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La responsabilidad
civil bajo la lupa
La mesa de “Praxis Médica:
desafíos, amenazas y novedades” contó con la participación
de representantes de las principales compañías de seguros,
que expusieron diversos puntos de vista sobre la
Judicialización: ese fenómeno que afecta y preocupa a todo
el ámbito de la salud.
Distintos representantes del
sector de las aseguradoras se dieron cita en el panel
“Praxis Médica” para exponer las características de uno de
los mayores problemas que ha tenido que enfrentar el sector
de la salud en los últimos años: el incremento de la
judicialización de la praxis médica.
Con la coordinación del doctor Floreal N. López Delgado, la
mesa estuvo integrada por el doctor Fabián Vítolo, Gerente
de Relaciones Institucionales y Servicios Médicos de Noble
Compañía de Seguros; el doctor Fernando Mariona, director y
gerente de Asuntos Legales de TPC Compañía de Seguros; el
señor Jorge Furlan, coordinador de Prudencia Compañía
Argentina de Seguros Generales; el doctor Horacio Canto,
Gerente de Administración de Riesgos de SMG Seguros; y el
doctor Alfredo Rossi, Asesor Letrado de Seguros Médicos.
LOS NÚMEROS DE UN
FENÓMENO
El encargado de inaugurar el panel fue el doctor Fabián
Vítolo, representante de Noble Compañía de Seguros, quien
basó su presentación en un análisis estadístico del aumento
de los montos en las demandas por mala praxis y en una
crítica hacia los fondos solidarios, cuya naturaleza se
opone al desempeño de las aseguradoras de riesgo.
“En Noble Compañía de Seguros estamos viendo un aumento en
el stock de demandas –detalló el doctor-. Al cierre del
ejercicio 2009/2010 el monto promedio de demandas era de 411
mil pesos. A junio de 2011, el promedio de demandas es de
656 mil pesos, un aumento del 62 por ciento en sólo un año.
Pese a eso vemos instituciones muy grandes con cirugías y
partos que siguen asegurándose en 200 mil o 300 mil pesos,
lo que no alcanza para realizar ningún acuerdo cuando hay
negligencia.”
Según expresó Vítolo, en Noble ingresa una demanda por día
hábil: “Tenemos en stock más de 570 juicios y hemos cerrados
otros 400, en una frecuencia que compartimos con otras
compañías.” Con una inflación cercana al 50 por ciento en
los últimos dos años, “no vemos que las sumas aseguradas se
estén adecuando a los montos de tales demandas”, agregó.
Para acompañar esta afirmación, el doctor presentó los
montos de las sentencias en recientes fallos de cámara
vinculados a mala praxis: 1.606.000 pesos por un caso de
parálisis cerebral; 1.596.000 por un paciente que quedó en
estado vegetativo; un millón por otra parálisis cerebral;
935 mil por una retinopatía prematura, entre otros casos. A
todos estos montos se le deben sumar intereses y costas. “La
Superintendencia de Seguros de la Nación estableció que no
puede haber seguros individuales inferiores a los 120 mil
pesos. Todavía era frecuente hasta el año pasado tener
médicos asegurados en 50 mil pesos –sostuvo Vítolo–. Eso no
alcanza para nada cuando hay algún proceso o hay que hacer
algún acuerdo.”
El representante de Noble Compañía de Seguros criticó además
la posición de los Fondos Solidarios, aquellas agrupaciones
de afiliados a una misma asociación o colegiatura que,
estando sujetos a riesgo, aportan sumas de dinero para
constituir un fondo común para hacerle frente a las
obligaciones nacidas de los reclamos que pudieran recibir
sus adherentes. “Los Fondos deben organizarse como compañías
de seguro”, expresó Vítolo y agregó que la Superintendencia
de Seguros de la Nación viene haciendo intimaciones al
respecto desde hace casi diez años.
ADMINISTRANDO
RIESGOS
A continuación, la exposición estuvo a cargo de Jorge Furlan,
coordinador de Prudencia Compañía Argentina de Seguros
Generales, quien sostuvo que uno de los desafíos que
enfrenta el sector es que se valore el esfuerzo por
establecer un programa de administración de riesgos a través
de aportes que conforman un esquema de asesoramiento en
permanente desarrollo.
El primero de estos aportes está relacionado con la
evaluación inicial que se hace al suscribir el riesgo,
momento en el que surgen cargas que se incorporan a la
póliza. “Evaluamos todo aquello que hace a la
infraestructura de una institución para evitar situaciones
especiales que puedan acarrear responsabilidades”, explicó,
y agregó que también se revisan los procedimientos
instrumentados para la seguridad de los pacientes, la
atención de los servicios de guardia, la existencia de
personal de enfermería suficiente y el manejo de residuos
patológicos –de acuerdo a los cambios introducidos por la
reciente Ley de Política Ambiental-.
“El segundo aspecto en el que podemos hacer un aporte
importante es en la revisión de los documentos médicos
–sostuvo Furlan-. Hay una necesidad de mantener una
redacción especial con adecuación y actualización de las
normativas legales vigentes.” El tercer aspecto está
vinculado a la relación que se establece con los
responsables de la institución, a partir de entrevistas,
realización de seminarios de asesoramiento y recomendaciones
de orden general y particular.
El cuarto aporte tiene que ver con la realización de
informes de incidentes médicos, “En el caso de que esto
ocurra, requerimos que se nos presenten los antecedentes del
hecho, las circunstancias, la importancia, las alternativas
de defensa”, detalló el representante de Prudencia. El
quinto y último aporte consiste en una asistencia médico
legal permanente, “que posibilita resolver inquietudes o
dudas sobre el proceder médico legal ante situaciones
especiales”.
RESPUESTAS Y
NÚMEROS
El doctor Fernando Mariona, gerente de Asuntos Legales de
TPC Compañía de Seguros, fue el encargado de continuar con
la mesa sobre praxis médica y basó su exposición en una
descripción estadística de las actuaciones por
judicialización que afrontó su compañía, un buen ejemplo
para comprender la importancia del trabajo desempeñado por
las compañías de seguros en relación al significativo
incremento de las demandas por mala praxis en la última
década.
“En los recientes siete años y medio, en TPC recibimos seis
mil comunicaciones acerca de distintos casos. Esas seis mil
comunicaciones se transformaron en 2.581 actuaciones que se
judicializaron. De ese total, 544 casos fueron cerrados con
acuerdo y pago, 47 fueron desistidos sin gastos por quienes
reclamaban y seis casos fueron desistidos pero generaron
gastos. Tuvimos 27 sentencias, diez casos fueron cerrados
sin acuerdo y 454 fueron cerrados en mediación con acuerdo y
pago”, detalló Mariona. “De las 27 sentencias, 16 fueron de
rechazo de la demanda, ocho de acogimiento de la demanda y
tres de rechazo por incompetencia”, agregó.
Esos 544 casos cerrados con acuerdo y pago significaron un
reclamo total de 85 millones de pesos, de los que se pagó
finalmente el veinte por ciento. “De estos 17 millones de
pesos, TPC pagó cinco millones en indemnizaciones. En gastos
y honorarios pagamos cuatro millones y solamente recuperamos
380 mil pesos de franquicias”, describió el representante de
TPC, al tiempo que sostuvo que las especialidades más
demandadas son traumatología, obstetricia, emergencias y
cirugía general.
Mariona describió, además, diversas problemáticas que
enfrentan las compañías aseguradoras en relación a las
instituciones y profesionales con los que trabajan. “Tenemos
problemas porque el Cuerpo Médico Forense ya no se ocupa de
los casos de ustedes. Tenemos problemas porque el riesgo de
juzgamiento de la responsabilidad civil profesional no sólo
está contemplado por el Código Civil sino también por la Ley
de Defensa de los Derechos del Consumidor. Y las compañías
de seguro no estamos cubriendo los daños punitivos”, alertó.
El representante de TPC agregó que también existen problemas
en relación a las infecciones hospitalarias, a fallas de la
organización, y al beneficio de litigar sin gastos.
MEJORANDO LAS
RELACIONES
A continuación, disertó el doctor Horacio Canto, Gerente de
Administración de Riesgos de SMG Seguros, que analizó
algunos desafíos del área y puso énfasis sobre un aspecto
importante: concientizar a los médicos acerca de invertir
tiempo en la comunicación con el paciente y la familia.
Entre los desafíos, destacó que las asociaciones médicas
deben comprender las ventajas de contratar una verdadera
póliza de seguro en lugar de un Fondo Solidario. También
subrayó la importancia de consensuar una suma asegurada
razonable y no caer en el infraseguro. Y un tercer desafío
tiene que ver en conseguir una completa información para
cotizar.
En cuarto lugar, es importante “lograr que los profesionales
de la salud y nuestros asegurados en general nos notifiquen
precozmente potenciales siniestros para decidir si conviene
tomar una conducta proactiva o sentarnos y esperar que
llueva.” Y un quinto desafío está relacionado por la
comprensión por parte de los asegurados sobre la importancia
de establecer programas de gestión de riesgos y su
cumplimiento.
“Es fundamental además lograr la jerarquización de aspectos
que no son estrictamente asistenciales de la profesión: una
adecuada documentación médica, una adecuada información al
paciente, una adecuada relación médico-paciente-familia y
una adecuada relación médico-médico”, agregó Canto.
“La documentación médica es un registro que comunica a los
profesionales la información acerca de un paciente que se
está atendiendo. Ayuda a auditar y mejorar las actividades
de revisión y actúa como testigo número uno en un juicio.
Los médicos tenemos que entender que en esta profesión de
riesgo la documentación médica es lo que nos va a salvar o a
condenar”, detalló.
Con respecto a la información al paciente, Canto destacó que
la reforma constitucional de 1994 incluyó los llamados
derechos personalísimos, vinculados a la vida, la salud y la
información: “El consentimiento informado del paciente deja
en claro que se le explicaron las distintas alternativas,
los pros y los contras, para que decida sin dudas aceptar
voluntariamente someterse a determinada práctica o
tratamiento”, explicó.
En tercer lugar, Canto sostuvo que “si mantiene una muy
buena relación con el paciente y su familia, si demuestra
compromiso con lo sucedido y no se adopta una posición de
soberbia, se reducen mucho las posibilidades de un reclamo.”
Por último, vinculado a la relación interna del cuerpo
médico, “es muy importante que nunca convirtamos una
historia clínica en un campo de batalla”, concluyó.
UN EFECTO SOCIAL
El doctor Alfredo Rossi, Asesor Letrado de Seguros Médicos,
fue el quinto expositor de la mesa y presentó el tema de las
causas de la litigiosidad de la praxis médica entendido como
un problema que afecta a toda la sociedad. “Este fenómeno no
es sólo un círculo vicioso donde se enfrentan pacientes
presuntamente dañados y médicos que ejercen una medicina
defensiva, sino que se ha convertido en una espiral
degradante del tejido social”, aseguró.
Como en todo litigio, hay dos visiones antagónicas, según
instruyó Rossi: “No estamos hablando de cuestionar esta
lucha por el derecho que implicaba ´defender el derecho que
uno cree lesionado´, sino que cuestionamos esa extraña
simbiosis que ocurre en una persona que sufre un daño que no
necesariamente está vinculado con el accionar médico, con un
mal asesoramiento de letrados y un mal asesoramiento de
peritos médicos que lo lleva a una aventura judicial.”
La actividad litigiosa muchas veces vinculada a la Ley de
Accidentes de Trabajo en épocas de crisis -a través de la
cual los despidos eran transformados por los estudios
jurídicos en reclamos por accidentes de trabajo-, se ha
trasladado a la praxis médica. “Entre las causas está el
empleo de nuevos fármacos, el aumento del nivel de vida, un
refinamiento en las prácticas médicas y los controles
sanitarios, la masificación de la medicina, el problema de
los profesionales agotados en su capacidad de atención; el
insuficiente número de personal de atención; los
profesionales mal pagos; las deficientes condiciones de
trabajo”, expresó Rossi.
“Ahora se cuestiona todo acto médico, no sólo aquellos que
pueden tener un nexo de causalidad o una verosimilitud en el
derecho del que reclama, sino que se incorporan otros
aspectos como la especulación económica –sostuvo-. Otro
problema es la falta de armonización entre el beneficio de
litigar sin gastos y los montos de los reclamos y gastos del
proceso. También hay una falta de análisis de la existencia
del defecto legal en la construcción de la demanda, que
consiste en saber con exactitud qué es el objeto demandado y
qué relación tiene con nuestra responsabilidad.”
Para avanzar en la búsqueda de una solución a este fenómeno,
Rossi propuso la capacitación constante de los
profesionales, investigación permanente, buscar la
prevención a partir de modificaciones en el sistema,
promover el consentimiento informado y las coberturas de
seguros y avanzar en la construcción de lazos de unión entre
los profesionales.
A modo de conclusión, el doctor Floreal López Delgado cerró
las presentaciones de la mesa y destacó el buen
funcionamiento de las compañías de seguro, que “pagan cuando
hay que pagar.”.
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