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Resultados de investigaciones
publicadas a principios del mes de
agosto nos dicen que los médicos
psiquiatras han reducido del 44,6%
al 28,9% el porcentaje de sesiones
con Psicoterapia, en el transcurso
de los casi 10 años que van del
período 1996/1997 al período
2004/2005.
Estos cambios están asociados al
reducido honorario que las empresas
médicas reconocen a los psiquiatras,
como así también a la existencia de
una menor cantidad de especialistas
en psiquiatría. En particular, esto
último hace que cada vez más el
reducido número de profesionales se
dediquen a la práctica privada,
donde son remunerados en forma
sensiblemente diferente.
Esto no se trata de un hallazgo
sorprendente, teniendo en cuenta que
la especialidad de Psiquiatría ha
sufrido una disminución progresiva
durante las últimas cuatro décadas.
A comienzo de los años 70 más del
11% de los estudiantes de medicina
optó por la psiquiatría como
especialidad médica. En 1980, ese
número se redujo a menos de 5,5%.
Casi 14 años después, en 1994, sólo
el 3,2 % de de los médicos graduados
optó por esta especialidad. Si bien
el número aumentó al 4,2 % en el año
2002, todavía se está muy lejos de
la década del 70 en donde 1 de cada
10 médicos quería convertirse en
psiquiatra.
Como referencia basta señalar que el
actual indicador de elección de
psiquiatría es similar al de
Proctología, claramente una
especialidad que no se encuentra
entre las más buscadas para ejercer
la medicina.
Todo esto ha dado lugar naturalmente
a fuertes cambios en los planes de
cobertura y en la asistencia.
Hoy es usual encontrar Planes con
topes de 12 sesiones -y aún de 8
sesiones-y con copagos. También es
frecuente que las sesiones se
escalonen a una por mes -o mes y
medio- y se limiten a una entrevista
de medicación de 10 a 15 minutos con
un psiquiatra o con una enfermera
psiquiátrica.
El problema central está en que el
Psiquiatra es el único profesional
en el ámbito de la salud mental que
puede proveerle al paciente lo que
necesita: medicación. Y éste no es
un tema menor, por cuanto el aumento
de la prescripción, tanto en la
atención psiquiátrica, como así en
la medicación asociada a la
psicoterapia brindada por
Psicólogos, ha crecido de manera
significativa a través de los años.
Hasta aquí amigo lector, salvo por
la descripción de Planes con topes
de 12 consultas que le pueden haber
llamado la atención, y por la
mención de la “enfermera
psiquiátrica”, usted puede haber
entendido que estábamos hablando de
la Argentina. No es así; se trata de
números de los Estados Unidos y de
los cambios que se están produciendo
allí según el trabajo ¨National
Trends in Psychotherapy by Office-Based
Psychiatrists¨ que realizaran
Mojtabai, R. & Olfson, M. y que
fuera publicado, como comentara a
principio de estas líneas, a
principios del mes de agosto de
2008.
Aquí las cosas no marchan distintas.
Es simple: si las variables son las
mismas, el resultado es el mismo.
Y en términos de calidad
asistencial, seguramente se
encuentran en baja…
Cada vez es más usual encontrarse
con un profesional menos experto, -y
con menos experiencia en clínica
médica-, y también con menos
conocimiento en patologías asociadas
a los cuadros psiquiátricos. Y en
algunas subespecialidades el
problema es más serio aún:
“Conseguir Psiquiatras para la
atención de Emergencias y para la
atención de Guardias resulta cada
vez más una tarea inalcanzable” me
contaba días atrás el Coordinador de
un Programa.
En nuestro país, un psiquiatra cobra
por una consulta en términos
absolutos lo mismo que un médico de
otras especialidades. Pero teniendo
en cuenta que la duración de una
entrevista que incluye psicoterapia
le ocupa 40 minutos, el profesional
que la realiza, en términos
relativos, percibe como honorario
entre la mitad y una tercera parte
de lo que cobran sus colegas.
Por otra parte, los expertos
consultados señalan que en la
Argentina, tan solo 120 médicos
psiquiatras se gradúan anualmente,
para así sumarse a los
aproximadamente 5.000 profesionales
de la especialidad, que naturalmente
resultan escasos.
Como resultado, esto ha llevado a
producir aquí, los mismos efectos
comentados en los Estados Unidos.
Cuando se consulta por la calidad
médica que se brinda con todos estos
cambios, la consigna pareciera ser
“De esto no se habla”.
¿Alcanzará esto próximamente a las
otras especialidades médicas?
La célebre frase de Martin
Niemoeller (pastor protestante,
1892-1984) (que erróneamente es
usualmente atribuida a Bertold
Bretch) señala:
“Primero vinieron a buscar a los
comunistas, y yo no hablé porque no
era comunista. Después vinieron por
los socialistas y los sindicalistas,
y yo no hablé porque no era lo uno
ni lo otro. Después vinieron por los
judíos, y yo no hablé porque no era
judío. Después vinieron por mí, y
para ese momento ya no quedaba nadie
que pudiera hablar por mí”.
Confiemos en que no sea así.
(1)(2008) Arch Gen
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