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Hemos
finalizado el año 2013 y es
necesario mirar atrás para intentar
predecir qué nos deparará el 2014
que recién comienza. En los últimos
años el sector tuvo climas
cambiantes donde muchas veces
parecía imposible pronosticar un
futuro claro, que nos permitiera
tomar los recaudos correspondientes.
A esta altura cuando uno conversa
con usuarios de la Medicina Prepaga,
tanto con socios que libremente
compran el servicio, como con
empresas que adquieren el servicio
para sus empleados, todos coinciden
con una misma mirada: Cada vez más
estimamos lo importante que es tener
acceso a un buen sistema de salud, y
aunque nos cueste pagarlo, hacemos
lo posible para mantenerlo.
Está claro que esta mirada surge al
comparar la realidad que se puede
ver fuera del sector, donde existe
una administración de la medicina
diferente que se ajusta a un
presupuesto otorgado y a voluntades
de quienes tienen que desarrollar
políticas sanitarias claras para que
todos puedan acceder a una medicina
más eficiente, más equitativa y
eficaz.
El mercado de la medicina prepaga
pareciera ser que se concentra en
pocas empresas grandes pero
claramente no es así, son muchas las
que desarrollan esta actividad:
grandes, pymes, cooperativas y
mutuales que están en todo el país
dando cobertura médica e intentando
poder subsistir a leyes que fueron
redactadas desde lo humano pero sin
tener en cuenta el enorme impacto
que ello genera desde lo económico.
A mayor cantidad de riesgos a
cubrir, más importante es la
necesidad de tener una mayor
población y con baja edad promedio.
(Ej. En el caso de la Ley de
Fertilidad, el impacto económico es
del 1.5% sobre una cuota promedio
del mercado). En el reciente
Congreso Argentino de Salud que se
realizara en la Ciudad de San Carlos
de Bariloche organizado por
A.C.A.M.I. (Asociación Civil de
Actividades Médicas), entre otros
temas, se continuó hablando de la
Ley de la Medicina Prepaga que
regula al sector, y las nuevas leyes
promulgadas, Ley de Obesidad, Ley de
alimentos para Celíacos, Ley de
Fertilidad, etc. pero siempre con la
voluntad de construir ese puente
invisible de entendimiento con el
Estado, a fin de encontrar una
ecuación coherente entre las Leyes
promulgadas y los que tenemos la
obligación de cumplirlas.
Me atrevo a decir que casi todos los
que participamos en el sector
coincidimos que es importante dar
una solución integral a los casos de
salud que llegan a las EMP, pero
también es claro que debemos ser
responsables en el uso de los
recursos que administramos. En
definitiva nuestro éxito o fracaso
está ligado directamente a la
seriedad con la cual administramos
los recursos (cuotas médicas) que
nuestros socios nos confían mes a
mes.
El desafío para el 2014 es grande,
no sólo para nuestra industria, sino
también para el país. Como
mencionaba al inicio se hace difícil
pronosticar pero hay algunos puntos
a tener en cuenta. El mapa político
está cambiando, no es raro escuchar
en algunos referentes políticos que
tenemos un problema con la inflación
que debemos atender, un plan
económico que en breve pareciera ser
que será revisado, y una agenda
política con miras al 2015 que
muchas veces descuida el día a día.
Dicho en términos médicos es
complejo saber cómo actuará el
medicamento sobre la patología
diagnosticada en un paciente
cambiante en sus síntomas.
Pero fuera de todo esto, ¿cuál es
nuestra obligación como empresa y
sector? Nuestro sistema de salud, ya
lleva más de 45 años y fue creciendo
de menor a mayor, hasta llegar a la
realidad actual que todos conocemos.
Claramente debemos cuidar a más de
6.000.000 millones de personas que
hoy están dentro del sistema y
vienen aportando para sostener y
crear un sistema médico distinto.
También debemos hacer frente a las
nuevas leyes promulgadas, que no
estaban contempladas dentro del
costeo de la cuota de forma
eficiente, revisar constantemente
los procesos a fin de chequear que
no haya desvíos innecesarios que
muchas veces son autogenerados por
participantes del sector, atentando
de este modo al sistema de libre
acceso entre otras cosas.
Lograr una mejor comunicación con la
comunidad a fin de resaltar los
aportes en materia de excelencia
médica que el sector brinda a la
comunidad y al estado. Es cierto que
hay una sensación de una mayor
concentración del sistema, con un
enfoque solamente direccionado a
comentar el crecimiento de las
principales empresas incluyendo en
su oferta de producto Sanatorios y
Centros Médicos propios, y en
nuestro caso con excelentes
profesionales médicos en cada
especialidad, tecnología de última
generación, enfermería profesional y
hotelería sanitaria de primera
nivel. Todo este valor no hace más
que defender un sistema privado de
Salud, que nació para ofrecer un
servicio distinto, con diferentes
componentes y que en definitiva
también hace su aporte para que el
Estado gaste menos. Es por ello que
muchas veces sentimos que no alcanza
con ser, sino que es tiempo también
de parecer aunque no esté en nuestro
ADN como industria. Algo bueno
debemos estar haciendo como sector
para estar dando salud a más de
6.000.000 de personas que
voluntariamente deciden ser parte de
un sistema que en definitiva busca
día a día brindar la mejor medicina
posible.
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