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Opinión


LA SALUD
... en busca del equilibrio perdido

Por el Licenciado
Víctor Norberto Cerasale

...“el esclavo no permanece para siempre en la casa”.
Evangelio según San Juan, 8:31-42.
(Segunda parte) Nº 53
 

Todas las medidas restrictivas tendientes a poner limitaciones a la evolución y/o libre expresión de los mercados terminan resultando en un efecto contrario al pretendido. Cuanta mayor es la restricción mayor será la envergadura del daño. Esta es una lección difícil de asumir pero la realidad es determinante. Cada país enseña distinto tipo de válvulas de escape a cualquier medida de contención que se pretenda imponer y ello se traduce en situaciones paradójicas y contradictorias.
En general, pareciera que los medicamentos constituyen per se una de dichas exclusas compensadoras. Aún cuando se ha pretendido regular los valores de referencia mediante la imposición de los genéricos, dicho mecanismo no ha tenido el resultado esperado y en particular este punto de inflexión se ha reforzado a partir de la introducción masiva de las tecnologías biomédicas.
No obstante, es necesario ver el “antes” ya que sin él es imposible comprender el “después” y mucho menos el “ahora”. En la mayoría de los países de la Unión Europea, los pacientes se benefician de un acceso gratuito a los medicamentos, razón por la que la demanda sigue traccionando fuertemente del gasto total. La continua incorporación de nuevos grupos con derecho al beneficio de cobertura de algunos de los medicamentos a costo cero, tales como los pensionistas, enfermos crónicos, etcétera, añaden más carga a esta situación. La expresión refleja consecuente con la carga que es distinta de un país a otro y esto representa una sumatoria de signos que no deben perderse de vista.
Obsérvese que la relación de receta por habitante es significativamente alta en España donde la incidencia porcentual de consumo de los medicamentos genéricos es de apenas el 3,6%. Algo semejante se observa en Bélgica donde la relación de receta por habitante alcanza a 9,8 y donde la participación de los genéricos es despreciable. Las inversas más significativas se observan en Alemania y en Holanda. Otra visión que no debe omitirse es la participación porcentual de los medicamentos de venta libre (OTC) entre los distintos países.
En lo que se refiere al mercado de genéricos, ha existido una evolución cierta en la segunda mitad de la década de los noventa en cada uno de los países, impulsado mediante distintas medidas aplicadas por los gobiernos buscando una reducción del impacto del gasto generado por las marcas. Los Estados que con mayor éxito han logrado introducir las especialidades genéricas han sido Holanda y Alemania a través del sistema de precios de referencia, con cuotas del 40% y 32%, respectivamente.
Empleando un sistema diferente pero alcanzando una efectividad superior, el Reino Unido ha aplicado una política que incentiva a los médicos para que receten este tipo de medicamentos, que reducen el precio medio del producto original entre el 30% y el 100%. Los medicamentos genéricos en dichos países son bioequivalentes certificados, ya que de lo contrario no reciben aprobación.

España ha sido el último país en incorporar un marco regulatorio apropiado al sistemas de precios de referencia con el objeto de afianzar una política estructural de genéricos y durante los últimos tres años de la década de los noventa, el mercado de genéricos creció tanto en unidades como en valores. En 1998, el consumo de los genéricos apenas alcanzaba una facturación de 1.786 millones de pesetas. Durante 1999 la facturación se multiplicó ascendiendo hasta los 11.987 millones de pesetas y durante el año 2000 registró ventas por 32.722 millones.
Curiosamente estas medidas de contención nunca sirvieron efectivamente para controlar el crecimiento del gasto en salud así como tampoco para reducir el número de unidades de medicamentos demandadas. Los requerimientos de servicios asistenciales han crecido tanto como el número de unidades de medicamentos y eso ha obligado a los Estados parte de la UE a pensar en distintos mecanismos sanitarios para sostener las coberturas.
Si bien los genéricos produjeron un “notable efecto” en el momento de su imposición, la tendencia inicial de los primeros años se detuvo debido a que la Industria Farmacéutica generó una baja consensuada de los precios promedio de las especialidades de marca hasta llegar a los niveles de referencia (estimándose que la reducción media al año 2000 fue del 14,4% por la introducción de los genéricos), lo que ha facilitado que la prescripción médica se concentre nuevamente en las drogas de investigación. Este efecto, consecuencia o resultado, nunca apreciado antes en los ejercicios de simulación ha generado una revisión de las medidas regulatorias pero por sobre todo el delineamiento de una estrategia política para sostener las coberturas sociales a ultranza, buscando un sistema de equilibrio distinto y distante del vigente en los Estados Unidos de Norteamérica.
Desde el año 2001 en adelante la discusión sanitaria ha modificado su eje porque todos entendieron que el problema de fondo nunca estuvo en el medicamento por sí mismo. Aún cuando los números hayan sugerido lo opuesto.
Para analizar las pautas que rigen los consumos de medicamentos se deben tener en cuenta tanto el sistema público de financiación de medicamentos como la cultura farmacéutica y la red de distribución de los medicamentos ya sea a través de las mismas farmacias o bien del sistema público. El acceso universal y gratuito es el criterio que rige en prácticamente todos los países mediterráneos, excepción de Italia, que durante la década de los noventa introdujo diferentes sistemas de copago en función de la categoría de los fármacos y según también las rentas de la población. Dichas medidas nunca se adoptaron en Francia ni en España, países donde funciona el acceso gratuito a los medicamentos con matices para gran parte de la población.
Una conclusión facilista podría indicar que la gratuidad incentiva el consumo de medicamentos, así como de servicios médicos. No obstante, no debe olvidarse que el acceso universal a la cobertura social es el eje que sostiene el mecanismo de producción de los países que componen la Unión Europea donde muchos procesos se comparten.
Para finalizar, el cuadro precedente indica con precisión la importancia que tiene lo dicho en el párrafo anterior. Si la política de Estado es sostener las escalas productivas y proyectarlas con un crecimiento sostenido dentro de parámetros lógicos (2-5%), la inversión en salud y en formación (educación) deben acompañar el proceso. A ninguna economía le hace bien crecer en un año un 11% para luego derrumbarse, lo cual amerita meditar las acciones y medir las consecuencias antes que éstas se produzcan, comprometiendo el pretendido equilibrio. Una vez más, primero está la gente. No existe un modelo que asegure que todo estará siempre igual. Creer que lo que hizo Carrillo en los 40 es trasladable a hoy es tan utópico como pretender que la estructura prestacional del Pami, del IOMA, etc., deban reducir sus presupuestos asistenciales según las recetas enviadas desde los organismos internacionales de financiamiento o según las entelequias propias de la gestión en nuestro país.


 

Licenciado Víctor Norberto Cerasale. 2008-11-18
Fuentes:
DOSSIER: EL GLOBAL. EDITA: Contenidos e Información de Salud S.L. Realización de contenidos y dirección del estudio: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. 16 al 22 de julio de 2001. www.elglobal.net
Copyright by Cerasale, 2008. Derechos reservados. Exclusivo para Revista Médicos, Medicina Global.

 

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