| Actualidad,
desafíos y oportunidades del sector |
Referentes del ámbito de
la seguridad social cerraron el año dialogando y
reflexionando sobre las diferentes problemáticas que
enfrenta su sector. El PMO y sus niveles de cobertura,
el Fondo Solidario, la situación financiera y la
litigiosidad fueron algunos de los temas sobre los que
Juan Carlos Mazzú, Jorge Pellegrini, Sergio Casinotti y
Gabriel Lebersztein indagaron, aportando así su visión
desde su experiencia en la gestión de distintas obras
sociales. Propuestas, análisis y desafíos para este año
que comienza.
El
subsector de las obras sociales se ha mostrado más que
activo en materia de discusiones y reflexiones a lo
largo de todo 2013. Enérgicos y abiertos al diálogo,
desde los más altos cargos de las instituciones que
encabezan, el doctor Juan Carlos Mazzú, Jefe de
Auditoría Médica de SMATA (Obra Social del Sindicato de
Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), el
contador Jorge Pellegrini, Asesor de la Secretaría
Privada de Construir Salud (Obra Social del Personal de
la Construcción de la República Argentina), el
licenciado Sergio Casinotti, ex presidente de UPCN
(Unión del Personal Civil de la Nación), y el doctor
Gabriel Lebersztein, Director Médico de OSECAC (Obra
Social de los Empleados de Comercio y Actividades
Civiles), aportaron su perspectiva de las diferentes
problemáticas que aquejan al sector, a la vez que se
mostraron entusiastas y comprometidos de cara al futuro.
La medicina defensiva, las trabas administrativas del
Fondo Solidario de Redistribución, y el preocupante
déficit financiero fueron algunas de las encrucijadas
que los especialistas se detuvieron a analizar, sin
olvidar por eso los aspectos positivos del
funcionamiento de la seguridad social ni obviar aportar
propuestas concretas de solución.
DISYUNTIVAS ANTE EL PMO
El doctor Juan Carlos Mazzú expuso su visión sobre uno
de los temas más acuciantes del sector de la seguridad
social: el del PMO. Desde SMATA, afirmó, vieron con
entusiasmo que en el PMO empezaran a tener lugar
disposiciones relacionadas con la medicina basada en la
evidencia. De todas formas, aclaró, “creo que en esto
nos está quedando la práctica médica cotidiana como un
gran agujero negro: este PMO no está actualizado y,
además, también presenta excedentes de prestaciones.”
Mazzú distinguió, en el presente de la salud, cuatro
tipos de prácticas médicas o medicinas. Por un lado, la
medicina defensiva, que en Estados Unidos, por ejemplo,
representa más de 17% del gasto en salud. “Para hacerle
frente, tenemos la medicina asertiva, que se maneja con
parámetros de certeza y seguridad sin avasallar los
derechos del otro”, señaló el doctor. Pero, además,
según Mazzú nos estamos enfrentando a dos tipos más de
medicina, regresivos: la medicina interesada y la
medicina judicial. Para enfrentar estas prácticas, la
auditoría médica de las obras sociales, señaló Mazzú,
apuesta a la cobertura asertiva, que se nutre de guías
médicas y evidencia.
Acercó también Mazzú una propuesta concreta: “Crear un
organismo que esté asociado con las sociedades
científicas y que pueda garantizar la agilidad en los
dictámenes de cobertura.” Sería importante, añadió, que
establezca vinculaciones entre lo profesional, lo
institucional y lo judicial y que aporte dictámenes con
certeza y peso.
A modo de conclusión, Mazzú recordó que el PMO, en su
definición, acude a tres palabras centrales: equidad,
universalidad y solidaridad. “Con el PMO actual,
¿estamos usando la equidad y la solidaridad para hacer
frente a una necesidad de salud o a un mercado de la
salud?”, sugirió Mazzú, en forma de pregunta
“Con el PMO actual, ¿estamos usando la equidad y la
solidaridad para hacer frente a una necesidad de salud o
a un mercado de la salud?”
LA
SITUACIÓN FINANCIERA DE LAS OBRAS SOCIALES
La seguridad social, recordó el Contador Jorge
Pellegrini, da prestaciones a casi el 40% de la
población y logra un nivel de satisfacción entre sus
usuarios que puede calificarse de bueno a partir de las
encuestas. “Si hablamos de ineficiencia y dificultades,
las obras sociales sindicales podemos asegurar que no
somos los principales responsables”, destacó Pellegrini.
El de las obras sociales, enfatizó Pellegrini, es un
sistema que nunca solicitó recursos extra de otros
sistemas y que debería ser absolutamente autosuficiente.
“Pero en este punto es donde los fondos no
redistribuidos del Fondo Solidario de Redistribución
comienzan a ser un problema”, advirtió el asesor de
Construir Salud. “El sistema de obras sociales pensado
sin el Fondo no sería un sistema: le da equidad al
sistema a su conjunto aunque, lamentablemente, no se
distribuya como corresponde”, agregó. Si el subsistema
cuenta con 56 mil millones de pesos provenientes de
aportes y contribuciones, de ese monto 4.800 millones
van al Fondo Solidario: “Esto genera un gran
desequilibrio si no se redistribuye.”
Si a partir de 2003, con la salida de la crisis, las
obras sociales vieron crecer el número de sus
beneficiarios y, entonces, el de los aportes, “a medida
que en los últimos años, hasta la actualidad, la
economía se estabilizó, comenzamos a tener mayores
dificultades”, señaló Pellegrini. Con ingresos estancos
y costos siempre crecientes, la ecuación empieza a
desbalancearse.
Pellegrini también marcó un cambio de panorama en el
último año. Mientras que hasta octubre de 2012, explicó,
la situación financiera de las obras sociales era
“absolutamente deficitaria”, con altos déficits
generados por las prestaciones a monotributistas y
empleadas domésticas, con coseguros desactualizados y
con fondos sin redistribuir que ascendían a 18 mil
millones de pesos, a partir de este año “logramos tener
un diálogo distinto con la S.S.Salud y notamos algunos
cambios en la tendencia.” Empezó a regir el SUMA, por
ejemplo, que devuelve a las obras sociales, el 6% de
aportes adicionales. “Todavía falta bastante pero
estamos en un proceso paulatino de mejora en la
presentación de expedientes y en los reintegros: aunque
sigue siendo dificultoso está mejorando”, afirmó
Pellegrini. Por eso, en sus conclusiones, se mostró
optimista en relación a la proyección 2013-2014:
“Entendemos que estamos en buen camino”, sintetizó.
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Limitaciones y puntos salientes de la Ex APE – SUR
(-) Limitaciones y problemas
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Cobertura de prestaciones
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Valores de recupero
-
Costo Financiero
-
Tratamiento de Excepciones
-
Dificultad en Trámites
-
Costo de la gestión
administrativa
(+) Perspectiva
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“El
sistema de obras sociales pensado sin el Fondo no sería
un sistema: le da equidad al sistema a su conjunto
aunque, lamentablemente, no se distribuya como
corresponde”
EL IMPACTO DE LA
DISCAPACIDAD
El licenciado Sergio Casinotti reflexionó sobre el
efecto que las prestaciones por discapacidad producen en
la seguridad social. “No hay ninguna obra social que no
quiera dar prestaciones a pacientes con discapacidad”,
aclaró el ex presidente de UPCN. Recordó también los
grandes grupos de patologías de discapacidad: las
mentales, las sensoriales y las motoras. “Todas las
obras sociales dan cientos de miles de prestaciones
todos los meses para estas patologías, desde hogares y
centros de día hasta formación laboral.”
Según especificó Casinotti, el 0,25% del padrón de
beneficiarios tienen capacidades diferentes, lo que
implica que, en promedio, por cada millón de usuarios
2.500 reciben prestaciones por discapacidad. El costo
mensual, por su parte, asciende a 10 millones de pesos
mensuales por cada millón de beneficiaros con
discapacidad. Habiendo 37.500 usuarios con discapacidad,
el gasto sumaría 150 millones por mes. “De este monto,
el 43% tiene que ver con prestaciones educativas, que
deberían estar a cargo de otro ministerios”, señaló
Casinotti. El 20%, por otra parte, se gasta en
transporte.
A partir del SUR, lo que el sistema de la seguridad
social recupera por temas de discapacidad escala al 50%.
“Es un número importante; el problema está más en las
trabas para la presentación de los expedientes”,
advirtió Casinotti. Así, la carga administrativa se
presenta como un verdadero desafío pues, según contó
Casinotti, exigiría que se presentaran por día, en UPCN,
por ejemplo, 1.700 expedientes. “Para zanjar el
problema, hicimos una
propuesta
sobre la necesidad de desarrollar un sistema que permita
hacer las presentaciones a través de la web; y lo
logramos.”
En sus conclusiones, Casinotti señaló que también se
cometen excesos en nombre de la discapacidad; se trata
de oportunistas que, advirtió, “nos alteran la balanza.”
“Es fantástico poder dar toda la cobertura pero hay que
tener en cuenta que esto está dentro de un derecho
colectivo.” El recurso de amparo, definió el licenciado,
es un medio de impugnancia extraordinario y subsidiario
que se pone en marcha cuando se viola un derecho
constitucional. El problema es que, en discapacidad,
muchas veces se utiliza por fuera de la definición
misma. Estos “piratas del amparo”, como los llamó
Casinotti, acuden al recurso de amparo y “nos piden las
cosas más insólitas.” “Hay que frenar esto y trabajar
mucho con la justicia.” Por último, Casinotti recordó
que “la discapacidad no es una tragedia: es un
inconveniente que nosotros tenemos que ayudar a
superar.”
“La discapacidad no es una tragedia: es un
inconveniente que nosotros tenemos que ayudar a superar”
SOBREDEMANDA Y LITIGIOSIDAD
El doctor Gabriel Lebersztein abordó el tema de la
litigiosidad y la judicialización de la cobertura
médica. Esbozó primero una comparación entre los
sistemas de salud europeos y el nuestro: si del otro
lado del Atlántico, los beneficiarios deben esperar
mucho tiempo para recibir una prestación, ya que se
manejan con listas de espera, en nuestro país hay que
esperar poco y sin gastar dinero. “Esto se lo debemos al
sistema de la seguridad social”, remarcó, “que permite
que los argentinos de menores recursos accedan a
resonancias o tratamientos por patologías.” “Desde las
obras sociales, no vamos a permitir que esto se pierda”,
enfatizó.
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Propuestas para
combatir la litigiosidad
Propuestas para la justicia
- Citar al profesional para que ratifique su
prescripción, declarando sobre “riesgo de vida
existente” que obliga a un juicio sumarísimo.
- Solicitar al vendedor declaración de único
proveedor posible y, si lo es, fallar la
cobertura y ceder a la secretaría de defensa de
la competencia la fijación de los precios del
producto.
- Solicitar al médico la declaración
testimonial sobre conflictos de interés.
- Diferenciar los reclamos de atención de la
salud de la “elección de marca”.
- Fallar la cobertura más económica posible.
- Certificar a los peritos mediante cursos
sobre el sistema de salud.
Propuestas para los legisladores
- Legislar nuevas coberturas y al mismo tiempo
legislar financiamiento.
- Establecer mecanismos de acceso paulatino y
paralelo al financiamiento y a la creación del
mercado proveedor.
- Acceso a las nuevas tecnologías con
eventuales programas de priorización para
organizar los nuevos servicios (p.ej.: formar
personal, importar equipamiento).
- Legislar sobre las nuevas tecnologías, para
que se establezca un mecanismo obligatorio
temporal de comparación con los resultados
prometidos.
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“Querer
vivir con la ilusión de que uno puede dar más cosas por
un
amparo y de que eso no va a significar que alguien
pierda algo es un gran error”
En relación a la discusión en torno al
PMO, Lebersztein señaló “que el PMO es un piso pero el
presupuesto es el techo.” Y, en referencia a los amparos
siempre crecientes, que terminan en la judicialización
de la medicina, el doctor afirmó que “no son culpa de
los jueces si no culpa de la desinformación, el cinismo
y el sarcasmo de todos aquellos que tienen capacidad
para decidir y reglamentar prestaciones médicas.” Como
propuesta para frenar esta situación, Lebersztein
sugirió que “cada vez que haya un amparo citar al
profesional para que ratifique su prescripción,
declarando sobre “riesgo de vida existente” que obliga a
un juicio sumarísimo. La mitad de los amparos no se
producen por casos de riesgo de vida”, advirtió.
Luego de repasar la definición legal de amparo, el
doctor enfatizó que “querer vivir con la ilusión de que
uno puede dar más cosas por un amparo y de que eso no va
a significar que alguien pierda algo es un gran error.”
La litigiosidad, además, se agrava cuando los recursos
son escasos. “Hay algo que nadie dice del sistema SUR,
especificó Lebersztein: “El sistema SUR tiene un costo
del 35%: de lo cobrado por mes, tenemos que gastar el
35% en costos administrativos.”
“Los amparos siempre crecen con la desinformación y con
la falta de regulación”, señaló el doctor. Muy al
contrario, cuando la normativa se vuelve clara, los
amparos tienden a disminuir. Por eso, propuso
Lebersztein, modificar el pago de los recuperos del SUR
con mecanismos “más transparentes, más rápidos y más
sencillos” sería una forma de hacer disminuir el número
de recursos de amparo.
En definitiva, sintetizó el doctor, los amparos existen
porque no alcanza el dinero o porque no está claramente
reglamentado el uso de la tecnología. “También existen
porque la publicidad subliminal promueve usos que
alteran las prioridades sanitarias nacionales,
equiparando lo nuevo en tratamientos a lo mejor.”
Algunas prácticas de marketing, agregó Lebersztein, no
estarían permitidas en los países de origen de las
empresas comercializadoras de tecnología sanitaria.
Fuente y agradecimiento:
Instituto de Investigación Sanitaria de la Seguridad
Social - UCA.
Seminario: Obras Sociales: Estado actual, desafíos y
oportunidades del sector.
18 de Setiembre de 2013 |
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