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Sinopsis:
Leonard es un investigador de una agencia de seguros
cuya memoria está irreversiblemente dañada por culpa de
un golpe en la cabeza que sufrió al intentar evitar el
asesinato de su mujer. Este es el último hecho que
recuerda del pasado. A causa del golpe, ha perdido la
memoria reciente, es decir, los hechos cotidianos
desaparecen de su mente en unos minutos. Así pues, para
investigar y vengar el asesinato de su esposa tiene que
recurrir a la ayuda de una cámara instantánea y a las
notas tatuadas en su cuerpo (film affinity).
El prestigio del filme estriba, entre un ingente número
de factores, en su peculiar estructura narrativa, ya que
invierte por completo la narratividad del guión y nos
presenta una trama que transcurre del desenlace al
inicio, todo ello dotado de un sentido de lo narrativo
que se había visto en contadas ocasiones en el mundo del
séptimo arte.
Caso clínico: Efectuada esta breve mirada del
filme, podemos reseñar en ciertas cuestiones que son
relevantes para el estudio. El primero de ellos es la
problemática de la identidad, fruto de la lesión
mnemotécnica. En un momento determinado, Lenny, sentado
en su dormitorio se plantea la inveterada pregunta
existencial que, en su caso, se ve agravada
ingentemente: “Soy Leonard Shelby. De San Francisco. Ese
es quién eras. No es en lo que te has convertido”.1-3,
7-9 En este punto, hallamos un tema que, desde la
irrupción del pensamiento vitalista, con Bergson y
Nietzsche a la cabeza, y su posterior ahondamiento con
la ontología existencialista de Heidegger, descarta la
unidad sustancial del yo, apuntando a una multiplicidad
de “yoes” que configuran la existencia del sujeto4. Sin
embargo, su cuestionamiento acerca de su identidad viene
precedida por la ausencia de memoria inmediata. Es
decir, ante la imposibilidad de generar nuevos recuerdos
y, por consiguiente, persistir en la corriente continua
de una experiencia normal, Lenny se cuestiona acerca de
su memoria y su personalidad. Su memoria a largo plazo
sigue intacta, pero sin embargo este fenómeno no es
garante de una experiencia auténtica. La figura del
falso recuerdo planea constantemente en cada una de sus
vivencias. A su vez, su memoria inmediata tiene una
duración escasa (entre diez y quince segundos), y el
puente que une ambas memorias ha desaparecido con el
golpe recibido.
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Ficha Técnica: |
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Título:
Memento, Recuerdo de un Crimen (Argentina)
Título original: Memento
País: Estados Unidos
Año: 2000
Director: Christopher Nolan
Música: David Julyan
Fotografía: Wally Pfister
Montaje: Dody Dorn.
Guión: Christopher Nolan sobre el cuento
Memento Mori de Jonathan Nolan (www.maitrianland.com/textos/mementomor
itrad.doc).
Intérpretes: Guy Pearce (Leonard Shelby),Carrie-Anne
Moss (Natalie), Joe Pantoliano (Teddy), Mark
Boone Junior (Burt), Russ Fega (Waiter), Jorja
Fox (la mujer de Leonard), Stephen Tobolowsky
(Sammy), Harriet Samson Harris (sra. Jankis),
Thomas Lennon (doctor), Callum Keith Rennie (Dodd),
Kimberly Campbell (Blonde), Marianne
Muellerleile (Tattooist), Larry Holden (Jimmy
Grantz) |
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La
autenticidad de su existencia se reduce al puro
presente, a la propia experiencia empírica que está
llevando a cabo en cada instante. Lo que exceda a ese
lapso de tiempo que configura su pura instantaneidad,
deberá ser catalogado con el estatuto de dubitable y,
por consiguiente, rechazable en todo intento de generar
una auténtica experiencia.
Se ha observado cómo, a raíz del golpe propinado, Lenny
pierde toda facultad para generar nuevas experiencias,
para forjar nuevos recuerdos. Expresado en otros
términos, nos encontramos ante un patrón amnésico
estandarizado. Si seguimos la definición que efectúa
Ulric Neisser, podemos distinguir tres procesos básicos
en la memoria: “Almacenamiento, codificación y
recuperación de la información”. Sin una codificación de
la información no habría almacenamiento y, si se adolece
de almacenamiento, no sería posible ningún tipo de
recuperación.
Consecuentemente, las tres estructuras se hallan
relacionadas entre sí. Hay una interconexión mutua entre
los tres componentes específicos de la memoria. Por esa
razón, el síndrome amnésico puede definirse como un
“déficit selectivo en la codificación, consolidación,
recuperación o alguna dificultad de orden superior”5.
Ahora bien, es notorio destacar que se está haciendo
referencia a un déficit específico de uno o varios de
los elementos que constituyen el sistema de la memoria,
lo cual significa que la amnesia no afecta de forma
genérica a la totalidad de la memoria. Dicho en otras
palabras, “lo que caracteriza a la amnesia no es una
alteración global de la memoria, sino una pérdida
selectiva de determinadas funciones mnemónicas o, lo que
es lo mismo, que el funcionamiento mnemónico de los
pacientes está disociado”6.
Tal y como se aprecia en el caso de Lenny, su capacidad
de recordar eventos anteriores al accidente, así como
todas sus habilidades motoras y perceptivas, están
intactas. Tanto su “memoria a largo plazo“, como sus
destrezas lingüísticas, se hallan salvaguardadas de la
patología. Sin embargo, es su capacidad para codificar,
almacenar y recuperar nuevas experiencias, aquello que
se halla en entredicho. Es su incapacidad de convertir
cualquier contenido novedoso de la memoria a corto plazo
en una representación estable en la “memoria a largo
plazo“, aquello que caracteriza su trato con el mundo.
Si se observan las características disfuncionales de
Lenny, podemos aseverar que se trata de un caso de
amnesia anterógrada. La principal característica de este
déficit del sistema de memoria estriba en la
“imposibilidad de memorizar informaciones nuevas: el
enfermo es capaz de evocar cierto número de antiguos
recuerdos, conserva determinados conocimientos de
vocabulario, de cálculo, etc., y una memoria a corto
plazo que le permite repetir algunas palabras y algunas
cifras, así como encontrar un objeto que haya sido
escondido en su presencia, no obstante una vez
transcurrido el plazo de algunos segundos, el enfermo es
incapaz de recordar ningún hecho del tipo que sea”7. .
Fuente: Alonso Cano, O.: La experiencia truncada:
estudio de la amnesia anterógrada como representación
del sujeto empirista en Memento (2000). Rev Med Cine
2011; 7(3-4): 85-94.
Bibliografía de referencia:
1. Locke J. Ensayo sobre el entendimiento humano.
Barcelona: Ediciones Folio; 2002.
2. Hume D. Autobiografía. Resumen del Tratado de la
Naturaleza Humana.
Barcelona: Editorial PPU; 1994.
3. Muñoz Corchera A. El caso de Memento: una memoria
nietzscheana en el cine
postmoderno. Bajo Palabra. Revista de Filosofía. II
Época, Nº 4 (2009): 181–190.
4. Vattimo G. El sujeto y la máscara. Barcelona:
Editorial Península; 2003.
5. Sebastián MV. Lecturas de psicología de la memoria.
Madrid: Editorial Alianza; 1983. p. 226.
6. Ruiz-Vargas JM. Memoria y olvido. Madrid: Editorial
Trotta; 2002. p. 247- 273.
7. Liuery A. La memoria. Barcelona: Editorial Herder;
1978. p. 214-216.
8. Milner B. Disorders of memory after brain lesions in
man. Neuropsychologia
1968; 6:175—179.
9. Baddeley AD. Psicología de la memoria. Madrid:
Editorial Debate; 1983. |