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A dos años de promulgada la Ley que
regula al sector, y luego de tanto
debate, las empresas de Medicina
Prepaga hemos alcanzado un mayor
grado de madurez en este nuevo
contexto, aunque aún no contamos con
un marco que resuelva acabadamente
algunos de los puntos que ofrecen
mayor controversia. No obstante ello
creemos en la promoción del diálogo
con las autoridades, con el fin de,
utilizando los recursos que la misma
Ley propone, encontrar consenso y
dar respuesta a aquellas personas
que aspiran a ingresar al sistema y
que traen consigo alguna condición
preexistente en sus condiciones de
salud. Las ciencias actuariales y la
información disponible, permiten
encuadrar modelos de prospección de
costos y sus eventuales fórmulas de
aplicación. Adicionalmente,
mecanismos simples y automáticos de
actualización, ofrecerán certidumbre
a la gran mayoría de estos casos.
De la misma manera pero con una
mirada ya no sectorial sino del
espectro de todos los subsectores,
debe resolverse el problema de los
tratamientos de muy alto costo y
baja prevalencia estadística. Basta
mirar hacia algunos países del mundo
y en particular de la región, para
encontrar modelos asimilables que
resuelven la problemática a un nivel
superior.
El análisis y los mecanismos de
actualización prospectiva de las
estructuras de costos de las
empresas, también deben ocupar parte
relevante en la agenda con el ente
Regulatorio. La medicina y sus
costos directos, evolucionan a un
ritmo que se complementa a los del
resto de los sectores de la
economía, por lo que estos factores
- probados históricamente - deberán
tomarse en cuenta cuando se analicen
las curvas de evolución, al igual
que el conjunto de políticas de
cobertura universal que caracteriza
a nuestra actividad. El poder
anticipar estos cambios nos dará
mayor previsibilidad y su
consecuente traslado de confianza a
la comunidad de millones de
argentinos y extranjeros residentes
en nuestro país, que han elegido al
sistema privado como su respaldo en
salud.
Las empresas de Medicina Prepaga,
sean éstas sociedades comerciales,
asociaciones civiles sin fines de
lucro, mutuales o cooperativas, son
ya un actor relevante entre las
Instituciones con responsabilidad
sobre el cuidado de la salud de los
argentinos. Las tasas de crecimiento
del sector están íntimamente
vinculadas al empleo, y
consecuentemente a la evolución de
las variables de la economía
nacional. Si nuestro país continúa
con su ritmo de crecimiento, aún a
tasas moderadas, es esperable que
las Empresas del sector hagan lo
propio.
Queda pendiente todavía, la
integración del sector privado a un
modelo nacional de medición de
variables cualitativas y sanitarias
publicables. Creemos también
importante que, junto a otros
actores del Sistema de Salud,
integremos el debate acerca de la
incorporación de nuevas tecnologías
aplicadas al cuidado de la salud y
al tratamiento de las enfermedades,
nuevos fármacos, métodos
diagnósticos y terapéuticos, su
impacto sobre la calidad de vida de
las personas, y sus mecanismos de
financiamiento.
Anticipar, prever y proyectar,
parecen ser un conjunto de conceptos
deseables a sumar a la mesa de
diálogo y de toma de decisiones
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