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La judicialización de la salud ha pasado a ser tema de
agenda prioritaria. Por ello, es necesario convocar a
los actores del Sistema de Salud a un debate amplio, que
permita sugerir soluciones e iniciativas para que los
magistrados cuenten con herramientas positivas, a los
fines de la morigeración de los perjuicios que pueden
causarse a raíz de una precoz admisión del recurso de
amparo/medida cautelar que, si bien reconoce un derecho
individual, puede llevar a desfinanciar el sistema de
salud, afectando así el derecho de la colectividad.
Entendemos que los jueces fallan apremiados por los
tiempos, con el conocimiento limitado y bajo la lupa de
los medios masivos de comunicación. Para evitar que el
derecho al “bien salud” se convierta en el “interés
salud” de algunos -que no son precisamente los
pacientes-, ensayamos algunas propuestas.
1. Ante la presentación de un amparo en salud, que los
jueces llamen a audiencia a las partes, previo dictado
de la medida, con presencia de un perito médico de
oficio.
2. Proponer desde la creación de un Tribunal Arbitral
conformado por profesionales de la salud altamente
calificados, a un Comité de Expertos que asesore en
casos complejos.
3. Para los supuestos en que se reclama fertilización
asistida, cirugía bariátrica o reasignación de sexo;
requerir asesoramiento psicológico y que el profesional
informe al magistrado conveniencia y consecuencias
psicológicas.
4. Ante la solicitud de medicamentos experimentales,
importados o de indicación infrecuente, se limite el
plazo de la indicación, de manera que pueda evaluarse la
evolución del paciente para continuar la provisión.
5. Solicitar que la prescripción de dichos medicamentos
emane de un especialista en la patología de la que se
trate, por ejemplo, por un neurólogo pediatra y no por
un pediatra.
6. Que el perito médico de oficio o Comité de Expertos o
Defensor en Salud realice seguimiento de casos
particulares y evalúe conveniencia de la continuidad del
tratamiento o medicamento indicado.
7. Implementación de un Banco de Datos en el que las
prestadoras de salud puedan consultar: a) profesionales
prescribientes; b) Laboratorios y proveedores de
ortopedia; c) ONG que asesoran pacientes sobre derechos
y luego se convierten en representantes legales.
En este punto existe un entramado muy fuerte de
intereses económicos, que so pretexto de la enfermedad y
el estado de necesidad, lucran rozando lo ilícito.
Cabe la aclaración de que la apelación de medidas
cautelares dictadas en los juicios de amparos no
suspende su ejecución y que, aún venciendo la Obra
Social en dicho incidente, pasados muchos meses de
trámite, el perjuicio económico que sufre es
irreversible.
El filósofo y pensador Michel Foucault expresaba que, en
la medida que la salud se constituye en un deseo para
unos y un lucro para otros, se instaura como fuente
generadora de riqueza. No perdamos de vista que la salud
es un “bien” que asume singular trascendencia en
términos de integración social.
Con la esperanza de un cambio tendiente a una justicia
reparadora, pero equitativa y racional, se pretende
contribuir a esta discusión aún pendiente, no sólo en
los sectores sanitarios sino también en la sociedad
misma.
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