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Que
la tecnología y la hiperconectividad
están cambiando el mundo del trabajo
es una obviedad. Sin embargo, a
veces es interesante “posarse” en lo
micro para comprender mejor los
cambios y los nuevos recursos que
esos cambios traen a las empresas.
Hasta los años 90, obtener una línea
telefónica podía demorar años (y
conseguir que funcionaran las
existentes en ese momento… no le
cuento amigo lector). Hoy todo eso
resulta lejano para los que nacimos
“hace mucho”, extraño para la
denominada generación “Y” -los
nacidos entre 1985 y 1992- y más
extraño aún para la generación “Z”
-los llamados nativos digitales- que
nacieron con posterioridad al 92.
Así es como hoy en día numerosos
productos y servicios se “asientan”
sobre la telefonía. La consulta
Psicoterapéutica es una de ellas,
algo verdaderamente impensable años
atrás, tanto en términos del recurso
telefónico, como de los modelos
terapéuticos (pensemos que en la
Argentina de los 70, Psicoterapia y
Psicoanálisis eran prácticamente
sinónimos y no fue hasta bien
entrados los 80, en que las terapias
por objetivos, básicamente a través
de la Terapia Sistémica y de la
Terapia Cognitiva, “abrieron la
puerta” al concepto de la
efectividad clínica: ya no se
necesitaban invertir años en un
tratamiento para alcanzar resultados
positivos).
En esa dirección, los EAP o
Programas de Asistencia a los
Empleados, que han sido una nueva
forma de dar respuesta a las
problemáticas de los empleados de
las empresas, también fueron
pioneros en el uso de la herramienta
telefónica –y también de los modelos
de terapias por objetivo-.
Estos Programas brindan
asesoramiento psicológico, legal y
financiero, tanto a las personas que
trabajan en la empresa, como a sus
familiares dependientes. En muchas
oportunidades, si la consulta lo
requiere, la asistencia se realiza
de manera integral. Esto quiere
decir, que se involucra a
profesionales de más de una
disciplina. De este modo, nos cuenta
la Lic. Andrea Lardani, Gerente
Clínica de EAP Latina, “la
articulación y el trabajo en equipo
de los profesionales, colaboran con
el principal objetivo que es brindar
asesoramiento profesional eficaz.
Hoy en día, continúa señalando, la
asistencia telefónica es la clave de
estos servicios en todos los países
en donde estos Programas se
encuentran desarrollados. Y es a
través de ese medio que recibimos
consultas relacionadas con diversas
temáticas”.
En realidad, cuando uno escucha
“diversas temáticas” imagina también
un “universo” de problemas y la
primera pregunta que a uno le viene
a la mente es si todas las
problemáticas pueden abordarse
telefónicamente.
“No todas” nos señala la Lic. María
Valeria Olleta, también del equipo
de Profesionales de EAP Latina, “los
cuadros que presentan riesgo de vida
para la persona que consulta o para
terceros, naturalmente se abordan
cara a cara. Pero en innumerables
casos críticos, la asistencia
telefónica cada vez ocupa un lugar
más destacado. Por ejemplo, continúa
señalándonos la Lic. Olleta,
últimamente han aumentado
considerablemente las consultas por
violencia familiar, un tema que los
medios de comunicación tratan a
diario. De hecho, algunas
estadísticas oficiales nos ayudan a
tomar dimensión de la gravedad del
problema. Sólo en Buenos Aires, la
Oficina de Violencia Doméstica (OVD)
de la Corte Suprema de la Nación,
atendió 50.000 casos en los últimos
cuatro años. De ese total, 30.000
fueron ingresados como denuncia
judicial. En los últimos reportes
del año 2012, el 63% de las
consultas fue realizado por mujeres
víctimas de violencia. En la mayor
parte de los casos reportados, la
violencia es psicológica y le sigue
la violencia física”.
Por su parte la Lic. Lardani comenta
que, en materia de violencia
familiar, “la atención telefónica ha
permitido eliminar una importante
barrera: no es fácil volcar para el
consultante toda esta problemática y
la vía telefónica facilita
enormemente superar la incomodidad
del paciente.
Naturalmente, cuando nos referimos a
violencia familiar, hablamos de un
problema complejo, multifacético,
que atraviesa las distintas clases
sociales y que se da en el contexto
familiar. Y seguidamente la Lic.
Olleta nos refiere un caso real
atendido en el Programa, en donde
prefirió naturalmente utilizar un
nombre ficticio para la paciente,
Carla, quien al hacer la consulta le
manifestó:
“Me separé hace un mes, tenemos 2
hijos de 3 y 7 años. Las cosas entre
nosotros ya no daban para más, hacía
mucho tiempo que teníamos
diferencias y me decidí. Cuando le
planteé que quería separarme, él
tuvo algunas reacciones que me
sorprendieron. Unos días después,
cuando volvió del trabajo, uno de
los chicos le preguntó si se iría a
un departamento, reaccionó muy mal y
se generó una situación de mucha
violencia en la que me agredió
físicamente. Pude llamar al 911 y
vino la policía, hice todas las
denuncias correspondientes y un juez
dictaminó una orden de restricción
perimetral. Pero luego de pocos días
él continuó intentado todo tipo de
contacto conmigo.”
“Carla se comunicó al Programa por
sugerencia de su Gerente de área de
la empresa donde trabaja. Cuando
llamó, refería sentirse agotada,
atemorizada, su ex pareja continuaba
sin respetar la restricción,
amenazándola incluso con hacerle
daño. Rápidamente recibió
asesoramiento y contención
psicológica. La profesional acordó
con ella la conveniencia de
continuar con entrevistas
telefónicas, ya que por su horario
laboral e hijos pequeños le era
imposible tener entrevistas cara a
cara. Se le sugirió a su vez,
recibir asesoramiento legal a través
del Programa. Carla aceptó la
sugerencia y fue asesorada por un
abogado ese mismo día. El abogado le
explicó los pasos legales a dar para
protegerse. La psicóloga del
Programa conversó con Carla dos
veces por semana durante un mes. Al
mismo tiempo, cada vez que Carla
tenía alguna duda legal se le
recordaba que podía consultarlo con
el abogado del Programa. Ambos
profesionales que asesoraron a Carla
se mantuvieron en permanente
comunicación logrando que la
atención sea coordinada y eficiente.
A pesar de que Carla tuvo que
iniciar un proceso legal que llevó
tiempo, su angustia y temor fueron
disminuyendo a medida que tenía más
claro qué acciones debía tomar desde
lo legal y así defenderse de las
agresiones de su ex marido. El
seguimiento de la psicóloga le
permitió sentirse acompañada y
guiada durante la situación de
crisis que ella estaba viviendo, sin
tener que sacar tiempo a sus hijos
ni a su trabajo. Todas estas tareas
de asesoramiento se realizaron
telefónicamente, nos comenta la Lic.
Lardani.
En este caso, sobre la base de la
accesibilidad, la telefonía nos ha
dado un modo de intervenir ante las
dificultades que pueden presentarse
en la vida de cualquier persona. Sin
dudas los nuevos tiempos, nos traen
nuevos recursos. Bienvenidos todos
aquellos que nos contribuyan a vivir
mejor.
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