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1.- NOCIÓN DE RIESGO
Para los abogados que nos
desempeñamos profesionalmente en el
campo del derecho de seguros, o del
derecho de daños, y porqué no en el
derecho médico, el riesgo es una
eventualidad que está prevista en el
contrato, y cuya ocurrencia no
depende de la voluntad de las
partes, y no necesariamente ha de
suceder. Por ello, al “siniestro” se
lo denomina un hecho incierto.
En el escenario del cuidado de la
salud, la noción de riesgo, podría
circunscribirse a lo siguiente:
-
Una
situación no deseada por nadie, que
tiene consecuencias negativas que
resultan de la intervención de uno o
varios acontecimientos,
circunstancias o persona, y cuya
ocurrencia es incierta.
-
Todo
acontecimiento del que preocupa a
todos su resultado, ya sea porque
reduce la expectativa del beneficio
para el paciente o porque pone en
evidencia la ineficiencia de una
actividad humana o de una
Organización.
Sin
embargo, el riesgo genérico forma
parte de la vida, y está presente en
toda actividad humana. Pero cabe
resaltar una cuestión que tal vez no
le sea explicada al paciente antes
de realizar un acto médico: la
actitud de asumir un riesgo por el
médico, está ligada a la búsqueda de
un beneficio para el paciente dentro
de la especialidad o del acto médico
que se está realizando.
El tratamiento de una apendicitis,
recurriendo a una apendicectomía,
permite evitar la evolución hacia la
peritonitis y el deceso del
paciente, pero requiere asumir un
riesgo quirúrgico y anestésico.
Asumir un riesgo genérico es a
menudo una condición para obtener un
buen resultado. El riesgo genérico
representa la posibilidad latente de
que se produzca un determinado
evento, dañoso e incierto.
En todas las actividades, asumir
riesgos puede permitir aumentar la
performance que se quiere alcanzar.
El tratamiento de la miopía se puede
efectuar utilizando vidrios
correctores. El tratamiento
quirúrgico de la miopía busca
obtener un beneficio superior, pero
requiere asumir el riesgo inherente
a la operación.
La realización de un trasplante de
médula ósea para el tratamiento de
una leucemia aguda puede aportar una
posibilidad de curación más
importante que una quimioterapia
clásica, pero va acompañada de un
aumento de los riesgos relacionados
con la importancia y la duración de
la aplasia.
En materia de salud, la
búsqueda de un beneficio a largo
plazo requiere a menudo la
aceptación de un riesgo a corto
plazo.
2.- El RIESGO VOLUNTARIO Y EL
INVOLUNTARIO
Para la gestión de los riesgos
médicos, con el fin de prevenir que
ocurran, es importante tratar de
diferenciar los daños voluntarios de
los involuntarios:
- la actitud de correr un riesgo
voluntariamente por parte del
médico, existe en medicina ya sea
para tratar al paciente o bien para
aumentar el resultado del
tratamiento. Por más que el
médico sepa que la suya es una
Obligación de Medios, necesita
alcanzar el resultado.
Se toma la decisión de
utilizar un protocolo de
quimioterapia más potente, pero con
efectos no deseados más importantes,
para aumentar las posibilidades de
curación.
- Mientras que tomar
involuntariamente una decisión
arriesgada corresponde a las
exposiciones a riesgos no conocidos
o no previstos.
La gestión de los riesgos médicos
supone la identificación de los ya
existentes, efectuando una
distinción entre el riesgo soportado
y el riesgo voluntario.
3.- LA NOCION DE RIESGO ACEPTABLE
El riesgo no es tan solo un dato
objetivo, es también una
construcción social. Por
consiguiente, la aceptabilidad del
riesgo no es uniforme y presenta
tres dimensiones diferentes y
complementarias.
- La aceptabilidad del riesgo
para la sociedad nos remite a la
sociología del riesgo. Esta
última explica la siguiente
paradoja: la aceptabilidad guarda en
realidad muy poca relación con la
intensidad del riesgo. Por ejemplo,
los accidentes de la ruta, los
accidentes domésticos o los
accidentes de trabajo producen
muchas más víctimas que las
catástrofes aéreas, industriales,
químicas o nucleares. Sin embargo
los primeros son mejor aceptados. La
sociología del riesgo permite
analizar y explicar esa paradoja.
Actualmente, la percepción del
riesgo se caracteriza a la vez por
una sensibilidad exacerbada y por
una aparente irracionalidad.
Es así como un riesgo es más
aceptable cuando es elegido y no
simplemente soportado, sobre todo
cuando el individuo tiene el
sentimiento de poder evitarlo,
aplicando un mecanismo de negación
que se basa en la afirmación de una
capacidad individual para controlar
ese riesgo.
Cabe señalar que, aunque la
mortalidad relacionada con los
riesgos experimentados nunca ha sido
tan baja, la sociedad contemporánea
es percibida como más peligrosa que
las anteriores. Esa percepción se
traduce en una demanda de esfuerzos
suplementarios para reducir los
riesgos. El sentimiento de
inseguridad parece superior a la
realidad de las amenazas. El nivel
de exigencia de seguridad de las
poblaciones es asimismo cada vez más
elevado.
En materia de salud, se trata por
ejemplo de la exigencia por parte
del paciente, de que las
Instituciones y los Médicos
dispongan de medios de atención al
paciente que deben ser a la vez “de
punta” y “de proximidad” (material
pesado, urgencias, tratamientos de
última generación, etc.) “La
obligación de medios” se transforma
poco a poco en “obligación de
resultado”. Esa evolución
sociológica se encuentra asimismo en
la evolución de la jurisprudencia.
Se pasó de la concepción de que “no
hay responsabilidad sin culpa” a la
“reacción frente a un daño injusto”.
Siempre que hay un daño en un
paciente, se lo debe considerar
“injusto”.
Finalmente hay que precisar que,
aunque el nivel de riesgo del
sistema de salud sea mal conocido y
mal interpretado en su conjunto por
los jueces, en lo que se refiere a
ciertos temas, la aceptabilidad es
particularmente reducida y la
presión del público y de los medios
muy fuerte (sangre contaminada,
infecciones hospitalarias, daño
cerebral en el recién nacido, etc.)
Esa presión provoca legítimamente
una reacción de los actores
políticos que inician acciones
reglamentarias, técnicas y a nivel
de la organización.
- La aceptabilidad del riesgo
técnico por parte del médico y de
los enfermeros nos remite a la idea
de un riesgo calculado sobre bases
científicas en función de una
relación riesgo/beneficio para el
paciente involucrado. Esta se basa
en la consideración de los datos
actuales de la ciencia de la cual
depende el caso del paciente. La
aceptabilidad supone en definitiva
la destreza del médico y su equipo
para utilizar los medios adaptados a
la realización de la tarea
terapéutica elegida en buenas
condiciones de seguridad, y
documentarlo, para demostrar el
cumplimiento en un accionar
diligente.
- La aceptabilidad del riesgo por
el paciente. El paciente está
directamente involucrado. Es él
quien deberá experimentar las
consecuencias positivas o negativas.
La evolución reciente de la
reglamentación en materia de los
Derechos de los Pacientes (Ley
26.529) nos recuerda la necesidad de
profundizar en la información que se
brinda al paciente, indicándole en
especial los beneficios y los
riesgos de las diferentes
alternativas. Es así como él puede
participar activamente en las
elecciones diagnósticas y
terapéuticas que le conciernen y
brindar su Consentimiento sabiendo
muy bien de qué se trata. La
información objetiva y completa del
paciente y su participación en la
decisión de exponerse al riesgo
forman parte de la gestión de la
aceptabilidad del riesgo.
La aceptabilidad del riesgo en
materia de salud implica tener en
cuenta estos tres aspectos: el nivel
de aceptabilidad por parte de la
sociedad, de los profesionales y de
los pacientes.
4.- LA GESTION DE LOS RIESGOS Y LA
ACEPTABILIDAD DEL RIESGO
Correr un riesgo es algo imposible
de separar de la actividad humana.
En el campo de la salud, no asumir
éstos conduciría a no atender al
enfermo, lo que nos llevaría a la
paradoja de aumentar el riesgo. La
gestión de los riesgos en el cuidado
de la salud, procura conciliar la
toma del riesgo con el control de
los peligros que lo acompañan y por
lo tanto lograr que se convierta en
un riesgo aceptable.
Se busca un equilibrio entre el
beneficio esperado y el riesgo que
se acepta. Aceptar muchos o pocos,
es algo que amenaza la calidad de
los resultados.
La gestión de los riesgos reposa
sobre:
-
el
conocimiento de los riesgos;
-
la
eliminación de ciertos riesgos;
-
la
prevención y la protección respecto
de los riesgos a tomar de manera
inevitable para poder hacerse cargo
del paciente.
La
seguridad en los establecimientos de
salud no puede corresponder ni a la
ausencia de riesgo, ni a la
reducción completa de los riesgos.
La máxima seguridad se busca
mediante la identificación y el
tratamiento de los riesgos. Esa
forma de gestión permite que el
riesgo residual resulte aceptable.
5.-
LOS OBJETIVOS DE LA GESTION DE
RIESGOS
La extensión de la gestión de los
riesgos se debe al desarrollo de
actividades complejas y generadoras
de riesgos que pueden afectar a las
personas, al medio ambiente o que
pongan en juego la perennidad o la
rentabilidad de la empresa o de la
institución involucrada. Diferentes
objetivos pueden ser asignados a la
gestión de los riesgos según el
contexto y el campo de actividad:
- la seguridad de las personas:
clientes o usuarios (por ejemplo en
la aviación civil), personal (por
ejemplo en el campo nuclear),
personas situadas en el medio
ambiente (por ejemplo nuclear o
químico). El control del riesgo
ecológico y la protección del medio
ambiente pueden ser integrados en
esa categoría de objetivos;
- la seguridad financiera y la
permanencia de la empresa en el
Mercado. Los bancos, las
sociedades de seguros, las empresas
tratan de controlar el riesgo
financiero que puede comprometer la
perpetuidad de la estructura
afectada. La optimización de los
costos generados por la prevención
de los riesgos es asimismo un
objetivo que debe ser buscado;
- la preservación de la imagen y
de la reputación de la empresa:
todo lo que afecte la reputación o
la imagen de la empresa constituye
un riesgo mayor. Es un riesgo que
afecta la confianza, el prestigio a
largo plazo de todas las partes que
intervienen (proveedores, clientes,
asalariados, accionistas);
- la seguridad jurídica: los
profesionales saben que su
responsabilidad civil o penal
personal o inclusive la civil de la
empresa puede verse comprometida
cuando se produce un daño. El hecho
de aportar al juez la prueba de que
se habían adoptado las medidas de
prevención y de gestión de riesgos
permite que los profesionales
aseguren que habían efectuado
correctamente lo que el Código Penal
llama la “inobservancia de los
reglamentos o de los deberes a su
cargo”, y el Civil, “el cumplimiento
de aquellas diligencias que exigiere
la naturaleza de la obligación, y
que correspondiesen a las
circunstancias de las personas, del
tiempo y del lugar”.
- la “asegurabilidad” es decir la
posibilidad de contratar un seguro a
un costo razonable. La
implementación de un dispositivo de
gestión de los riesgos constituye un
elemento favorable para mantener esa
posibilidad.
La importancia que se acuerda a tal
o cual objetivo variará según la
naturaleza de la actividad.
Las técnicas utilizadas por la
gestión de los riesgos médicos serán
entonces diferentes y más o menos
desarrolladas según el sector de
actividad. Los bancos y las
sociedades de seguros han
desarrollado esencialmente su
gestión de riesgos en materia
financiera.
La aviación civil, el sector nuclear
o químico desarrollan una gestión de
los riesgos centrada en la seguridad
de las personas y/o la preservación
del medio ambiente. Sin embargo, las
diferentes categorías de riesgos
dependen las unas de las otras y
siempre es posible que se produzca
un efecto cascada.
Por ejemplo, un accidente grave que
tenga consecuencias para las
personas puede engendrar una pérdida
de confianza que implique
consecuencias económicas que afecten
la existencia de la empresa.
La problemática de la gestión de
riesgos en establecimientos de salud
es evidentemente la de un sector que
debe afrontar riesgos para la
seguridad de las personas aunque
también esté en juego el factor
financiero (eficiencia,
rentabilidad, reducción de las
pérdidas financieras, “asegurabilidad”).
La experiencia de los sectores que
enfrentan riesgos para las personas
es rica en enseñanzas para los
establecimientos de salud |