional. Fresenius Medical Care Argentina SA, impulsora
de la idea, decidió comunicar estos beneficios a través de
una publicación de reciente edición donde cuenta por qué
seis años más tarde el programa llega a casi el 50 % de los
pacientes. |
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Porque sus riñones ya no funcionan, más de 7.700 personas
concurren 3 veces por semana a uno de los 84 Centros de
Nefrología y Diálisis de Fresenius Medical Care Argentina
(FME) en 16 provincias. Una actividad impensada hace más de
35 años cuando la sustitución de la función renal era una
opción limitada.
El libro “Cosechando Fortalezas” recopila las reflexiones y
testimonios de los protagonistas de una experiencia única:
la Huerta-Fresenius y su impacto en la calidad de vida de
pacientes que deben su sobrevida a la diálisis.
LA
HUERTA - FRESENIUS
La crisis que estalló en el país a fines de 2001 puso al
desnudo la vulnerabilidad socioeconómica de la población de
pacientes en diálisis “Paradójicamente, la supervivencia
garantizada por un tratamiento sofisticado y costoso se veía
amenazada por estados de desnutrición.”
La crisis, como se atribuye al ideograma chino, resultó una
verdadera cuna de oportunidades. Asistidos por la exitosa
experiencia del programa Pro Huerta del INTA, Fresenius
Medical Care distribuyó semillas a todos los pacientes
dispuestos a probar este camino y la Huerta surgió entonces
como una herramienta de rehabilitación para estimular la
participación de los pacientes de diálisis y sus familiares
en actividades productivas, generando espacios de
capacitación y trabajos grupales. La sinergia y
potencialidad de la cooperación entre expertos del INTA y
los profesionales de Fresenius Medical Care Argentina derivó
en una importante iniciativa en beneficio de los pacientes.
Más allá de los aportes de la horticultura como terapia
ocupacional, el estudio de los testimonios de los pacientes
revela que el efecto benéfico de la huerta se asoció a la
capacidad de recuperar dimensiones perdidas a causa de la
enfermedad: una actividad productiva, el dominio de su vida
y de su entorno, el sentimiento de responsabilidad y
suficiencia, y la posibilidad de compartir una actividad
gratificante.
“Fuimos testigos de la fortaleza que demostraron los
pacientes para superar la doble adversidad enfermedad/crisis
social. Y se pusieron en evidencia las potencialidades
-capacidad resiliente- de los pacientes - “la capacidad
humana de sobreponerse y ser fortalecido por experiencias
adversas” señalaron las autoras, la Lic. Adriana Martorell y
la Lic. Marta Lugo, Coordinadora de Rehabilitación y Calidad
de Vida de Fresenius Medical Care Argentina.
Acercar semillas en lugar de alimento fue una invitación a
dar una pelea activa y un gesto de confianza en sus
capacidades, promoviendo su salud mental y calidad de vida.
ALGUNOS
DATOS
Cuando se comenzó con esta intervención activa las cifras
eran llamativas. A comienzos del 2002, devaluación mediante,
el 40% de las familias no tenían a su alcance la canasta
básica alimentaria y presentaban un nivel educativo bajo. Un
12% vivía en viviendas precarias y no tenían gas ni agua
instalada en la vivienda.
Casi la mitad de los pacientes que se dializan, tendrían
capacidad para trabajar, pero las estadísticas mostraban que
el 77% no lo hacía.
A la hora del balance el 95% de los que sembraron obtuvieron
productos de sus huertas para el consumo familiar. El
proyecto fue incorporado en el 70% de los 84 Centros de
diálisis de Fresenius, siendo las regiones en las que tuvo
más desarrollo Gran Buenos Aires, Litoral y Norte del país.
El saldo más positivo de la experiencia ha sido la mejora en
la calidad de vida por el hecho de retomar una vida activa.
“Sabemos bien que nuestros pacientes siguen teniendo
problemas de pobreza. Como empresa, nos reconforta haber
contribuido en un momento muy crítico y nos complace
constatar que nuestros equipos de trabajo están
comprometidos con el concepto de que los pacientes se
dializan para vivir y no a la inversa. Además del aporte
crucial de la tecnología y servicios médicos, debemos
acompañar al paciente en la recuperación de su máximo nivel
de autonomía generando intervenciones activas de este tipo”
señaló la Licenciada Marta Lugo
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