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Un nuevo compuesto
suprime los síntomas
La enfermedad de Huntington es causada por un defecto
genético en el cromosoma N° 4. El defecto hace que una
parte del ADN, llamada repetición CAG, ocurra muchas más
veces de lo que se supone que debe ser. Normalmente,
esta sección del ADN se repite de 10 a 28 veces, pero en
una persona con la enfermedad de Huntington, se repite
de 36 a 120 veces. Si uno de los progenitores tiene la
enfermedad de Huntington, existe un 50% de probabilidad
de heredar el gen para dicha enfermedad. Si un hijo
hereda el gen de sus padres, desarrollará la enfermedad
en algún momento de su vida y la puede transmitir a su
vez a sus hijos. (1,5)
Los síntomas de la enfermedad (que incluyen la pérdida
de la coordinación muscular y el deterioro cognitivo)
suelen aparecer en la mediana edad. La forma más común
es la de aparición en la edad adulta. Las personas con
esta forma de la enfermedad generalmente presentan
síntomas a mediados de la tercera y cuarta década de sus
vidas. Existe otra forma de aparición temprana, que
representa un pequeño número de casos y se inicia en la
niñez o en la adolescencia.
No existe tratamiento que cure la enfermedad ni que
impida la progresión. La medicación disponible se limita
a contrarrestar la sintomatología. La mayoría de las
drogas para tratar los síntomas de la enfermedad tienen
efectos secundarios como fatiga, hiperexcitabilidad,
desasosiego o abatimiento. Algunas veces es difícil
decir si un síntoma en particular, como la apatía o la
incontinencia, son signos de la enfermedad o una
reacción a la medicación.
Contra los trastornos motores se recetan neurolépticos
tipo tiaprida y tetrabenazina, que aunque orientados en
principios a la psicosis esquizofrénica, limitan
secundariamente los movimientos de los pacientes.
También se usan bloqueantes de dopamina (fenotiazina,
haloperidol) y otros medicamentos (amantidina,
reserpina).
Para los trastornos psíquicos se utilizan
antidepresivos, sedantes y neurolépticos antipsicóticos
como el haloperidol o el clonazepam, que pueden ayudar a
aliviar los movimientos coreicos y también ayudar en el
control de alucinaciones, ilusiones, y temperamentos
violentos. Estas drogas, no obstante, no sirven para
paliar otras formas de contracciones musculares
asociadas a la EH, como la distonía, y pueden incluso
empeorar el estado del enfermo, causando rigidez y
entumecimiento.
Recientemente, un grupo de investigadores que incluyó
científicos de los EE.UU. (Departamento de Energía del
Lawrence Berkeley National Laboratory) ha diseñado un
compuesto (XJB-5-131) que parece suprimir los síntomas
de esta devastadora enfermedad en ratones. Han reportado
sus investigaciones en un artículo que se publicó on
line el 1 de noviembre pasado en los Informes de la
revista Cell.
Se trata de un antioxidante sintético que se dirige a
las mitocondrias, lo que lo hace particularmente
prometedor habida cuenta de que el daño oxidativo en la
mitocondria está implícito en muchas enfermedades
neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y el
mal de Huntington. Este nuevo compuesto se inscribe
dentro de un grupo de terapias que protegen a las
mitocondrias de las moléculas reactivas portadoras de
oxígeno. Estas moléculas, denominadas especies reactivas
de oxígeno, infligen un daño oxidativo en las
mitocondrias que interrumpe su funcionamiento y conduce
a la muerte celular.
Los investigadores han estudiado si los suplementos
dietéticos de antioxidantes naturales como la vitamina E
y la coenzima Q pueden mitigar los efectos perjudiciales
de los compuestos reactivos portadores del oxígeno en
las mitocondrias pero los antioxidantes naturales no se
dirigen a un tejido diana específico, habiéndose
demostrado que sólo aportan beneficios marginales.
Estos pobres resultados han llevado al desarrollo de
antioxidantes sintéticos que se dirigen específicamente
a las mitocondrias. Hace unos pocos años, Peter Wipf
(químico de la Universidad de Pittsburgh) sintetizó un
antioxidante al que denominó XJB-5-131 que inhibe las
membranas bacterianas, que son muy similares a las
membranas mitocondriales. También encontró que este
compuesto mejora dramáticamente la supervivencia
celular. Sin embargo, su efectividad contra las
enfermedades neurodegenerativas era desconocida.
Los científicos administraron el antioxidante sintético
a ratones portadores de una mutación genética que
provoca la enfermedad de Huntington. El compuesto mejora
la función mitocondrial y aumenta la supervivencia de
las neuronas. También inhibe la pérdida de peso y
detiene el deterioro de las habilidades motoras, entre
otros beneficios. En pocas palabras, los ratones con
Huntington tratados con este nuevo compuesto se parecían
y se comportaban como los ratones normales. (2,4)
En base a sus hallazgos, los investigadores creen que el
XJB-5-131 es un compuesto terapéutico prometedor que
merece más investigación como una manera de luchar
contra las enfermedades neurodegenerativas.(3)
“El compuesto fue muy exitoso. Se necesita más
investigación, pero tiene el potencial real de hacer un
impacto en el tratamiento de enfermedades
neurodegenerativas”, dice Cynthia McMurray de la Vida
del Laboratorio de Berkeley División de Ciencias. Ella
condujo la investigación junto con otros investigadores
de Berkeley Lab, incluyendo Zhiyin Xun, y los
científicos de la Universidad de Pittsburgh.
Ahí es donde el laboratorio Cynthia McMurray entra en
juego: varios años atrás, su equipo comenzó a explorar
diferentes maneras de estudiar una mutación genética que
causa la enfermedad de Huntington. Desde entonces, han
desarrollado un modelo de ratón con esta mutación que
permite a los científicos evaluar cómo la enfermedad
afecta a los ratones, constituyendo un modelo bastante
bueno para los seres humanos. Además, Zhiyin Xun pudo
hallar cómo aislar las terminaciones nerviosas y las
mitocondrias de cerebro de ratón, lo que permite a los
científicos estudiar el papel de dichas organelas en la
enfermedad.
Primero los científicos inyectaron a los ratones con
Huntington con XJB -5-131 y probaron sus habilidades
motoras. En una prueba, los ratones fueron colocados en
un rotarod especial, que les obligaba a hacer equilibrio
como un leñador en una competición de rodadura de
troncos. Los ratones con Huntington no tratados se
desenvolvían cada vez peor a medida que envejecían en
tanto que los ratones con Huntingon tratados con XJB
funcionaban tan bien como los ratones normales durante
el mismo período.
En otra prueba, se midió la fuerza de prensión al
incitar a los ratones para que se colgaran de una barra
durante 30 segundos. Casi ninguno de los ratones con
Huntington no tratados pasó la prueba, mientras que el
85 por ciento de los ratones con Huntington tratados con
XJB lo lograron. El tratamiento también detuvo la
pérdida de peso en ratones con Huntington, que es otra
característica de la enfermedad.
“Hemos visto mejoras en todos los ámbitos. La diferencia
fue asombrosa. XJB ha impedido el inicio de la pérdida
de peso y la disminución de las habilidades motoras”,
dijo McMurray.
A continuación, los investigadores retiraron las
neuronas de ratones con Huntington y se cultivaron las
células en presencia de XJB-5-131 encontrando que XJB-5-131
mejora significativamente la supervivencia de los
cultivos neuronales en comparación con cultivos
neuronales no tratados.
Xun y sus colegas también estudiaron los efectos del
compuesto sobre el ADN mitocondrial de los ratones.
Ellos descubrieron que XJB-5-131 redujo drásticamente el
número de lesiones en el ADN, que es un signo de daño
oxidativo. También contaron el número de copias de ADN
mitocondrial, que se desploma en ratones enfermos. Este
número fue restaurado de nuevo a la normalidad en los
ratones tratados con XJB.
Además, los terminales nerviosas aisladas por Xun del
cuerpo estriado y la corteza cerebral de los ratones con
Huntington, dos partes del cerebro que son afectadas por
la enfermedad de Huntington. Se encontró que XJB-5-131
mejora significativamente la capacidad de las
mitocondrias dentro de estas terminales nerviosas de
respuesta al estrés.
Ella también expuso las mitocondrias a una sustancia
química que induce la formación de especies reactivas
del oxígeno. Como era de esperar, esto alteró la
función. Pero cuando dicha sustancia se usó junto con
XJB-5-131, la función mitocondrial se recuperó.
Ahora Xun está trabajando para determinar exactamente
cómo el compuesto rescata las mitocondrias del daño
oxidativo. Los científicos también quieren probar la
efectividad de varios derivados prometedores. Y creen
que los ensayos clínicos pueden no estar muy lejos
debido a su éxito inicial y la naturaleza grave de la
enfermedad.
Fuente: Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley
Drug Discovery & Development 01/11/2012
Referencias adicionales:
1. Sohur US y col.: Anatomic and Molecular Development
of Corticostriatal Projection Neurons in Mice. Cereb
Cortex. 2012 Oct 31
2. Rahman A y col.: Late onset vascular dysfunction in
the R6/1 model of Huntington’s disease. Eur J Pharmacol.
2012 Oct 29.
3. Godinho BM y col.:Self-assembling Modified ?-Cyclodextrin
Nanoparticles as Neuronal siRNA Delivery Vectors: Focus
on Huntington’s Disease. Mol Pharm. 2012 Nov 1.
4. Yu-Taeger L y col.: A Novel BACHD Transgenic Rat
Exhibits Characteristic Neuropathological Features of
Huntington Disease. J Neurosci. 2012 Oct
31;32(44):15426-15438.
5. Sinanovi? O: Psychiatric disorders in neurology.
Psychiatr Danub. 2012 Oct;24 Suppl 3:331-5
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