|
En este año que transita los
primeros meses comenzó a demostrar
como la Asociación de Médicos
Municipales puso de manifiesto una
de las banderas que levanta la
institución: la defensa de la salud
pública como quedó evidente el
último 4 de febrero cuando tras una
serie de reuniones se logró
garantizar la continuidad del
Servicio de Neurocirugía del
Hospital Santa Lucía; así como
también la estabilidad laboral de
todos los médicos que se desempeñan
en el mismo, más aún se exigió la
pronta cobertura por concurso de los
cargos faltantes; por eso reiteramos
que no vamos a admitir decisiones
que sean tomadas en forma unilateral
e inconsulta en perjuicio del
funcionamiento hospitalario.
Esto viene en sintonía con la
presencia que tuvimos en los
hospitales para luchar e impedir el
cierre del Lagleyze; recuperar las
instalaciones incendiadas del
Álvarez; apoyar ante los hechos de
violencia del Santojanni; para la
recuperación edilicia del Rivadavia,
Piñero, Muñiz, Udaondo, Tobar García
y otros; para la actualización
tecnológica de muchos hospitales; y
para todos aquellos reclamos que
nuestras filiales nos acercaron. Y
no olvidaremos al Borda, paradigma
de la lucha constante de aquellos
colegas que saben bien que asistir
la salud mental es asistir al
paciente, y no pretender satisfacer
al político de turno, muchas veces
cegado en la defensa de una salud
mental para la biblioteca o para el
discurso facilista.
Pero esta es sólo una de las
distintas líneas de acción y
desarrollo de la AMM. En este año
donde habrá elecciones para elegir
las autoridades vale la pena trazar
algunos de los múltiples puntos de
acción de esta gestión.
Cabe destacar la importancia de los
paros y las distintas medidas
gremiales por la violencia hacia los
médicos. Fuimos presionados por
quienes declaraban que se trataba de
cuestiones políticas, sin embargo,
el tiempo demostró que aquella era
una apreciación totalmente errada.
Nuestro accionar fue fuerte y se
instaló el tema en la sociedad y en
los medios. Nosotros fuimos los
protagonistas. Llevamos adelante
todo tipo de acciones, y si bien la
violencia no se ha detenido,
logramos generar herramientas
legales y administrativas para
protegernos. Fuimos pioneros y hoy
recibimos consultas de todo el país.
Otra de las cuestiones relevantes
del período fue nuestra injerencia
en las leyes que pretenden avasallar
las incumbencias o la libertad en el
accionar profesional. Las leyes de
salud mental, de aborto no punible,
de optometría, de muerte digna, son
sólo ejemplos sobre los cuales nos
manifestamos para reivindicar la
posición del médico, porque en
general se olvida que la medicina no
tiene únicamente un eje central que
es el paciente, sino también un
conductor irreemplazable e
imprescindible que es el médico.
La escasez de anestesiólogos fue
otro conflicto serio. Por lo tanto
firmamos un convenio con la
Asociación de Anestesia y
Reanimación de Buenos Aires y el
Gobierno porteño con el fin de
cubrir la carencia de recurso
humano. Vemos hoy que en los
hospitales públicos esa situación se
rectifica con el esfuerzo y
compromiso de todas las partes.
No podemos olvidar un hecho
importantísimo e histórico: la firma
del primer convenio colectivo de
trabajo. Precisamente porque la AMM
fue pionera en este logro, debemos
incluirlo y destacarlo en este
raconto. Entre otros puntos, hay un
capítulo dedicado a las condiciones
y medio ambiente de trabajo (CyMAT),
tan importante para el desempeño
diario de todos los profesionales de
la salud. Dicho acuerdo sobresale
como un hito que marca el compromiso
y la responsabilidad de todos
nosotros por mejorar las condiciones
laborales.
En el marco de acciones
institucionales, debemos destacar el
crecimiento edilicio del
polideportivo, un progreso que
disfrutan todos los médicos
municipales y sus familias.
A pesar de las muchas incertidumbres
que rodean a la idea del futuro,
podemos saber con certeza que las
necesidades de los hospitales serán
contenidas, porque nuestro
compromiso no cambia con el correr
de los años y nuestra tarea es, como
lo ha sido siempre, la defensa
gremial de los médicos. Miramos
hacia adelante sin olvidar los
cimientos que nos sostienen, sobre
los que podemos y debemos construir.
El compromiso de seguir avanzando y
la responsabilidad frente a todo lo
que debemos encarar es lo que nos
caracteriza.
Es necesario, a esta altura, dedicar
un párrafo aparte para las filiales,
cara visible de la institución. A
diario cada una de ellas es una
presencia fundamental: saben lo que
pasa, lo que se necesita y, sobre
todo, saben enfrentar y resolver los
problemas. En fin, esta idoneidad
junto con la dedicación de quienes
componen el grupo humano es lo que
hace de las filiales una pieza clave
del funcionamiento de la Asociación
de Médicos Municipales.
|