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Reportes


Altas tasas de utilización alertan sobre la necesidad de hacer uso responsable de los recursos de salud

 
Reporte Económico FAOSDIR (1)

 

Un aspecto central en calidad médica es la utilización responsable de los servicios de salud. Cuando los recursos se subutilizan es obvio que la calidad médica se resiente. Cuando se sobreutilizan, no parece tan obvio, pero la calidad también se deteriora. Los motivos son dos. Por un lado, dar de más a una persona implica tener que dar de menos a otra, la cual está recibiendo entonces una prestación insuficiente. Por otro, recibir servicios de más no implica estar “garantizando” la curación sino generando nuevos problemas por efecto de la sobre-provisión.
En EE.UU., la secretaría de salud tiene una agencia federal llamada Centro de Control de la Enfermedad y la Prevención cuya misión es generar información y herramientas para que la gente aprenda a proteger su salud. Esta agencia construye en cumplimiento de estas funciones tasas de utilización a nivel de todo el país (recuadro adjunto).
En 1990 se reportaban 334 consultas por cada 100 personas. En el 2000 la población consume 374 consultas y en el 2006, 380 por cada 100. Por el lado de los servicios de internación, la tendencia es al revés. Con el paso del tiempo disminuye la cantidad de internaciones (egresos por cada 1.000 personas) y la cantidad de días que dura cada internación (promedio días de estada). En 1980 se internaban 174,5 personas por cada 1.000 y estaban internados 7,5 días cada uno. En el 2006 se internan 115,3 por cada 1.000 y están internados sólo 4,7 días. En suma, los datos informan que las tendencias favorecen un suave crecimiento de la preponderancia de las consultas y un declive de las internaciones. Con estas referencias los actores del sector salud de EE.UU. (seguros privados y programas estatales) empiezan a medir sus desempeños de calidad.

¿QUÉ RELEVANCIA TIENE ESTO PARA LA ARGENTINA?
Primero, que en la Argentina no hay esta sistematización de datos. Segundo, que las pocas evidencias que hay indican que en el país no hay un uso responsable de los recursos en salud. El recuadro adjunto muestra datos -parciales- tomados de una muestra de obras sociales de FAOSDIR y se los compara con los de EE.UU.. A simple vista se detecta que la utilización en servicios de internación es similar. Las tasas de FAOSDIR son menores porque la población es sólo una parte (con características de laboralmente activa, joven e ingresos medios y altos), mientras que la de EE.UU. es el conjunto. Pero no indica alguna divergencia importante.
Más informativas son las tasas de consultas. Las tasas de consultas que reportan las obras sociales de FAOSDIR duplican las de EE.UU.. Cabe aclarar que la tasa de EE.UU. es la más comprensible posible ya que incluye visitas en consultorio del médico, consultorios externos y en emergencia, y corresponden tanto a consultas de atención primaria como de especialistas. Esta diferencia no se puede explicar sólo por fallas de gestión de las obras sociales. Aquí, está influyendo la conducta de los usuarios de la Argentina respecto de los de EE.UU. La conducta no proviene sólo de factores culturales sino también de las reglas del sistema. Una de ellas es el PMO.
El PMO contiene la filosofía de que las personas tienen derecho a una cantidad ilimitada de prestaciones otorgadas prácticamente en forma gratuita. Cuando hay un costo para el individuo, es muy marginal. El caso de las consultas es muy ilustrativo. Se estipula que pueden tener un copago, pero no superior a $4. La señal es que las obras sociales están obligadas a pagar todas las consultas que la población demande. La pregunta que cabe hacerse es: ¿Multiplicar consultas es calidad médica? ¿Generar el estímulo a que las personas visiten una gran cantidad de profesionales tiene como resultado más probable la curación?
Multiplicar las consultas no significa mayor accesibilidad, ni mejor salud. Por el contrario, es posible que se esté promoviendo la confusión y la continuación de las dolencias con lo cual es un derroche de recursos en salud. Esto perjudica a los pacientes, a los profesionales (porque la multiplicación en la cantidad conduce al deterioro del valor de cada consulta), a las empresas y al Estado (que aportan los recursos), y a los financiadores (obras sociales y prepagas) porque no pueden administrar con eficiencia los recursos sanitarios. Calidad médica es sinónimo de responsabilidad en el uso de los recursos, no promesas de prestaciones ilimitadas y gratuitas, como propone el PMO.

Federación Argentina de Obras Sociales de Personal de Dirección. www.faosdir.org.ar y presidencia@faosdir.org.ar

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