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Opinión


 

Salud Corporativa
Nueva Práctica: La Tercerización del control Financiero de los aportes y contribuciones del personal

Por el Dr. Héctor Barrios,
director de Watson Wyatt Argentina.

 

Ha sido una buena práctica de mercado históricamente que las empresas diseñaran el Plan de Cobertura Médica del personal, negociaran con una Obra Social y/o con una empresa de medicina prepaga los costos y las características de dicho Plan -Cartilla Médica, Copagos, etc., etc.- y finalmente lo financiaran constituyendo un “pool”con los aportes y contribuciones de ley.
Lo más habitual en el mercado, ha sido que las empresas -prácticamente el 90% de los encuestados por Watson Wyatt- realizaran alguna contribución adicional, ya que lo generado por los aportes y contribuciones de ley, no resultaba suficiente para financiar el costo total del Plan Médico. Esto significa que el control de los fondos, tanto los de Ley como los adicionales, resultan sumamente importantes para evitar pérdidas para las empresas.
Es interesante observar que, a partir de la desregulación de las Obras Sociales, muchos empleados han optado por elegir en forma personal el prestador médico de su preferencia. Naturalmente esto está asociado a dos temas: En primer término, a la insatisfacción por el Plan Médico proporcionado por la empresa y en segundo término al nivel de ingresos, ya que quienes optan por “salir del sistema” cuentan con un importe de dinero disponible para financiarse la mayor parte o la totalidad del plan médico que contratan.
El problema es que esta circunstancia no siempre es comunicada al empleador, quien muchas veces, al no efectuar controles permanentes, mantiene al empleado y a su grupo familiar en la prepaga elegida, a quien continúa abonándole el plan médico, mientras los aportes y contribuciones en lugar de financiar el plan, son derivados a la Obra Social elegida por la persona.
Asimismo, no cabe duda que en los últimos años se ha producido también una gran concentración de empresas prepagas, cuyas fusiones han dado lugar en muchos casos a no pocas dificultades administrativas, lo que ha dejado en mano de las empresas el control exhaustivo de las facturaciones.
Patricia Peralta, una especialista en el tema de Control Financiero de esta problemática, nos ha señalado que “es muy habitual encontrar que las empresas, al incorporar a nuevo personal, no hayan verificado si está vigente o no una “Opción de cambio de Obra Social” dado que si esto efectivamente es así, los fondos por aportes y contribuciones no llegarán a la Obra Social elegida por la empresa, sino naturalmente a la elegida por la persona. De hecho, hemos encontrado casos de empresas donde, luego de realizar el trabajo de análisis, se detectó que los Aportes y Contribuciones de más del 12% de los empleados no llegaban a la Obra Social por la causa mencionada por Patricia”.
Según la especialista consultada, las situaciones irregulares más habituales que afectan las finanzas de las empresas son las siguientes:

• El titular además es Monotributista.
• El titular es empleado de otra empresa y por lo tanto también es titular de otra Obra Social al contar con pluriempleo.
• El titular es beneficiario de otra Obra Social con el carácter de “familiar” de un “titular”.
• El cónyuge del titular es Monotributista.
• El cónyuge del titular trabaja, por lo tanto es “titular” de otra Obra Social (Sindical, de Dirección o bien que cuenta con Jubilación o Pensión y posee Pami).
• El hijo menor de 21 años del titular, trabaja y tiene Obra Social propia.
• El hijo menor de 25 años del titular estudia, pero trabaja y tiene Obra Social propia.
• El hijo mayor de 21 años y menor de 25 años del titular, no estudia.
• El “familiar a cargo” del titular es a la vez titular de otra Obra Social (Ej: Pami).

En todos estos casos, como nos señala Patricia Peralta, las empresas pierden importantes montos por estar financiando coberturas médicas que reglamentariamente no corresponden o bien por no detectar fuentes naturales de financiamiento como es la unificación de aportes de cónyuges o el aporte del Monotributo.
El problema es que las organizaciones difícilmente cuentan con personal para realizar éste y otros controles, incluso los más simples, pero fundamentales, como es la conciliación de la facturación de la empresa prepaga con la nómina de beneficiarios de la empresa.
Resulta claro que, teniendo en cuenta la problemática descripta, la Tercerización del Control Financiero de los Aportes y Contribuciones ha comenzando a ser una nueva buena práctica en las empresas, ya que permite el ahorro de importantes sumas de dinero y alcanza los más altos niveles de eficacia y eficiencia para el área de Recursos Humanos.

 

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